Ir a un ritmo implacable e insostenible semana tras semana es imposible de mantener sin quemarse. Además, te pierdes las cosas buenas de la vida, que son los pequeños y sencillos momentos.
Cómo simplificar una vida muy ajetreada
Veamos cómo simplificar una vida muy ajetreada…Establece límites
Es importante establecer tus propios límites, darlos a conocer y cumplirlos. Hay un dicho que dice: Si quieres hacer algo, pídeselo a una persona ocupada. Si eres la persona a la que todo el mundo acude con sus problemas y listas de tareas pendientes, lo más probable es que seas la persona ocupada que no tiene límites.Echa un buen vistazo a tus compromisos y a lo que haces por ti misma frente a lo que haces que otros podrían hacer por sí mismos. Evalúa también cuándo haces las cosas: que sea urgente para otra persona no significa que lo sea para ti.
Reevalúa tus valores y tu medida
¿Valoras tu valía en función de lo ocupada que esté tu agenda? ¿Cuánto dinero ganas? ¿Cuántos premios ganas? ¿O por el tiempo que pasas con tus seres queridos? ¿Tu nivel de felicidad/contento? ¿Cómo has podido hacer que el mundo sea un poquito mejor? Saca un diario, restablece tus propios valores únicos y luego averigua cómo vas a medir si estás viviendo de acuerdo con esos valores, o no.Elige lo esencial
Los esencialistas adquieren el hábito de evaluar continuamente a qué dedican su tiempo. Todo lo que no es esencial para vivir la vida que desean o para alcanzar los objetivos que se han fijado, se deja de lado. Cuando te centras en las cosas esenciales que mueven la aguja en la dirección correcta, se hacen más rápidamente y estás menos estresado haciéndolas. Céntrate en hacer las cosas correctas y prográmalas en tu calendario antes que cualquier otra cosa.No hagas varias cosas a la vez
Si quieres simplificar algo, céntrate en una cosa cada vez. Eso puede significar que sólo te concentres en algo durante un ratito, incluso veinte minutos. Pero harás mucho más en esos veinte minutos si te concentras plenamente en ello. Además, permite a tu mente empezar a compartimentar las cosas y no drenar energía tratando de mantenerlo todo en tu cabeza a la vez durante todo el día.Da sólo el 90%.
Si eres una persona que siempre va más allá, evalúa a dónde te ha llevado. Puede que haya algunas áreas esenciales en las que haya merecido la pena. ¿Pero en las demás? Probablemente no. ¿Te darás cuenta alguien si das sólo el 90% en lugar del 110%? Pruébalo.Deja de dedicar tiempo a tareas mundanas
Muchos correos electrónicos no son necesarios. Aprende a hacer las cosas sin la burocracia administrativa que a menudo puede eliminarse. Dicho esto, a veces las reuniones rápidas con tu equipo una vez a la semana pueden ser la forma de evitar un montón de correos electrónicos de ida y vuelta durante toda la semana. Haz una estrategia para averiguar qué se puede recortar y qué aumentará la eficiencia.Limita tu consumo
Nuestras vidas -y nuestro planeta- podrían ser mucho más sostenibles si redujéramos todo lo que consumimos. La cultura del consumo excesivo se ha generalizado y a menudo ni siquiera nos damos cuenta de que estamos participando en ella. Cuando recortamos, todo se simplifica y empezamos a sentirnos más ligeros.Reduce el consumo de medios de comunicación (redes sociales, noticias, televisión).
Reduce las compras y los gastos
Reduce el consumo de comida y alcohol
Reduce el consumo de cosas negativas (violencia en televisión, personas negativas, libros perturbadores, cotilleos).
Incluso reduce los viajes (a veces todo lo que necesitas es tiempo libre cerca de casa, no tiempo esperando en aeropuertos, conduciendo por autopistas y haciendo colas)
Limita la toma de decisiones
Todos los días tomamos miles de pequeñas decisiones que consumen demasiada energía y capacidad intelectual. Así que establece sistemas y hábitos que te permitan ir en piloto automático sin tener que tomar muchas de las decisiones diarias más mundanas.Establece un plan de comidas para una o dos semanas y cíñete a él (no tendrás que tomar decisiones sobre las comidas nunca más, ni hacer las mismas listas de la compra una y otra vez).
Simplifica tu armario para tener sólo 5-7 prendas que te queden bien (no tendrás que tomar decisiones matutinas sobre tu vestuario).