Recibe el nombre de fibra dietética, y hace referencia a la parte comestible proveniente de los cereales y vegetales, aunque no digerible. Esto quiere decir que no es absorbida por el intestino delgado, aunque sí son fermentados por el intestino grueso.
Existen dos tipos de fibra: la insoluble y la soluble. La fibra insoluble tiene la función de aumentar las heces, facilitando el tránsito intestinal. La fibra soluble ayuda a captar el agua, formando geles a nivel intestinal.
Beneficios de la fibra
La fibra tiene numerosos beneficios para nuestro organismo, por la que es muy recomendable incorporarla en nuestra alimentación. Ambos tipos suelen estar presentes en los alimentos que consumimos, y los beneficios son los siguientes:
Disminuye la glucosa en la sangre.
Ayuda a prevenir frente a algunas enfermedades del corazón.
Desarrolla la flora bacteriana saludable, lo que hace que aumenten las defensas.
Es el aliado perfecto para ayudar a reducir los niveles de colesterol.
Ayuda a perder grasa en el cuerpo al dificultar su absorción.
Aumenta la sensación de saciedad.
Recude las probabilidades de tener enfermedades del colon o intestinales. Podrás controlar a la perfección tu dieta y tu peso utilizando la fibra. Además, cuenta con una absorción de hidratos de carbono más lenta y continuada. Esto es realmente bueno para aquellos deportes que precisan de la implicación de una mayor cantidad de energía durante su realización.
Pero, ¿cuánta fibra está recomendada tomar? Siguiendo los consejos de los expertos, lo recomendable es tomar entre 25 y 35 gramos al día. Si llegásemos a consumir 50 gramos o más, podríamos tener algunos problemas gastrointestinales, entre los que se incluyen: distensión abdominal, hinchazón, dolor abdominal, flatulencias… Aún así, esto debe ser valorado por el deportista en cuestión y es importante encontrar el equilibrio entre ambos tipos de fibra para no producir el efecto contrario al deseado.
Las dietas ricas en vegetales suelen tener un alto contenido en fibra soluble e insoluble. Consumir fibra antes o durante el ejercicio ayudará a que los niveles de glucosa en sangre se encuentren estabilizados. Sin embargo es importante no pasarse con su consumo, ya que algunos atletas pueden ser más sensibles a la fibra y experimentar calambres estomacales, intestinales o diarrea.
Aquellos deportistas que sigan dietas hipercalóricas debido a lo exigente de su deporte, no deben preocuparse en exceso por la fibra, sino ingerir alimentos altos en hidratos de carbono, tales como pasta, arroz o patatas.