El ajo es un vegetal que pertenece a la clase allium de plantas bulbosas, las cuales también incluyen a las cebollas, los cebollinos, los puerros y las cebolletas (cebollín, cebollinas o cebollas de verdeo).
Se usa como condimento al cocinar y es uno de los remedios más poderosos que nos ofrece la naturaleza. Su olor y sabor característico proviene de los compuestos de azufre formados a partir de la alicina, el principal precursor de los compuestos bioactivos del ajo. Descubre sus propiedades y beneficios a continuación.
Propiedades:
- Antioxidantes
- Antisépticas
- Antiinflamatorias
- Antimicrobianas
- Antiancerígenas
Composición:
El ajo es rico en:
- Vitamina B6 y vitamina C.
- Minerales: potasio, manganeso, selenio y fósforo.
- Aceites esenciales: principalmente compuestos sulfurosos.
- Aminoácidos: como ácido aspártico, ácido glutámico, arginina, leucina, valina, lisina.
- Fructosanos: como la inulina, un tipo de fibras con efecto prebiótico.
- Contiene alicina y ajoeno, son los principales componentes medicinales del ajo.
Beneficios:
Ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares:
- Protege el sistema cardiovascular.
- Ayuda a impedir la agregación plaquetaria y a fluidificar la sangre, por lo que previene la formación de varices.
- Es vasodilatador, ya que dilata las paredes venosas.
Es un poderoso hipotensor, ayuda a disminuir la presión arterial.
- Ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL.
- Previene la arteriosclerosis. Es el mejor antibiótico natural:
- El ajo es un buen coadyuvante del tratamiento medico de infecciones.
- Mejora los cuadros de gripe y bronquitis (tiene acción expectorante y descongestionante).
Ayuda a aumentar las defensas y mejorar la inmunidad:
- Aumenta la actividad del sistema inmunológico.
- Previene la aparición de problemas inmunitarios, gracias a su alto contenido de vitamina B6.
Mejora el mal de altura:
- Mantener una dieta rica en ajo ayuda a prevenir la aparición del mal de altura.
Previene la aparición de la gota:
- Sus componentes sulfurosos ayudan a eliminar el ácido úrico, causante de la gota.
Favorece a la digestión:
- Es un buen digestivo, estimula el hígado, la vesícula y el páncreas.
Ayuda a la diuresis:
- Favorece a la eliminación de líquido y sodio por la orina.
Es un buen desinfectante de la piel:
- Evita infecciones del acné.
- Reduce la formación de callos y las verrugas cuando se aplica en rodajitas a modo de crema.
Previene la diabetes:
- Ayuda a bajar los niveles de azúcar en la sangre (glucosa) y aumentar la producción de insulina.
Previene el cáncer:
- El ajo es uno de varios vegetales con posibles propiedades anticancerígenas.
- Estudios científicos han demostrado que existe una relación entre el aumento del consumo de ajo y una reducción en el riesgo de ciertos tipos de cáncer, como los cánceres de estómago, colon, esófago, páncreas y mama.
¿Crudo o cocido?
La alicina es el principio activo más poderoso del ajo, al que se le atribuyen numerosas propiedades terapéuticas. Esta sustancia solo se produce cuando machacamos o cortamos el ajo y entra en contacto con el oxigeno.
Sin embargo, la alicina es inestable y en poco tiempo se transforma en ajoeno, que también tiene capacidad curativa y se mantienen aunque el ajo se cocine. Por lo que consumiéndolo crudo inmediatamente después de cortarlo obtendremos sus beneficios gracias a la alicina y una vez cocido obtendremos los beneficios del ajoeno.
Cantidad diaria recomendada:
La recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la promoción de la salud en los adultos es consumir una dosis diaria de:
- 2 a 5g de ajo fresco (aproximadamente un diente de ajo).
- 0,4 a 1,2g de ajo en polvo seco.
- 2 a 5mg de aceite de ajo.
- 300 a 1000mg de extracto de ajo u otras formulaciones equivalentes a 2 a 5mg de alicina.
Precauciones:
Si bien el ajo se ha usado de manera segura en la cocina, el consumo excesivo puede causar algunos efectos secundarios:
- Aliento fuerte y olores corporales.
- Alergias que pueden ir de una irritación leve a problemas potencialmente graves.
- Comer dientes de ajo fresco, extractos o aceite con el estómago vacío puede en ocasiones causar acidez estomacal, náuseas, vómitos o diarrea.
- El ajo actúa también como un anticoagulante natural, por lo que debe ser evitado por las mujeres embarazadas, personas que están por someterse a una cirugía y personas que toman anticoagulantes, como warfarina.
Recuerda el ajo es un excelente remedio natural, pero no sustituye ningún medicamento convencional. Consulta a tu médico antes de tomar medicamentos o hacer cambios en la dieta.