Sin embargo, lo más preocupante no es tanto el tiempo como la baja calidad de nuestro sueño, y es que casi un tercio de las personas reconoce que duerme mal por las noches: les cuesta conciliar el sueño, se muestran inquietos, se desvelan fácilmente, se levantan cansados, con dolores de espalda, etc.
Si tenemos en cuenta que está comprobado científicamente que la falta de sueño repercute negativamente en nuestra salud, en nuestra vida social y en nuestro bienestar general, entonces conviene plantarse y seguir ciertas pautas para revertir la situación.
Los expertos de Colchón Exprés, empresa que comercializa las primeras marcas españolas y europeas en productos de descanso, nos ofrecen hoy algunos consejos que debemos tener en cuenta.
¿Qué efectos tiene la falta de sueño?
Antes de nada, vamos a conocer qué nos sucede realmente cuando dormimos poco o mal durante un tiempo prolongado.- Si no descansamos, no se produce la tan necesaria actividad reparadora, ya que dormir sirve precisamente para que nuestro organismo se recupere y pueda afrontar con energía las actividades del día siguiente.
- Las funciones neurológicas se ven mermadas: la capacidad de concentración y la memoria disminuyen.
- La falta de sueño puede derivar en problemas psicológicos tales como irritabilidad, estrés, ansiedad o incluso la depresión.
- Puede hacer subir la tensión arterial, bajar las defensas, incrementar la glucosa en sangre y afectar a la salud cardiovascular.
- Puede provocar otros daños derivados del cansancio, como accidentes laborales o de tráfico.
Consejos para dormir mejor
Onofre, de Colchón Exprés, nos cuenta algunas técnicas y rutinas que nos pueden venir muy bien para conciliar el sueño y dormir más fácilmente. La rutina previa es importantísima y por eso debemos seguir estos pasos al menos una hora y media antes de irnos a dormir, de esta forma nos iremos relajando con tiempo para liberar las tensiones acumuladas durante el día.
- Cenar ligero. Las cenas fuertes y abundantes se traducen en noches incómodas porque las digestiones se ralentizan durante las horas de sueño. Así que, recuerda, cena poquito y temprano.
- Apagar móviles, tabletas, portátiles... incluso la televisión. A la luz de los resultados que arrojan estudios recientes, se recomienda dejar de utilizar dispositivos electrónicos dos horas antes de acostarnos. Y es que la luz es un elemento muy excitante, y es justo lo que debemos evitar, por eso los expertos aconsejan siempre la lectura como modo de entretenimiento previo al sueño.
- Temperatura ideal. Ni mucho frío ni calor, tenemos que intentar mantener la habitación en torno a los 20º.
- Ejercicio sí, pero relajado. La práctica del yoga antes de dormir puede venirnos muy bien, al igual que la meditación o los ejercicios de respiración.
- Planificar el día siguiente. Si dejas lista la ropa, el almuerzo o apuntas en una agenda las tareas que tienes que realizar, estarás liberando al cerebro de procesar esta información durante la noche.
- Oscuridad total. La hormona del sueño, la melatonina, se pone en funcionamiento en la oscuridad, por lo que hay que dormir con la menor luz posible.
- Respirar por la nariz. Respirar por la boca puede desembocar en problemas como los molestos ronquidos. Acostúmbrate a hacerlo por la nariz para descansar mejor.
Además, se aconseja no fumar, tomar bebidas excitantes ni practicar deporte a última hora del día. Por el contrario, es muy recomendable intentar acostarse siempre más o menos a la misma hora y, por supuesto, descansar sobre un colchón de calidad que nos aporte todo el confort que necesitamos durante la noche.
Lo que NO funciona
Hay ciertas prácticas para dormir que han ido circulando por el boca a boca con el paso del tiempo pero que realmente NO funcionan. Si quieres dormir bien, es mejor que no las lleves a cabo.Contar ovejas, por ejemplo, es un error que puede incluso tener el efecto contrario y crearnos ansiedad si comprobamos que el rebaño se va alargando y que seguimos sin conciliar el sueño.
Lavarse con agua fría es otro mito muy extendido, y es que hay quien sostiene que esto nos ayuda a disminuir la presión arterial. Pues bien, nada más lejos de la realidad, lo único que vamos a conseguir es despejarnos.
También circula la idea de lo positivo que es bailar, saltar o hacer ejercicio para cansarnos y dormir mejor. Tampoco logramos nada, todo lo contrario, aumentamos la frecuencia cardíaca porque el deporte nos pone durante las primeras horas en un estado de activación.
Tomar ciertos medicamentos pueden ser una ayuda, siempre y cuando estén aconsejados por nuestro médico. Sin embargo, muchos tienen el efecto contrario y por eso debemos consultar previamente con un profesional.
Y tú, ¿tienes alguna rutina antes de irte a la cama para dormir plácidamente?