Aquí hay ciertos consejos para ayudarte a simplificar el proceso mientras te mantienes dentro del presupuesto y dejas espacio para la creatividad en la cocina.
Desarrollar una buena rotación
Tener algunas comidas que haces semanalmente ayuda a iniciar los esfuerzos de la planificación. Veo estas comidas como la base de mi plan porque son muy consistentes.
Por ejemplo, sé que tendremos hamburguesas de pechuga de pollo y salmón una vez a la semana, y tengo algunos aspectos diferentes que puedo intercambiar. Me gusta tener un poco de flexibilidad, por lo que el día de la semana que comemos estas comidas varía. Pero si deseas tener consistencia, puedes designar ciertas comidas para ciertos días de la semana.
Aprende a amar las comidas por lotes
Las comidas en lotes son otra parte fundamental de la planificación de comidas porque proporcionan sobras; puedes cocinarlos una vez y disfrutarlos dos o tres veces. Puedes convertir fácilmente casi cualquier comida en una comida por lotes doblando o triplicando los ingredientes. Los espaguetis y otros platos de pasta son excelentes sobras, al igual que las enchiladas de pollo, las sopas y los guisos. Si sabes que tienes una temporada ocupada por delante, has algunas comidas por lotes con anticipación y congelelas.
Consejos para guardar las sobras
Para mantener sus sobras seguras, guárdalas dentro de las dos horas de haberlas cocinado. Las bacterias crecen más rápido en temperaturas más cálidas. Para ayudar a que las sobras se enfríen más rápido y minimizar el crecimiento de bacterias, guárdelas en varios recipientes pequeños en lugar de uno grande. Esta es también una buena manera de dividir las sobras en porciones del tamaño de una comida.
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Uso de productos y hierbas
Conoces el sentimiento: compras una bolsa de espinacas y haces un voto de comer sano, solo para tirar esa misma bolsa sin abrir al final de la semana porque las hojas están marchitas y pegajosas. Para evitar este escenario, es mejor hacer un plan para tus productos y hierbas frescas.
Compra solo lo que sabes que vas a comer. Una forma de hacerlo es eligiendo menos variedades. Si ya tengo manzanas, bananas y fresas en el carrito, me saltaré las uvas porque sé que probablemente no las comamos todas. Si deseas más variedad, puedes reducir los desechos comprando cantidades más pequeñas de cada tipo. En lugar de una bolsa de naranjas, solo compre tantas como creas que vas a comer en la próxima semana.
Considere productos congelados.Los productos congelados son básicamente un alimento maravilloso. Es rápido y fácil de preparar. No irá mal si no lo usas de inmediato. Y, en general, los productos congelados son tan nutritivos como los productos frescos.
Consejos para hierbas frescas.Con unos pocos trucos simples, puedes asegurarte de que tus hierbas duren lo suficiente como para usarlas en múltiples recetas. Las hierbas suaves, como el cilantro, reciben un tratamiento similar al de un ramo de flores. Recortar los tallos y poner las hierbas en un vaso de agua. Si los colocas en el refrigerador, cúbrelos sin apretar con una bolsa de plástico o una envoltura de plástico. Si usas albahaca, ten en cuenta que prefiere la temperatura ambiente.
Planifica de acuerdo a tu horario
Alinea tu horario de compras y tu plan de comidas. Si compras cada par de días, solo necesitarás planificar un par de días de comidas. Por otro lado, si realizas una gran compra masiva una vez al mes, deberás hacer un resumen del mes. En cualquier caso, ayuda hacer tu plan de comidas antes de comprar, para que puedas dirigirte a la tienda con una lista en la mano.
Un plan de comidas puede sonar complicado, pero el objetivo es hacer que tu vida sea un poco más fácil y que el proceso de preparación de alimentos sea más agradable. Ya sea que te estés adaptando a la vida sin la cafetería de la universidad o estés alimentando a una familia en crecimiento, puedes seguir estos consejos y ajustarlos a tu estilo de vida. ¡Buen provecho!