Sin embargo, existen diversos factores que afectan negativamente ese proceso, y no se logra en el tiempo óptimo. Algunos de los factores que causan que una digestión sea lenta o que cause molestia son: el estrés, úlcera, gastritis, Helicobater Pylori, alergias, falta de consumo de fibras, comer demás, ingesta de alcohol, la carne roja, tomar agua fría durante o al finalizar de comer, parásitos y bacterias, consumo de grasas saturada, productos de harina blanca como el pan junto con la comida, problemas en el esófago, entre otros…
Aquí te damos algunos consejos para mejorar y acelerar la digestión:
Consumir alimentos ricos en fibras, tales como la avena, arroz integrar, el maíz, vegetales (lechuga, zanahoria, brócoli, espárragos, repollo, coliflor, etc.), frutas (Manzana, piña, naranjas, ciruelas, etc.) , semillas (girasol, pistachos, almendras, etc.), legumbres (lentejas, garbanzo, frijoles, etc.). Un consumo de 25 a 35 gramos de fibras le ayudaría bastante.
Disminuir la ingesta de carnes rojas. La carne roja tarda mucho tiempo en procesarse, si por el contrario la puede sustituir por pescado, carnes blancas, berenjenas, molondrones, o carnes de soya.
Disminuir la ingesta de grasa saturada. El consumo de grasa saturada podría aumentarnos los triglicéridos, los cuales pueden afectar el hígado, y por lo tanto el sistema digestivo disminuiría su capacidad. Es importante destacar que los ácidos grasos son fuentes de energías.
Tomar suficiente agua. Tomar al menos ocho vasos de agua o dos litros al día, nos puede facilitar la digestión grandemente.
No tomar agua al finalizar de comer. Tenemos por costumbre tomar agua o jugos o soda durante y al finalizar de comer. Con esto nuestra digestión es mucho más lenta, por dos razones; la primera es que nuestro estomago necesita tener una alta temperatura para procesar y digerir los alimentos, esta es una de la causa de que nos da sueño al terminar de comer. La segunda es que los ácidos necesarios para la digestión se mezclan con el agua, y por lo tanto no trabajan en su capacidad óptima.
Consumir consomé de espinaca antes y después de la comida. Este hábito ha sido desarrollado durante muchos años en la cultura china, es por tal razón, que china es uno de los países con menos niveles de obesidad, puesto que al consumir este consomé, conseguimos los niveles de temperatura necesaria para una buena digestión, y además, las grasas bajan su viscosidad y por lo tanto son excretada en su mayor parte por la orina y por las heces fecales. Si no tiene a manos el consomé, puede sustituirlo por agua caliente a temperatura que puedas aguantar, y veras los cambios en tu sistema digestivo.
No acostarnos al finalizar de comer. Muchas personas tenemos el hábito que desde que terminamos de comer nos echamos una pava o una siesta, y eso no ayuda en nada la digestión, por el contrario, se inflama nuestro estómago, razón, por la cual en ocasiones sentimos sensación de hambre.
Desparasitarnos al menos cada 6 meses. Fruto de lo que comemos podemos adquirir parásitos que nos pueden proporcionar molestias y lentitud en nuestra digestión, en ese sentido los médicos recomiendan desparasitarnos dos veces al año. En el caso de que tengamos la bacteria Helicobater Pylori, se debe acudir a un médico gastroenterólogo para que nos ponga en tratamiento.
Hacer ejercicios. Al hacer al menos 30 minutos diario o 150 minutos a la semana mantendremos nuestros sistemas digestivos óptimo. Principalmente si caminamos y corremos. Los ejercicios nos ayudan a mantenernos sanos de enfermedades cardiovasculares, del corazón y a disminuir el colesterol. Además, de que nos proporcionan energía. En definitiva, los ejercicios activan y aceleran nuestro metabolismo. También, por medio de los ejercicios podemos disminuir el estrés
Disminuir el consumo de la comida chatarra. El consumo de frituras, hot dogs. Hamburger, pizzas, etc, podrían descontrolar nuestro sistema digestivo.