Cuando hablamos de dormir importa tanto la cantidad como la calidad. Si te despiertas descansada, tu sueño es "de calidad".
En cuanto a la cantidad, es decir, el número de horas de sueño que necesita tu cuerpo para repararse, varía en cada persona.
La gran mayoría, es decir, el 90% de la población adulta, necesita entre 7 y 8 horas de sueño.
A una minoría (el 5%) de los adultos les bastan con 5-6 horas de sueño y otro 5% requiere de 9 a 10.
Un bebé puede dormir 16 horas diarias y es normal.
A partir de los 65 años se reducen las horas de sueño a unas 6 porque se acorta la fase REM del sueño, pero se necesitan más siestas durante el día. Este proceso va en aumento: así que es normal que un anciano de 90 años duerma 5 horas y no tenga insomnio.
Sensación de un molesto cosquilleo en la piernas, quemazón, tirantez... Son síntomas de este trastorno y cuando aparecen no puedes dejar de mover la extremidad afectada. Ocurre en reposo y mejora con el movimiento, por eso las personas que sufren el síndrome tienen dificultades para quedarse dormidas o se despiertan por la noche si se presenta un brote. Es una de las principales causas de insomnio en personas mayores de 45 años y aunque no se conoce exactamente la causa, se cree que está relacionado con problemas en el transporte de hierro al cerebro o con la falta de dopamina. Se sabe también que el café, el té y el tabaco lo empeoran. El médico puede recomendar tratamientos a base de hierro si hay una carencia u otros fármacos para aliviar los síntomas.
Cuando duermes bien todo tu organismo aprovecha para repararse. Por eso un mal descanso tiene repercusiones tanto a corto como a largo plazo sobre tu salud.
ASÍ TE PUEDE PERJUDICAR UN MAL DESCANSO
Aumenta el riesgo de alzhéimer
Tener un tiempo mínimo de sueño ininterrumpido a lo largo de la noche resulta crucial para la formación de recuerdos. Pero no solo eso, una investigación publicada en la revista "Journal of Psychiatric Research" revela que el insomnio crónico podría favorecer la acumulación de placa amiloide en el cerebro, que es la causa principal de alzhéimer.Favorece la diabetes tipo 2
Aparte de la predisposición genética y la dieta desequilibrada, la falta de sueño también favorece el desarrollo de trastornos metabólicos como la diabetes tipo 2. Y es que dormir mal dificulta la secreción de insulina y, por tanto, la capacidad del organismo para procesarla glucosa, lo que dispara el riesgo de tener niveles altos de azúcar en sangre.Puedes enfermar más
Un sistema inmune fuerte está muy ligado a nuestro ciclo circadiano de 24 horas. Y es que tu "reloj biológico" controla el nivel de actividad de un gen del sistema de defensas que actúa frente a virus y bacterias. Por eso, cuando llevas una temporada durmiendo mal o pasando noches en blanco eres más vulnerable a infecciones porque este gen no está "en forma".
Y ASÍ TE BENEFICIA DORMIR BIEN
Cuidas más tu corazón
Las personas que, además de llevar unos hábitos de vida saludables, duermen un mínimo de 7 horas al día, reducen hasta en un 65% el riesgo cardiovascular. Y es que mientras duermes se produce una relajación muscular que también afecta a las arterias, provocando una bajada de la presión de entre un 10% y un 30%, con lo que ayudas a disminuir el riesgo de infarto. Adelgazas más rápido
Un estudio de la Universidad de Chicago (EE. UU) ha demostrado que si estás a régimen y duermes 8 horas puedes llegar a quemar el doble de grasa que si descansas solo 5. Las diferencias se deben a que, cuando se restringe el sueño, aumentan los niveles de grelina, una hormona que reduce el gasto energético, con lo que favoreces la acumulación de grasas.
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