El ajo (Allium sativum) ha sido utilizado con fines culinarios y medicinales en muchas culturas durante miles de años. Actualmente se sigue utilizando para prevenir y tratar una amplia gama de condiciones y enfermedades, tales como la presión arterial alta, el colesterol alto, la enfermedad coronaria, los ataques al corazón, la aterosclerosis y varios tipos de cáncer. La mayoría de los beneficios que el ajo proporciona a nuestra salud provienen de sus compuestos de azufre, siendo la alicina el más notable.
Algunos de estos usos son apoyados por la ciencia, pero incluso la misma ciencia tiene resultados contradictorios. Algunos estudios son más amplios que otros: hay quienes emplean las palabras “posiblemente efectivo” o “se necesitan más pruebas”, pero a pesar de esto hay áreas médicas en las cuales el ajo muestra un potencial prometedor.
Prevención de cáncer El consumo diario de ajo reduce el riesgo de padecer muchos tipos de cáncer. Algunas personas utilizan el ajo para prevenir el cáncer de colon, el cáncer de recto, el cáncer de estómago, el cáncer de mama, el cáncer de próstata, el cáncer de vejiga y el cáncer de pulmón. (Ver: Reducir el riesgo de cáncer de pulmón con ajo)
Infecciones fúngicas de la piel Varios estudios informan que aplicar gel de ajo en la piel puede tratar la tiña y el pie de atleta. Para hacer tu propio gel de ajo, pica un diente de ajo y mézclalo con aloe vera, aceite de coco o aceite de oliva y aplícalo en la zona afectada. No apliques el ajo puro si tienes la piel sensible, ya que puede causar irritación. (Ver: Infecciones por hongos en la piel; Remedios caseros para las infecciones fúngicas; Tipos de infecciones por hongos en la piel)
Propiedades antisépticas El ajo es bien conocido por sus propiedades antibacterianas, antifúngicas y antivirales. Hay quienes piensan que el ajo fresco desempeña un papel importante en la prevención de una intoxicación alimentaria, ya que elimina bacterias como la Escherichia coli, la Salmonella enteritidis, etc. También es un remedio excelente para el fortalecimiento del sistema inmunológico.
Estudios realizados comprobaron que un compuesto de ajo llamado sulfuro de dialilo es 100 veces más eficaz que dos antibióticos populares en la lucha contra una de las bacterias más comunes en las infecciones intestinales. Algunos estudios han encontrado que el ajo es casi tan eficaz como la penicilina.
Protección cardiovascular Hay contradicciones en lo relacionado con la capacidad del ajo para prevenir la enfermedad cardíaca y el endurecimiento de las arterias (aterosclerosis), pero algunos estudios sugieren que puede ayudar a evitar las enfermedades del corazón, retardar la aterosclerosis y disminuir la presión arterial. El ajo también parece ser un diluyente de la sangre, por lo tanto puede ayudar a prevenir ataques cardíacos y derrames al evitar la formación de coágulos de sangre en el cuerpo. (Ver: Alimentos e hierbas saludables para el corazón. Tónicos para el corazón)
Resfriado común Hay evidencias de que el consumo de ajo puede disminuir la frecuencia de los resfriados en los adultos, así como la permanencia de sus síntomas. (Ver: Cómo preparar jarabe de ajo para las infecciones respiratorias)
Cómo y cuánto ajo se debe consumir De 2-4 gramos diarios de ajo fresco son suficientes (un diente grande puede pesar hasta 5 gramos). El ajo tiene que ser cortado o picado para liberar la alicina, que es su componente activo.
Lo mejor es consumir ajo crudo porque al cocinarlo se pueden destruir algunos de los compuestos sulfurosos saludables. Pero si agregas ajo crudo en una taza de té, no todo se pierde. Durante el proceso de cocción se forman otros compuestos que contienen azufre que todavía proporcionan beneficios para la salud.
Una forma de cocinar el ajo para preservar y maximizar sus beneficios curativos es macharlo y esperar 10 minutos antes de cocinarlo. Permitir que el ajo machacado repose durante 10 minutos antes de cocinarlo mejora aún más la formación de alicina; la hace más estable y resistente al calor. Luego cocínalo a fuego bajo o moderado durante un corto período de tiempo.
Si consumes un suplemento de ajo, debes saber que no todos los suplementos de ajo contienen la misma cantidad de ingredientes activos, por lo que es importante leer la etiqueta con detenimiento.