El ajo se ha utilizado en la medicina tradicional por millares de años y es una especia muy popular. El ajo puede ser eficaz contra las bacterias y hongos, estimula el sistema inmune. El ajo contiene anti-oxidantes y ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares. Los compuestos de azufre en el ajo pueden ayudar al cuerpo a deshacerse de los metales pesados.
Allium sativum
El ajo se ha utilizado como especia, alimentos y medicinas en numerosas culturas desde hace miles de años. El ajo fue usado en Egipto contra los trastornos circulatorios, dolores de cabeza, tumores, infecciones y los gusanos.
En el oriente el ajo se usa para tratar enfermedades de la piel, tuberculosis, apendicitis, etc. A principios de 1800 mezclaron el ajo con en el vino en Francia para la protección contra plagas.
Hoy nos hemos enterado de que el ajo ayuda a prevenir la placa en los vasos sanguíneos, mejora la presión arterial, reduce la cantidad de colesterol peligroso, ayuda a prevenir resfriados y la tos, y es eficaz en la bronquitis y el asma.
Ajo contra bacterias, virus y hongos
1858 Louis Pasteur demostró que el ajo tiene propiedades antibacterianas. Los experimentos in vitro y en animales han demostrado que el ajo es activo frente a varios tipos de bacterias, virus, infecciones por hongos, y parásitos intestinales. Se cree que el ajo puede ayudar a apoyar el sistema inmunológico y prevenir infecciones en personas.
El ajo y la pérdida de peso
El ajo fresco aumenta la quema de grasa por el aumento de la temperatura corporal. El ajo fresco ayuda a regular el azúcar en sangre, lo que significa que el ansia de azúcar puede ser reducida.
El ajo y la enfermedad cardiovascular
El ajo ayuda a prevenir los coágulos sanguíneos, aumentando la proporción de colesterol bueno y disminuye la proporción de colesterol malo y puede ayudar a disminuir la presión arterial.
El efecto sobre la presión arterial y los niveles de colesterol son relativamente bajos y debe complementarse con una buena dieta en general.
El ajo previene el cáncer
Varios estudios han indicado que una dieta rica en ajo y otras cebollas puede ayudar a prevenir algunos tipos de cáncer. Esto se aplica especialmente cáncer del intestino.
El ajo fresco es rico en varias vitaminas y minerales... Calcio, el folato, hierro, magnesio, fósforo, potasio, selenio, zinc, B1-vitamina, vitamina B2, la niacina y vitamina C. También contiene sustancias con propiedades antioxidantes y nutrientes de alta calidad que contribuyen a su efecto beneficioso sobre la salud y estimula el sistema inmunológico.
Sólo tenemos un cuerpo, cuídalo bien!
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