Alimentos crudos
Los alimentos crudos también pueden ser denominados naturales. Llamamos de esta manera a los alimentos a que no se les añade ningún componente y que llegan a nosotros en el mismo estado en el que estaban en la naturaleza. No se agrega grasas, azúcar, sal o cualquier otro aditivo de manera industrial.
Fuente: PIxabay / evitaochel
Este tipo de alimentos solo podemos almacenarlos durante un tiempo reducido. Se estropean a corto plazo y, en pocos días observaremos que van cambiando su aspecto. No obstante, no todos estos alimentos pueden consumirse según llegan a nuestras manos. Algunos de ellos necesitarán ser cocinados para poderlos tomar. En este grupo de alimentos tenemos las verduras frescas, los tubérculos, las frutas, las semillas y legumbres, los frutos secos, las carnes, mariscos y huevos.
Aunque no sean totalmente naturales o crudos, en este grupo también podemos incluir ciertos alimentos que están ligeramente procesados. A estos alimentos no se les ha añadido ninguna sustancia pero han recibido un mínimo procesamiento que los conserva, aunque no altera su naturaleza. Este pequeño procesamiento puede ser limpieza, lavado, congelación, pasteurización, esterilización o fermentación sin que se produzca alcohol. Gracias a estás manipulaciones, estos alimentos pueden ser almacenados de manera más fácil y conservarse más tiempo. En este grupo encontraremos los lácteos y los vegetales envasados o congelados.
Fuente: Pixabay / AKuptsova
Alimentos procesados
Los alimentos procesados son aquellos que sufren algún tipo de cambio en su naturaleza original. Estos cambios añaden ciertos tipos de grasas, aditivos, sal, azúcar y otras sustancias. Para poder saber que estamos ante un alimento procesado solo tenemos que darnos cuenta de que son opciones diferentes del alimento original. Además de esto, muchos de ellos se pueden utilizar como ingredientes para preparar platos más complejos.
Estos alimentos, aunque en origen hubieran sido de alta calidad nutritiva, al haberles sometido a procesos industriales la calidad es menor. Es muy normal que los alimentos procesados presenten un desequilibrio nutricional.
Podemos considerar alimentos procesados a las verduras y frutas en conservas, los ahumados, las carnes y los quesos curados, los encurtidos y las bebidas alcohólicas.
Alimentos ultraprocesados
En este grupo se encuentran comestibles que se elaboran a partir de ingredientes industriales mayormente. Normalmente, suelen contener muy poca cantidad de alimentos naturales y, muchas veces, irreconocibles.
Fuente: Pixabay / congerdesign
Los alimentos ultraprocesados son muy fáciles de identificar porque duran muchísimo. Además de esto, siempre se presentan de manera muy apetecible y lucrativa. Es imposible reconocerlos como un alimento natural y suelen presentarse listos para su uso. Son preparados que siempre incluyen una gran cantidad de aditivos. En este grupo se incluyen: preparaciones congeladas, patatas fritas y snacks de bolsa, sopas en lata o deshidratadas, bollería industrial, chocolates, salchichas o embutidos, barritas de pescado, potitos y papillas, bebidas energizantes, cereales de desayuno, margarinas, mermeladas, pizzas y muchos otros alimentos que podemos consumir de manera inmediata.
¿Por qué no deberíamos tomar alimentos procesados?
Nuestra manera de vivir impone la rapidez en todo lo que hagamos. Esta velocidad también se ha introducido en la cocina. Aún así, el hecho de querer ahorrar tiempo alimentándonos con este tipo de productos puede salir muy caro porque podemos perder nuestra salud.
Lo primero que debemos de tener en cuenta es que este tipo de productos llevan sustancias que provocan adicción. Los aditivos y grasas que contienen hacen que su sabor sea intenso y muy apetecible. Además de esto, suelen ser productos con muy bajo precio con lo que muchas personas lo comprarán fácilmente.
Los alimentos procesados son los responsables del exceso de peso en muchas personas. Al ser alimentos diseñados para que no nos sacien y siempre queramos más, hacen que la cantidad de calorías que sumamos al tomarlos sea muy grande. Además de esto, al ser productos refinados y cargados azúcar disparan el nivel de glucosa en sangre repercutiendo muy negativamente en nuestra salud.
Durante el procesado de estos alimentos se pierde toda la fibra y las vitaminas del alimento en origen. Esta pérdida hace que sea necesario añadir vitaminas sintéticas, que nada tienen que ver con las naturales. Además, la ausencia de fibra en la dieta es la causa del estreñimiento que muchas personas sufren.
Fuente: Pixabay / gadal
A todo esto, debemos añadir el peligro que conlleva ingerir todos los conservantes, texturizantes y potenciadores de sabor que contienen. Todas estás sustancias químicas siempre van acompañadas de grasas muy perjudiciales para la salud, como las grasas trans, por ejemplo.
En definitiva, no podemos decir que los alimentos procesados o ultraprocesados sean realmente alimentos. Cuando los tomamos, estamos introduciendo en nuestro cuerpo comestibles cargados de sustancias que en lugar de darnos vida, nos la quitan.
Beneficios de tomar alimentos crudos o naturales
Los alimentos crudos o naturales son alimentos que están vivos. Cuando nos alimentamos con ellos estamos introduciendo energía de vida a nuestras células. Además de esto, contienen, en estado natural, todas sus vitaminas, minerales y fibra. Todo ello, nuestro cuerpo puede utilizarlo de manera natural para aquellas funciones que sea requerido.
Los alimentos naturales, aunque necesiten un poco de tiempo para cocinarlos, a la larga, nos aportan tantos beneficios que la inversión se hace muy rentable. Este tipo de alimentos, gracias a sus potentes sustancias nutritivas, nos hacen tener mucha más energía, nuestra piel luce más saludable y nos ayudan a sentirnos menos cansados.
Fuente: Pixabay / RitaE
Nuestro organismo no puede funcionar correctamente si no le suministramos alimentos que le ayuden. Somos parte de la naturaleza y por ello, necesitamos alimentarnos de ella. Cuando tomamos alimentos sin vida y llenos de sustancias tóxicas estamos apostando por un futuro poco saludable.
¡Llena tu despensa y tu mesa de alimentos vivos!
RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.
Además, para cuidar nuestra mente, existen herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí – que pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida saludable. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.