Una glándula tiroides hipoactiva es un problema de salud frecuente, capaz de causar síntomas que van desde la falta de energía, el aumento de peso, la pérdida de cabello, depresión y una cantidad impresionante de distintas condiciones.
La buena noticia es que se pueden tomar medidas naturales para lograr recuperar el equilibrio de la tiroides.
Sin embrago es algo que definitivamente no va a ocurrir de la noche a la mañana, eso es algo que debes tener claro en primer lugar, así que si deseas recuperar el equilibrio de la tiroides, lo primero que necesitas es tener paciencia y tanta como Job.
De lo contrario, tus intentos por lograr restablecer el equilibrio de dicha glándula serán además de infructuoso, frustrantes.
1 de cada 10 mujeres, mayores de 50 años, sufre de esta condición por lo que sería valioso compartieras esta entrada del blog con tus allegados a quienes les has escuchado hablar de sus síntomas.
Tan solo en EE.UU., más de 10 millones de estadounidenses sufren de al menos un problema de salud que tiene conexión directa con problemas de la tiroides.
Una disfunción de la tiroides puede llegar a ser peligrosa si no se trata!
La hormona tiroidea es producida por el hipotálamo, la glándula pituitaria y la glándula tiroides, que está situada justo debajo de la laringe.
La glándula tiroides es un componente clave del sistema endocrino y su función básica es convertir el yodo proveniente de los alimentos en hormonas tiroideas.
Estas hormonas son esenciales para la regulación del metabolismo e incluso una pequeña variación en la cantidad que se produce puede tener un efecto dramático en el cuerpo.
Un bajón de la tiroides, condición conocida como hipotiroidismo, se debe a la baja producción de las hormonas tiroideas.
Lo primero es lo primero, en ese sentido debes considerar el alimento como tu medicina y por consiguiente debes eliminar todos los alimentos procesados, el azúcar (capaz de enviar tus hormonas en un viaje por una montaña rusa) y el gluten.
Si ya lo has hecho, entonces no queda otra que profundizar, estos son algunos consejos para recuperar el equilibrio de la tiroides:
Dieta para restablecer el equilibrio de la tiroides
Los niveles bajos de la tiroides son causados debido a que la glándula tiroides produce menos hormona de la requerida para mantener el cuerpo en equilibrio.
Es lo que se conoce como tiroides hipoactiva.
Tanto los hombres como las mujeres pueden sufrir de niveles bajos de tiroides. Hay muchos síntomas de hipotiroidismo, pincha en este enlace para que puedas ver que tantos son.
Lamentablemente, existe la tendencia a ignorar muchos de esos síntomas relacionados con los niveles bajos de la tiroides.
El hipotiroidismo es causado principalmente por los pésimos e incorrectos hábitos alimenticios por lo que, si estás experimentando uno o más de los síntomas deberías consultar en primer lugar con tu médico de confianza.
Los alimentos que debes incluir para recuperar el equilibrio de la tiroides son:
Comer Verduras de mar (algas) dos veces a la semana: Son alimentos ricos en yodo
Las algas son una excelente fuente natural de yodo para fortalecer la tiroides, su incorporación en la dieta es tan simple como:
Agregar un trozo de alga kombu a la olla de frijoles o a la sopa durante la cocción
Espolvorear gránulos de algas sobre las ensaladas o platos calientes como lo haces cuando usas sal
Hacer una envoltura de nori (como la que se utiliza para envolver el sushi) Para recetas, hay infinidad de páginas web donde puedes encontrar recetas relacionadas con las verduras del mar.
Más de 2/3 del yodo consumido es secretada en la glándula tiroides.
Por lo tanto el déficit de yodo es la principal razón detrás de un problema debido a bajos niveles de la tiroides.
Alimentos como la sal del mar (ojo, la mayoría de los supermercados lo que venden es sal refinada no sal de mar o sal marina), la mayoría del pescado fresco como el bacalao y el eglefino, las algas marinas, como el kelp y los huevos son ricos en yodo.
Alimentos ricos en ácidos grasos esenciales
Los ácidos grasos esenciales ayudan al cuerpo a fortalecer el sistema hormonal.
Verduras, especialmente verduras verdes, así como las almendras, nueces, carne / pescado magro, claras de huevo y aceite de pescado deben ser parte de la dieta diaria si deseas restaurar el equilibrio de la tiroides.
Alimentos ricos en selenio
El selenio es un gran antioxidante con una elevada cantidad de enzimas esenciales anti-envejecimiento y contra el cáncer.
El consumo equilibrado de selenio es importante para un sistema inmunológico saludable.
El selenio está presente en los granos no glutinosos, como el arroz, nueces del Brasil, nueces, cebollas, ajo, huevos, pollo, carne de res, bacalao y pavo.
Hay posibilidad de efectos secundarios causados por el selenio cuando se consumen dosis superiores a 400 mg.
Alimentos ricos en nutrientes
Los alimentos que contienen vitamina A, vitamina B2, vitamina B3, vitamina B6 y vitamina C, son esenciales para restituir el equilibrio hormonal.
Alimentos como la calabaza, las zanahorias, las espinacas, las yemas de huevo, los higos, brócoli, bok choy, etc., son fuentes muy ricas de dichas vitaminas.
Los bociógenos y el equilibrio de la tiroides
Los bociógenos son sustancias naturales que pueden interferir con el funcionamiento de la glándula tiroides de algunas personas.
El término bociógeno proviene de la palabra bocio, que indica agrandamiento de la glándula tiroides.
Si la glándula tiroides enfrenta dificultades para elaborar la hormona tiroidea, puede aumentar de tamaño, como mecanismo para intentar compensar esta producción insuficiente de la hormona.
Los bociógenos pueden interferir con la producción de hormona tiroidea!
Alimentos que contienen bociógenos: hay dos categorías generales de alimentos que se han asociado con la interrupción de producción de la hormona de tiroides en los seres humanos: La soja y los vegetales crucíferos.
Además, hay algunos otros alimentos no incluidos en estas categorías – como los duraznos, las fresas y el mijo – que también contienen bociógenos.
Soja y los alimentos relacionados
Se incluyen en la categoría de alimentos relacionados con la soja a la soja misma, así como extractos y salsas de soja, así como alimentos elaborados a partir de soya, como el tofu y el tempeh.
Si bien los alimentos elaborados con soja comparten muchos ingredientes comunes, son las isoflavonas de la soja los nutrientes que se han asociado con trastornos en la producción de la hormona tiroidea.
Las isoflavonas son sustancias naturales que pertenecen a la familia de nutrientes de los flavonoides.
Los flavonoides, se encuentran en casi todas las plantas, son pigmentos que le dan a las plantas su increíble variedad de colores.
La mayoría de los estudios de investigación en ciencias de la salud se han centrado en las propiedades benéficas de los flavonoides, y estos fitonutrientes de origen natural han demostrado repetidamente ser factores importante para fortalecer la salud.
El vínculo entre las isoflavonas y la disfunción tiroidea es, de hecho, una de las pocas áreas en las que el consumo de flavonoides ha demostrado ser problemática.
Las isoflavonas como la genisteína parecen reducir la producción de la hormona tiroidea al bloquear la actividad de una enzima llamada peroxidasa tiroidea.
Esta enzima es responsable de la adición de yodo a las hormonas tiroideas. (Las hormonas tiroideas suelen tener tres o cuatro átomos de yodo añadido a su estructura con el fin de funcionar correctamente.)
Verduras crucíferas y el equilibrio de la tiroides
Una segunda categoría de alimentos asociados con los trastornos en la producción de la hormona tiroidea es la familia de las crucíferas.
Los alimentos que pertenecen a esta familia de verduras son llamados crucíferas, y entre ellas destacan el brócoli, la coliflor, las coles de Bruselas, repollo, mostaza, nabos, col rizada, rutabaga y colinabos.
Los isotiocianatos son las sustancias en las crucíferas que se han asociado con las alteraciones de la función tiroidea.
Como las isoflavonas, los isotiocianatos parecen reducir el funcionamiento de la tiroides mediante el bloqueo de la peroxidasa tiroidea y también interrumpen los mensajes que se envían a través de las membranas de las células tiroideas.
Si no hay problemas de tiroides, ninguna evidencia sugiere que los alimentos generadores de bocio tendrán un impacto negativo en la salud.
En realidad, hay mucha evidencia que demuestra que las verduras crucíferos se asocian con un menor riesgo de enfermedades.
Teniendo en cuenta los beneficios, una cantidad moderada de dichas verduras se pueden incluir en la dieta de la tiroides una vez que se ha restaurado el equilibrio de la tiroides.
Incluso con problemas de tiroides, si el consumo es moderado tampoco debería causar problemas y para asegurarse del todo, si se cocinan las verduras crucíferas se logra inactivar los compuestos bociogénicos como los isotiocianatos, ya que parecen ser sensibles al calor.
La glándula tiroides está situada en la zona de la garganta, por lo que, literalmente, conecta la mente con el cuerpo.
Si te precipitas a comer, la comida se mueve tan rápido de la boca al estómago que la conexión de la mente con el cuerpo es débil.
La boca no sabe lo que está haciendo el estómago y viceversa!
Este es un buen consejo, sin importar qué tan saludable seas: Siéntate, saborea, respira y mastica los alimentos.
Dado que la tiroides ejerce un control absoluto sobre el metabolismo, lo mejor es comer lo suficientemente lento como para que pueda difundir el mensaje de que el alimento está entrando en el cuerpo.
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