Tal vez te hayas encontrado con cansancio sin razón aparente o experimentando aburrimiento por las cosas cotidianas.
Y es que tantas malas noticias, el trabajo que nos absorbe, la preocupación por los gastos, las responsabilidades y demás, parece que no podemos dejarle tiempo a lo que de verdad queremos.
Pero no tiene porque ser así, solo presta atención y aprenderás a llevar un estilo de vida más sencillo, relajado y sin complicaciones.
Consejos para simplificar tu vida y ser más feliz
No acumules posesiones. No está mal que quieras tener cosas bonitas, pero tus pertenencias deberían limitarse a lo que realmente necesitas y/o te hace feliz. Tener una casa llena de posesiones no te dará felicidad, eso lo hacen las experiencias que vives. Antes de adquirir algo nuevo, pregúntate si realmente te hace falta y si te dará felicidad.
Reconsidera tus metas. Es muy común que la gente haga listas completas de lo que quiere hacer en la vida. Esto esparce tu atención, volviendo difícil que te concentres en lograr una cosa a la vez. Piensa en tus objetivos y elige uno o dos que estés seguro de que son tu camino. Es uno de los mejores consejos para simplificar tu vida que puedes aplicar.
Empieza a pensar positivo. Vivimos en tiempos en los que parece imposible esperar lo mejor del mundo, sin darnos cuenta de que es él quien espera lo mejor de nosotros. Así que tiende siempre a pensar lo mejor, sin importar las circunstancias, pues no ganas nada haciendo lo contrario. Te sorprenderá lo mucho que cambia tu entorno.
Cambia tu rutina. Los quehaceres de la casa, compromisos laborales, religiosos, actividades diarias, en la escuela y demás, a veces nos pueden hacer perder de vista las cosas que de verdad nos llenan. No te dejes absorber. Haz que cada día valga la pena, dedicándole tiempo a lo que te apasiona. Renuncia a gastar tu energía en lo rutinario.
No seas una persona ocupada, solo disfruta lo que haces. Trabajar y/o mantenerse ocupado se ha vuelto el estilo de vida de muchas personas, lo que conduce al estrés y a vivir para trabajar. ¿Pero qué tal si hicieras lo contrario? Encuentra aquello tu objetivo en la vida y dejarás de sufrir al estar trabajando.
Deja de gastar. Los lujos no siempre son sinónimo de felicidad, no te dejes engañar por las marcas ni los anuncios. Si vas a adquirir una casa, un auto, una prenda de ropa o un objeto, deberías pensar siempre en su utilidad y comodidad, más que en el precio o el fabricante. Simplemente usa aquello que te haga sentir bien. Gastar no te da estatus.
Aliméntate naturalmente. La alimentación tiene mucho que ver con nuestro estado de ánimo, no solo con la salud. Lo mejor que puedes hacer por tu cuerpo, es comer cosas naturales y dejar a un lado la comida chatarra, los refrescos, los alimentos congelados y todo aquello que tenga conservadores e ingredientes dañinos.
Despréndete de tus dispositivos. No tienes que estar todo el tiempo pegado a la computadora o a tu teléfono; ni sentir estrés o miedo cuando te faltan tus aparatos, esta dependencia es una pésima señal. Úsalos solo para lo más indispensable y disfruta de lo que tienes a tu alrededor. Te sentirás más alegre.
Jamás hables mal de nada ni nadie. Quejarse de las cosas o las personas requiere mucha energía de tu parte, y cuanto más gastas en hacerlo, más presente está aquello que odias en tu vida. Prométete que de tu boca solo saldrán cosas útiles y positivas, y nunca prestes atención a los rumores que ni siquiera sabes si son ciertos.
Cultiva tus relaciones. Es genial usar las redes sociales para conocer gente nueva, comunicarte con alguien que está lejos o enviar mensajes rápidos. Pero no por eso vas a descuidar a tu familia y amistades. Es más importante sentirse conectados por medio de experiencias, que a través de una plataforma social.
Toma muy en serio estos consejos para simplificar tu vida y las cosas serán más sencillas, más fluidas y más felices para ti.
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