TED es siempre una fuente de inspiración y logra su cometido de difundir ideas que valen la pena. Ese es el caso con este inspirador video en el que se trata el tema del tiempo libre.
El poder del tiempo libre
Stefan Sagmeister es un reconocido diseñador gráfico que cada 7 años, se toma un año sabático. ¡Sí! Un año completo sabático luego de 7 años de trabajo.
¿Eso no resulta posible en tu caso?
En este breve video de 18 minutos te cuenta cómo… ¡tal vez te ayude a hacerlo posible para tí también!
Transcripción del video
Dirijo un estudio de diseño en Nueva York. Cada siete años cierro durante un año para dedicarme a algunos experimentos, cosas que siempre son difíciles de conseguir durante el año laboral habitual. Ese año no estamos disponibles para nuestros clientes. Cerramos completamente. Y como pueden imaginar, es un tiempo estupendo y muy enérgico.
Originalmente había abierto el estudio de Nueva York para combinar mis dos amores: la música y el diseño. Creamos videos y cubiertas para muchos músicos conocidos. Y para otros de los que nunca han oído. Y me di cuenta de que, como en muchas cosas de mi vida que realmente amo, me acomodo a ellas. Y con el tiempo me aburro de ellas. Y seguramente, en nuestro caso, nuestro trabajo comenzó a repetirse. Aquí ven un ojo de vidrio incrustado en un libro. Y luego, una idea muy similar, un perfume envasado incrustado en un libro. Por eso decidí cerrar durante un año.
Y también por saber que actualmente pasamos aprendiendo los primeros 25 años de nuestras vidas. Luego hay otros 40 años realmente reservados para trabajar. Y después, agregados al final, hay cerca de 15 años de jubilación. Y pensé que podría ser de ayuda básicamente recortar cinco de esos años de jubilación y entremezclarlos entre esos años laborales. (Aplausos) Eso claramente es agradable para mí. Pero probablemente sea aún más importante que el trabajo producido en estos años retorna a la compañía y a la sociedad en general, en vez de beneficiar sólo a uno o dos nietos.
Hay un compañero de TED que habló hace dos años Jonathan Haidt, que definió su trabajo en tres niveles diferentes. Y me sonaron muy auténticos. Puedo ver mi trabajo como un empleo. Lo hago por dinero. Ya desde el jueves posiblemente espere ansiosamente el fin de semana. Y probablemente necesitaré un pasatiempo para estabilizarme. En una carrera definitivamente estoy más comprometido. Pero al mismo tiempo habrá períodos en los que piense si ese trabajo tan pesado realmente vale la pena. Mientras que en la tercera, en la vocación, muy probablemente lo haría incluso si no fuera compensado económicamente por eso.
Yo no soy una persona religiosa pero yo buscaba la Naturaleza. Había pasado mi primer año sabático en Nueva York. Buscaba algo diferente en el segundo. Europa y EE.UU. no resultaban tentadores porque los conozco muy bien. Asia sí lo era. Los paisajes más hermosos que he visto en Asia fueron en Sri Lanka y Bali. Sri Lanka tenía todavía la guerra civil en curso. Entonces fue Bali. Es una sociedad maravillosa, muy artesanal.
Llegué allí en septiembre de 2008 y comencé a trabajar de inmediato. La inspiración viene del mismo entorno. Sin embargo, lo primero que necesitaba era una tipografía ahuyenta mosquitos porque definitivamente merodeaban con fuerza. Y después necesitaba una especie de manera de poder vengarme de todos los perros salvajes que rodeaban mi casa y me atacaban durante mis caminatas matutinas. Así que creamos esta serie de 99 retratos en camisetas. Cada perro en una camiseta, como una pequeña represalia, siempre con un mensaje muy levemente amenazante (Tantos perros y tan pocas recetas) en la parte de atrás. (Risas)
Poco antes de dejar Nueva York decidí que en realidad podía renovar mi estudio. Y luego dejárselo todo a ellos, Sin tener que hacer nada. Entonces busqué muebles. Y resultó que los muebles que realmente me gustaban eran muy costosos. Y las cosas que podía comprar no me gustaban. Por eso una de las cosas que busqué en Bali fue muebles. Este, obviamente, aún contiene los perros salvajes. Todavía no está muy terminado. Y pienso que cuando surgió esta lámpara (Risas) yo ya había hecho las paces con estos perros. (Risas)
Luego hay una mesa pequeña. También hice una mesa pequeña. Se llama “Estar Aquí Ahora”. Consta de 330 brújulas. Y tenemos tazas de expreso con imanes dentro que hacen enloquecer a las brújulas siempre apuntando hacia ellos. Esta silla es bastante conversadora, una silla verborrágica. También, por primera vez en mi vida, comencé a meditar en Bali. Y, al mismo tiempo, soy muy consciente de lo aburrido que es oír sobre la felicidad de otra gente. Así que no avanzaré mucho en esto.
Muchos de ustedes conocerán a este miembro TED Danny Gilbert, cuyo libro en realidad conseguí en el club del libro de TED. Pienso que me llevó cuatro años leerlo finalmente, durante un sabático. Y me gustó saber que él en realidad escribió el libro durante un sabático. Les voy a mostrar un par de personas a las que les fue bien tomando sabáticos.
Este es Ferran Adrià. Mucha gente piensa que él es hoy el mejor chef del mundo con su restaurante al norte de Barcelona: El Bulli. Su restaurante abre siete meses al año. Él lo cierra durante cinco meses para experimentar con un personal completo. Sus últimos números son bastante impresionantes. Puede acomodar, en el año, puede acomodar 8.000 personas. Y tiene 2,2 millones de pedidos de reserva.
Si miro mi ciclo, siete años, uno sabático, es el 12,5% de mi tiempo. Y si miro las compañías que son realmente más exitosas que la mía, 3M, desde los años 30, les da a sus ingenieros el 15% para perseguir lo que deseen. Existen varios buenos resultados. La cinta adhesiva surgió de este programa así como Art Fry desarrolló las notas adhesivas durante su tiempo personal para 3M. Google, por supuesto, es muy famosa por dar el 20% a sus ingenieros de software para que se dediquen a sus proyectos personales.
¿Alguno de los presentes se tomó alguna vez un año sabático? Eso es aproximadamente el 5%. No estoy seguro que hayan visto a sus vecinos levantar la mano. Pregúntenles si fue bueno o no. Yo he descubierto que para encontrar lo que me va a gustar en el futuro, la mejor manera es hablar con la gente que ya lo ha hecho mejor que imaginármelo.
Cuando tuve la idea de tomarme uno, tomé la decisión y lo puse en mi agenda. Y luego se lo conté a tanta gente como fue posible de modo que no fuera posible acobardarme después. (Risas)
Al principio, en el primer sabático, fue más bien desastroso. Había pensado que debería hacerlo sin un plan que ese vacío de tiempo de algún modo sería maravilloso y tentador para la generación de ideas. No lo fue. Simplemente, sin un plan, simplemente reaccioné a pequeños requerimientos, no requerimientos de trabajo, a esos dije que no, sino otros pequeños requerimientos. Enviando correos a revistas de diseño japonesas, etc. Así que me convertí en mi propio becario. (Risas)
Muy rápidamente hice una lista de cosas que me interesaban las jerarquicé, les asigné tiempos y luego hice un plan, muy parecido al de la escuela. ¿Qué dice aquí? Lunes de ocho a nueve: escribir historias. Nueve a diez: pensar en el futuro. (No tuve mucho éxito con esta). Etc., etc. Y eso, en realidad, expresamente como punto de partida del primer sabático, me funcionó muy bien. ¿Qué salió de todo esto? Volví a conectar con el diseño. Me divertí. Económicamente, visto a largo plazo, resultó realmente exitoso. Dado que la calidad mejoró, pudimos subir los precios.
Y, probablemente más importante, básicamente todo lo que hicimos en los siguientes siete años del primer sabático surgió de pensar en ese único año. Mostraré un par de proyectos que surgieron en los siete años siguientes al sabático. Una de las tendencias de pensamiento en las que participé fue que la uniformidad está increíblemente sobrevalorada. Toda esta idea de que todo tiene que ser exactamente igual funciona en muy pocas compañías y no para todas.
Nos pidieron que diseñáramos una identidad para la Casa da Música, el centro de música de Rem Koolhaas en Oporto, en Portugal. Y si bien yo deseaba crear una identidad que no usara la arquitectura fracasé en el intento. Y principalmente porque a raíz de una presentación de Rem Koolhaas en la ciudad de Oporto, en la que habló sobre un conglomerado de varias capas de significado, comprendí, después de traducir el discurso arquitectónico a lenguaje coloquial, que se trataba de la creación de un logo. Y comprendí que el edificio en sí era un logo.
Y entonces resultó bastante fácil. Le pusimos una máscara lo miramos con detenimiento en el terreno analizamos cada lado oeste, norte, sur, este, arriba y abajo. Los coloreamos de manera muy particular mediante el programa que codificó un amigo mío, el “Generador de Logo de la Casa da Música”, que está conectado a un escáner. Se pone cualquier imagen en él, como la imagen de Beethoven, y el programa, en un segundo, genera el logo de la Casa da Música Beethoven. Lo cual, a la hora de diseñar un cartel de Beethoven es muy práctico porque la información visual del logo y del cartel real son exactamente la misma.
De modo que siempre encajará, conceptualmente, claro. Si se interpreta música de Zappa, se genera su propio logo. O Philip Glass, Lou Reed, Chemical Brothers todos pasaron por allí y tuvieron su propio Logo de la Casa da Música. Funciona igual internamente con el presidente o el director musical cuyos retratos de la Casa da Música terminan en sus tarjetas personales. Hay una auténtica orquesta alojada en el edificio. Tiene una identidad más transparente. El camión en el que salen de gira. O hay una orquesta contemporánea más pequeña, 12 personas, y remezcla su propio título.
Y una de las cosas prácticas que surgieron fue que se puede tomar el logotipo y, a partir de él, crear publicidad. Como este cartel de Donna Toney o Chopin, o Mozart, o La Monte Young. Puede tomarse la forma y hacer tipografía con ella. Se puede poner bajo la piel. O en un cartel de un evento familiar en frente de la casa o una “rave” bajo la casa o un programa semanal así como servicios educativos.
Segunda idea. Hasta acá, hasta ese punto yo había estado involucrado principalmente o usaba el lenguaje del diseño con fines promocionales, que para mí estaba bien. Por un lado no tenía nada en contra de vender. Mis padres son ambos comerciantes. Pero sentí que había pasado mucho tiempo aprendiendo este lenguaje, ¿por qué sólo hacía promociones? Debía haber algo más. Y de eso emergió toda una nueva serie de trabajos. Alguno de ustedes lo habrá visto. Mostré algo de eso en una TED previa bajo el título “Cosas que aprendí en mi vida hasta ahora”. Ahora les mostraré dos.
Esta es una pared completa de bananas con distintas maduraciones en la inauguración de la galería de Nueva York. Dice: “La autoconfianza produce buenos resultados”. Esto es a la semana. A las dos semanas, a las tres, cuatro, cinco semanas. Y se ve que la autoconfianza casi regresa pero no tanto. Estas son imágenes que me enviaron algunos visitantes (Risas)
Y luego la ciudad de Ámsterdam nos dio una plaza y nos pidió que hiciéramos algo. Usamos las baldosas de piedra como marco para nuestra pequeña obra. Conseguimos 250 mil monedas del banco central con diferentes oscuridades. Así teníamos unas muy nuevas y brillantes algunas intermedias, y otras muy viejas, muy oscuras. Y con al ayuda de 100 voluntarios, en una semana, creamos esta tipografía bastante floral que dice: “Las obsesiones hacen mi vida peor y mi trabajo mejor”.
La idea era, por supuesto, hacer una tipografía tan valiosa que como audiencia uno se planteara “¿Debería tomar tanto dinero como me sea posible o debería dejar la obra intacta como está ahora?” Mientras lo construíamos en la última semana, con cientos de voluntarios, muchos vecinos de alrededor de la plaza se acercaron y les gustó mucho. Así, cuando finalmente estuvo terminada, la primera noche vino un tipo con grandes bolsas de plástico y tomó tantas monedas como le fue posible llevarse. Uno de los vecinos llamó a la policía.
Y la policía de Ámsterdam con toda sensatez, vino, vio, y quiso proteger la obra de arte. Así que barrieron todo y lo pusieron en custodia en el cuartel de policía. (Risas) Pienso que se ve, los ven barriendo. Se les ve barriendo justo aquí. Esa es la policía deshaciéndolo todo. Así que después de ocho horas, eso es lo que quedó de todo. (Risas)
También estamos trabajando en un gran proyecto en Bali. Es una película sobre la felicidad. Y aquí le pedimos a unos cerdos cercanos que nos hicieran los títulos. No están muy bien logrados. Así que le pedimos a un ganso que lo hiciera de nuevo y esperábamos que hiciera un trabajo más elegante o bonito. Y pienso que exageró. Es demasiado ornamental. Y mi estudio está muy próximo al bosque de monos. Y los monos de ese bosque parecían, en verdad, muy felices. Así que les pedimos que lo hicieran de nuevo. Hicieron un buen trabajo, pero hubo un par de problemas de legibilidad. Así que, como todo lo que uno no hace personalmente, no termina haciéndose como corresponde.
Estaremos trabajando en esa película durante los próximos dos años. Va a ser un largo período. Y, por supuesto, cabría pensar que hacer una película sobre la felicidad podría no valer la pena, entonces uno siempre puede, por supuesto, ir y ver a este tipo.
Video: (Yoga de la Risa) “Y estoy feliz, estoy vivo” “Estoy feliz, estoy vivo”
Muchas gracias.
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