En nuestro modo de afrontar los problemas y las dificultades tendemos, en demasiadas ocasiones, a la rigidez mental. Nos obcecamos en llevar la razón, ¿y eso a qué nos lleva? A no querer dar nuestro brazo a torcer, y lo que es peor, a no estar abiertos a nuevos aprendizajes y a cambiar de opinión. Este es el camino contrario hacia la sabiduría y la paz interior.
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La rigidez es lo que nos impide ser flexibles en nuestras decisiones y nuestras conductas; también es una gran limitación para nuestro desarrollo personal. Un gran sufrimiento innecesario que experimentamos proviene de cómo nos estamos aferrando a nuestras ideas, nuestros conceptos y nuestra realidad, sin intentar ver más allá, ampliando nuestro mundo de posibilidades y, por supuesto, de reaprendizaje.
Te estarás preguntando ¿cómo puedo tener una mente más abierta? En primer lugar, has de saber lo que implica ser más flexible y tener una mente más abierta, en segundo lugar, lo que va a suponer para ti en tu vida, y en tercer lugar, saber que debes estar en disposición de renunciar a las ideas preconcebidas que tienes que te llevan a generar prejuicios constantemente. A lo largo de este texto veremos a qué se refiere la psicología positiva en el estudio de la mente abierta.
La mente abierta, el camino hacia la sabiduría
Tal y como describe la psicología positiva, la mente abierta tiene que ver con la virtud de la sabiduría y del conocimiento, siendo una fortaleza cognitiva que implica la adquisición y el uso de conocimiento. Esta potencialidad no es algo innato, es algo que se puede ejercitar mediante nuestro propio desarrollo personal, aunque para poder ejercitar una mente abierta primero hemos de conocer lo que implica…
Realmente es una consecuencia de un conjunto de actitudes, ya que tiene bastante relación con la inteligencia emocional. Para cultivar este potencial tenemos que ejercitar antes nuestra asertividad, creatividad, empatía y optimismo. Al final todos estos aspectos positivos van de la mano y son los que nos permiten aprender a ser más flexibles.
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¿Para qué nos interesa tener una mente más abierta? Nos interesa, sobre todo, para ser más humildes, rectificando y aprendiendo de nuestros errores, porque esta es la única forma real de poder aprender de nuestras experiencias, En vez de tropezar una y otra vez con la misma piedra, adquirimos la habilidad para sacar un aprendizaje de cada adversidad. De alguna manera esto nos hace también más resilientes.
Unos de los aspectos fundamentales del bienestar psicológico es la autoaceptación, puesto que nuestro propósito es sentirnos bien con nosotros mismos. Al disponer de una mente más abierta estamos más preparados para concienciarnos de nuestras propias limitaciones, teniendo una pretensiones que se ajusten más a la realidad.
Generalmente al relacionarnos con otras personas, somos poco consciente de la mala escucha que realizamos. Mientras la otra persona nos está hablando, estamos pensando ya en cómo responder o lo que queremos decir nosotros, así es imposible atender honestamente a alguien. Una buena escucha activa implica no solo oír a la otra persona, sino además poder ver su punto de vista, desde cómo es esa persona, y no desde cómo somos nosotros. Implica comprensión, atención y compromiso, y para ello es necesario evitar nuestras ideas preconcebidas y los prejuicios asociados.
Estos aspectos que hemos desarrollado están estrechamente relacionados con una mente más abierta: la resiliencia, autoaceptación, escucha activa… Este potencial nos hace ser más sabios y nos aleja de la necedad; de creer que ya sabemos las cosas y que nada ni nadie nos puede enseñar algo. La sabiduría es una continua predisposición de apertura, a seguir aprendiendo absolutamente de todas las personas y todas las situaciones que nos acontecen.
Cómo desarrollar una mente más abierta
Puede parecer complicado desarrollar este potencial. Pero lo único que hace realmente falta es plena conciencia de que queremos experimentar este cambio, atendiendo a cómo actuamos habitualmente, cómo nos relacionamos y la rigidez que adoptamos ante ciertas cuestiones que no somos capaces de afrontar y aceptar.
La plena conciencia es una tarea a desarrollar a través de la práctica de la meditación, puesto que para esto necesitamos de una mente en estado de calma, que permanezca atenta a cómo hemos aprendido a ver las cosas. Solo así podremos observarnos y reconducirnos hacia estas actitudes y valores que nos llevan a tener una mente más abierta.
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Es una cuestión de compromiso con uno mismo, al adquirir la práctica de la meditación en tu día a día, podrás comprender cómo funciona tu mente, cómo son tus pensamientos, tus sensaciones, sentimientos y emociones. Te adentras en el autoconocimiento, en la tarea de conocerte a ti mismo, y esta es la mejor forma de hacerte más flexible y compasivo, con los demás y contigo mismo, aceptando todo lo que la vida te depara. Adoptando una actitud de apertura mental que te haga ser más dialogante y atento, ya no solo a tu propia experiencia, sino también a la de los demás.
Aceptar los consejos y todo lo que nos puedan aportar las demás personas no es un signo de debilidad ni de falta de criterio. Cuando somos más conscientes y adquirimos apertura mental, no vemos estas cuestiones como un enfrentamiento y una lucha de poder a ver quién sabe más y a ver quién lleva más razón. Atendemos al criterio de los demás y de una forma asertiva elegimos y decidimos, sin sentirnos atacados, cómo mejorar nuestra opinión, pudiendo rectificar siempre que consideremos necesario. Esta actitud nos hace ser más justos y flexibles.
En conclusión, la base para ser más flexibles está en trabajar con nuestro yo interior, lo que a veces pasa por cambiar nuestros hábitos. Y esto es lo que propone el método Crear Salud. Debemos ser conscientes de que no basta trabajar nuestro interior, sino que también necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.
Herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí – pueden ser grandes aliadas en tu camino a una mente más ‘abierta’. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, mejorar la flexibilidad y, de paso, ser más feliz.