¿Crees que tú eres lo que piensas? Te identificas con tus pensamientos hasta el punto de interpretar mucho más de lo que hay. Intentas dar explicación a muchas situaciones e inevitablemente haces uso de tu experiencia pasada para explicar tu presente. Tu mente se adelanta y te preocupas por lo que pueda pasar. Prejuzgas tanto situaciones como personas de forma automática y sin consciencia, lo que te lleva a distorsionar la realidad. Y lo peor, es que acabas sufriendo por ello y generándote emociones de las que no puedes salir, hasta que no tomes consciencia del mecanismo que ha hecho que lleguen a ti. ¿Te sientes identificado con esta situación?
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Continuamente estamos generando pensamientos, sentimientos y emociones que se transforman en malestar y sufrimiento. Lo justificamos con lo que pasa a nuestro alrededor, pero lo cierto es que la responsabilidad del mecanismo mental que utilizamos es nuestra, y de nadie más.
Nuestra mente es un poderoso instrumento, y con él podemos autodestruirnos o contribuir a nuestro desarrollo personal. Esto depende de nosotros y del uso que le demos. A lo que nos enseña la meditación a través de la atención plena es a usar nuestra mente para ampliar nuestra consciencia y desarrollarnos en el ámbito de la salud. Ayudándonos a evitar el sufrimiento innecesario que se apodera en muchas ocasiones de nuestras vidas.
Los beneficios que aporta para nuestra salud la atención plena
La meditación nos ayuda a desarrollar la atención plena pero, ¿para qué sirve la atención plena? La respuesta, es que la atención plena, tal y como nos han demostrado las investigaciones, nos dota de un método eficaz para gestionar nuestras emociones, nuestros pensamientos y reacciones. Cuando aprendemos a gestionar esta serie de cuestiones vitales, nos preparamos para afrontar situaciones, que habitualmente pueden hacer que caigamos en depresiones, trastornos de ansiedad y un profundo malestar.
Al desarrollar esta capacidad que todo ser humano posee, la atención plena, desarrollamos actitudes que nos hacen aceptar nuestras vulnerabilidades, nuestra fragilidad y sensibilidad. Esta aceptación supone un cambio para nuestra mente, que de inmediato se predispone a dejar de luchar contra lo que sentimos y lo que experimentamos. Esto es lo que verdaderamente libera a nuestra mente para centrarse en el presente.
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Cuando centramos nuestra mente en el presente gracias a la aceptación y al conocimiento de uno mismo, aprendemos a conectar con nosotros para desarrollar nuestro autoconocimiento. ¿Qué beneficios tiene esto para nuestra salud? Inevitablemente nuestra salud se ve influida por nuestra actitud mental. Mediante esta actitud mental a la que nos lleva la atención plena, aprendemos a controlar el estrés y la ansiedad.
El estrés y la ansiedad son producto de cómo estamos manejando nuestra mente. Es algo que, por desgracia, la gran mayoría de personas sufrimos habitualmente. Muchas enfermedades y trastornos mentales están asociadas a los niveles de ansiedad y estrés de nuestro organismo. Aumentamos nuestro cortisol (hormona que se libera en nuestro organismo como respuesta al estrés) y sus efectos pueden ser devastadores para nuestra salud.
Mediante la atención plena y la actitud mental que aprendemos a desarrollar, se ha comprobado como descienden los niveles de cortisol ante situaciones por las que pasamos en nuestro día a día que normalmente hacen que aumente. Tiene mucho sentido cuando indicamos que nuestra salud y nuestro malestar no dependen directamente de las circunstancias. Nuestra salud en muchas ocasiones depende de nosotros mismos, de cómo hemos aprendido a gestionar los pensamientos y las emociones ante ciertas situaciones.
Mejora nuestra salud emocional
La salud emocional, tal y como han demostrado las investigaciones al respecto, es un indicador tanto de salud física como mental. Mediante la atención plena es posible desarrollar la inteligencia emocional, para que hagamos una mejor gestión de nuestras emociones, con lo que ello supone.
Si aprendes a gestionar tus emociones, te aseguramos que también irá implicado el autoconocimiento, el cuidado y la concentración. Este es uno de los pilares básicos para el desarrollo y el crecimiento personal. Por eso no es de extrañar que hoy día se publiquen numerosos libros, artículos, conferencias y cursos al rededor de este tema que está tan en auge. Su importancia ha sido demostrada y la atención plena está totalmente relacionada con la gestión de las emociones.
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Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Toronto demostró que las personas que hacen una práctica continuada de la atención plena (mindfulness), acaban desarrollando un mayor control emocional que las personas que no incorporan esta práctica en sus vidas. Obtener un mayor control emocional supone enfrentarse a las situaciones sin que nos afecten más de lo necesario. El objetivo no es eliminar las emociones que nos desagradan. A lo que nos ayuda la regulación emocional es a ajustar esas emociones, para no amplificarlas demasiado y para no reprimirlas, puesto que ambos extremos son peligrosos y nos generan un continuo sufrimiento.
Las personas que desarrollan su inteligencia emocional no eliminan ningún tipo de emoción, simplemente aprenden a aceptarlas, vivenciarlas y atenderlas de la forma más adecuada, para que no afecte a su mundo interno. En esto también tiene mucho que ver la calma mental que se ejercita gracias a al atención plena. Y es que para atendernos correctamente y poder escucharnos necesitamos antes calmar nuestra mente, alejándola de todo el ruido mental que contamina nuestras emociones y nuestra conducta.
Al mejorar nuestra salud emocional estamos contribuyendo a mejorar cualquier aspecto de nuestra salud, puesto que las emociones intervienen en muchos procesos biológicos, influyendo tanto en un mayor bienestar como en la aparición de algunas enfermedades. Al aprender a gestionar nuestras emociones evitamos nuestra autodestrucción.
Cada vez más expertos del mundo de la medicina y la psicología insisten en la importancia de cuidar de nuestra mente, tal y como propone el método Crear Salud. Debemos ser conscientes de que para llevar una vida saludable también necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral. Herramientas como la app Siente que puedes descargarte aquí pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida libre de estrés. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.