Los ejercicios oculares ayudan a fortalecer la musculatura de dicha zona, de esa manera se evita el cansancio. Están indicados especialmente para las personas que pasan muchas horas frente a la pantalla de la computadora o con la vista concentrada, en actividades como conducir medios de locomoción por un tiempo prolongado, leer mucho, manejar diversas máquinas.
Los ejercicios que proponemos en esta lección son simples, aunque hay que tener la constancia de hacerlos a diario y repetirlos varias veces como para que surtan efecto. Lo ideal es programar pausas durante el trabajo y realizar al menos algunos de estos ejercicios. Para una mayor efectividad, durante los ejercicios el cuerpo debe permanecer inmóvil y relajado; solo se mueven los ojos.
Ejercicio Nº 1.
Ubicarse en un lugar tranquilo y permanecer relajado con la espalda y la cabeza derechas, ya sea en forma sentada o de pie. Cerrar los ojos apretando los párpados por cinco segundos y luego abrir los ojos por cinco segundo. Repetir diez veces cada movimiento.
Ejercicio Nº 2.
Sentarse en posición cómoda, con la espalda derecha y las manos sobre las rodillas. Mirar un punto cercano por algunos segundos. Luego mirar un punto alejado por algunos segundos, que se pueda distinguir con claridad y sin esfuerzo. Entrecerrar los ojos. Repetir cinco veces.
Ejercicio Nº 3.
Sin mover la cabeza, levantar los ojos para mirar un punto alto, luego de unos segundos bajar los ojos para mirar un punto bajo. Repetir cinco veces.
Ejercicio Nº 4.
Siempre con la cabeza inmóvil, rotar los ojos lentamente y en forma amplia hacia un lado y hacia el otro. Realizar cinco círculos hacia cada lado. Al terminar, parpadear varias veces y cerrar unos segundos los ojos para descansar.
Ejercicio Nº 5.
Colocar un lápiz apoyado en la punta de la nariz, en forma perpendicular. Comenzar levantar el lápiz en forma lenta, hasta donde se pueda distinguir con claridad. Enfocar ambos ojos en el lápiz por cinco segundos. Repetir el ejercicio cinco veces.
Ejercicio Nº 6.
Permanecer sentado, en una silla o en el suelo aunque siempre con la espalda y la cabeza rectas. Frotar las palmas de las manos entre sí por unos segundos y cubrir ambos ojos cerrados. Concentrarse en respirar en forma profunda mientras se tienen los ojos tapados, sin presionar. Volver a frotar las manos y cubrir los ojos una vez más.
Insistimos en la conveniencia de practicar estos sencillos ejercicios a diario, incluso en lo posible dos o tres veces al día. Los resultados que se comprobarán al poco tiempo de la práctica intensiva serán:Disminución de la fatiga visual.
Disminución de la visión borrosa por cansancio.
Disminución de los dolores de cabeza recurrentes por esfuerzo de la vista.
Disminución del estrés que provoca el cansancio visual.