Hace unos dos meses decidí liarme la manta a la cabeza y, después de hablar durante mucho tiempo sobre el tema, probar finalmente un enema de café.
Los resultados han sido positivos cada vez que las he probado confirmando lo que muchos otros han experimentado antes que yo. Aumento de energía y, según la teoría, efectos detoxificantes.
Por ello, he decidido escribir esta pequeña guía y contarte todos los secretos del enema de café.
¿Qué es un enema de café?
Se trata de una hidroterapia herbal antigua en la que se llena una bolsa de enemas con una mezcla de agua y café, se introduce por el recto, y se deja allí de 15 a 30 minutos antes de expulsarlo en el retrete. Un biohack en toda regla.
La planta del café ha sido parte de la medicina herbal y chamánica durante miles de años. Por algo será.
Según el doctor Lawrence Wilson, el enema de café estaba incluido en la lista de terapias del manual Merck hasta 1984. El porqué se dejaron de utilizar podríamos preguntárselo a George Orwell; quizás eso fue lo que le inspiró a hacer su famoso libro.
¿Por qué hacer un enema de café?
Estás rodeado de toxinas y contaminación.
Por ejemplo, los niveles ambientales de plomo, mercurio, cadmio, arsénico, aluminio, uranio, berilio, bismuto, y circonio son muy altos (1). Además, las leyes de la mayoría de naciones permiten la adición de más de 1000 químicos diferentes en nuestra comida, incluidos pesticidas y herbicidas. Las drogas y fármacos que usamos también son químicos que el cuerpo no reconoce. Y por otra parte, el uso de drogas recreacionales (para el que le guste) y el humo pasivo también son toxinas que sobrecargan el cuerpo.
Pero supongo que si tú está leyendo este artículo en salud estratégica, probablemente no caminas con un cigarrillo en tu boca. Sin embargo, todos estamos expuestos a la contaminación ambiental, el humo pasivo y el agua convencional. Todos estos residuos tóxicos puede permanecer en tu cuerpo durante décadas. Por ello, la principal razón para usar enemas de café es la detoxificación del cuerpo.
Además de detoxificar los enemas de café pueden:
Limpiar y sanear el colón
Detoxificar el hígado
Reducir el dolor crónico
Ayudar en la eliminación de parásitos
Incrementar la claridad mental y los niveles de energía…etc.
De hecho, investigando sobre el enema de café he descubierto 12 razones diferentes para considerar esta práctica. A saber:
1. Acción astringente
El café tiene un efecto antiinflamatorio y cicatrizante del colon y ayuda así en la renovación de la mucosa intestinal que normalmente está cargada de toxinas.
2. Limpieza mecánica
Un enema de café limpia mecánicamente el colon, se lleva sustancias tóxicas, y con frecuencias parásitos (soy testigo, pero te ahorro las fotos), bacterias, colonias de levaduras y otros residuos. Otro efecto mecánico es el incremento de la peristalsis que causa que el colon sea más activo y expulse así sus contenidos completamente. Los enemas pueden ayudar a limpiar las heces que han sido compactadas.
3. Efecto antioxidante
Todos sabemos que el exceso de oxidación es malo para nuestro bienestar. El clásico ejemplo es la manzana que se vuelve marrón en presencia del oxígeno del aire. El café contiene moléculas antioxidantes que previenen la oxidación. Estas moléculas son particularmente beneficiosas para el hígado, que es muy susceptible al daño oxidativo.
4. Aumento del pH o alcalinidad del tracto intestinal
Probablemente se deba al incremento de flujo de bilis. El incrementar la alcalinidad del intestino delgado lo hace mucho menos agradable para los parásitos. Esto mejora la calidad de la flora en los intestinos y reduce el riesgo de disbiosis.
5. Ácidos palmíticos
En los años 70 y 80 investigadores del laboratorio de Lee Wattenberg identificaron sales de ácidos palmíticos en el café. Éstos actúan como potentes promotores de la enzima glutatión S-transferasa que es una enzima muy importante en el hígado. Esta molécula es parte del sistema de detoxificación que cataliza la unión de muchas toxinas presentes en la sangre al glutatión. El doctor Max Gerson, uno de los mayores defensores de los enemas de café, dice:
“Heubner y Meyer de la Universidad de Goettingen (Alemania), han demostrado en modelos animales que la administración rectal de cafeína dilate los conductos biliares y promueve el flujo de bilis. Los compuestos teofilina y teobromina, constituyentes del café, dilatan los vasos sanguíneos y contrarrestan la inflamación del intestino. Los palmitatos del café promueven la enzima glutatió S-transferasa, que es responsable de limpiar muchas toxinas de la sangre. Finalmente, el agua en el enema estimula la peristalsis y el tránsito de desechos y toxinas desde el duodeno hasta el recto.”
6. Efectos coleréticos de la cafeína
Como afirma el doctor Herson, el café causa la dilatación de los conductos biliares, que facilita la excreción de productos tóxicos en el hígado y su diálisis desde la sangre hasta la pared del colon. Esta propiedad de la cafeína, cuando se administra correctamente, corresponde a los coleréticos.
Mientras que otros agentes clasificados como coleréticos también aumentan el flujo de bilis desde el hígado, la mayoría no promueven a la vez la efectividad de las enzimas detoxificantes y no aseguran el paso de la bilis desde los intestinos hasta el recto. De tal forma, la bilis normalmente se reabsorbe antes de salir con las heces . Por ello, la habilidad de detoxificar del café entre los coleréticos es única porque no permite la reabsorción de bilis y sí que apoya las enzimas de detoxificación en el hígado.
7. Selenio y zinc
El café contiene algunas formas de selenio y zinc que se absorben bien a través del recto. Esto es una de las principales razones que causan la mejora de la actividad enzimática de detoxificación en el hígado.
8. Protección contra las toxinas en el café
El café puede contener algunos tóxicos metálicos como el plomo y cadmio y también algunos alcaloides. Además, el café molido puede estar un poco rancio porque contiene aceites poliinsaturados que suelen oxidarse fácilmente. La ventaja de “tomar” café en enema es que las toxinas no se absorben tanto como cuando lo tomamos oralmente. Esto se debe a que la boca y el esófago el café se absorbe parcialmente hacia la circulación general, mientras que todo el café del enema pasa directamente al hígado (reduciendo las toxinas) a través del sistema portal antes de llegar a la circulación.
9. Relajación del sistema nervioso simpático
Los enemas de café pueden relajar la respuesta de lucha o huida del sistema nervioso simpático. Esto puede parecer extraño, puesto que el café contiene cafeína, que es un estimulante. Posibles explicaciones para esta relajación del sistema nervioso simpático incluyen: 1) la estimulación de dos órganos parasimpáticos importantes como el hígado y el intestino grueso, 2) los nutrientes en el café, 3) la eliminación de toxinas irritantes del cuerpo.
10. Reducción de la autointoxicación
La autointoxicación es una palabra que se usa para describir la producción de toxinas dentro del cuerpo, usualmente debido a la acción de ciertas bacterias y levaduras al digerir el alimento. La mayoría de la autointoxicación es resultado de la fermentación y/o putrefacción de la comida que tiene lugar en el intestino grueso. Esto puede causar gas, hinchazón y olores (de los malos). Al limpiar el colon de levaduras, parásitos y otros patógenos, e incrementar el flujo de bilis, los enemas de café pueden reducir la autointoxicación.
11. Mejora de la piel
Tu cuerpo está constantemente eliminando toxinas. Si tu color no funciona bien el cuerpo debe utilizar métodos alternativos para la eliminación. Y uno ellos es la piel. En muchas ocasiones los problemas como dermatitis, acné, eczema, psoriasis,…etc., tienen una causa interna y tratarlos a nivel local con pomadas y lociones no es la solución definitiva. Los enemas de café pueden asistir en la restauración de los sistemas de detoxificación del hígado y colon y ayudar así a mantener la salud de la piel.
12. Desarrollo personal
Finalmente, hay que decirlo, hacerse un enema de café es algo que requiere algo de valentía, una mente abierta y muchas narices para mantener el brebaje en el colon de 15 a 30 min. Si no te asusta la autoexperimentación, los enemas de café te pueden ayudar con el viejo “conócete a ti mismo”, sólo que con un ángulo distinto al habitual…
¿Cuál es el mejor café para tus enemas?
Lo último que necesitas es introducir más toxinas por tu trasero. Lo mejor es usar un café normal, cafeinado y no instantáneo para tus enemas. Aquí te dejo algunas sugerencias extra basadas en la experiencia de años del doctor Wilson:
1. Un café tostado medio u oscuro es mejor
Parece ser que este tipo de café restaura los niveles de antioxidantes (vitamina E) y glutatión de forma más efectiva que los cafés de tostado más ligero. Además, cuanto más tostado el café menor es el contenido de cafeína y esto es lo deseable para los enemas.
2. El café biológico es mejor
Como decíamos antes lo último que quieres es tener pesticidas en tu enema. Pero la mayoría de cafés comerciales han usado algún tipo de pesticidas en su proceso. Estas sustancias se usan para matar a las plagas y defender las cosechas de bacterias…etc., y por ello alteran tu flora. El café cultivado de forma orgánica tiene menos residuos y, por lo tanto, es mejor para un proceso de detoxificación. Si además el café es de comercio justo pues todavía mejor.
¿Cuál es el mejor equipamiento para tu enema de café?
Si prefieres el superlujo hay cubos de acero inoxidable que están especialmente diseñados para este tipo de aventuras. Sin embargo, por motivos de economía y simplicidad personalmente uso la tradicional bolsa de enemas de dos litros. Soy consciente de que están hechas de plástico pero no lo veo como un problema mayor. Es una cuestión de preferencias, la versión VIP es más cara pero también te aseguras el no entrar en contacto con plásticos. Tu elección.
Si ya tienes el cubo o bolsa de enemas, el resto de elementos son muy pocos: un poco de café (como expliqué arriba), 30 minutos y ganas de aventura.
¿Cómo hacer un enema de café?
Aquí vienen los detalles:
1. Prepara tu café
Hay muchas formas diferentes de preparar el café, desde una cafetera normal hasta un percolador, al vapor…etc. La verdad es que no soy muy cafetero así que desconozco todos los métodos que hay. Últimamente he usado la “prensa francesa” cuando pongo café a mis batidos. Si no tienes nada para hacer café también puedes usar una sartén. Es super fácil:
1. Pon 80 ml (1/3 cup) de agua en la sartén (preferiblemente de acero o de cerámica). Es mejor usar agua destilada o mineral, aunque agua del grifo filtrada también vale.
2. Añade de ½ a 2 cucharadas soperas de café y sube la temperatura hasta que empiece a hervir.
3. Cuando el agua y el café están hirviendo, reduce el calor y déjalo hervir a fuego lento durante 10 minutos. Entonces, apágalo y pon la sartén en una superficie sin calor. Añade 250 ml (1 cup) de agua. El café debería estar ahora a temperatura ambiente, si está todavía caliente espera un poco hasta que se enfríe. El café calentito es para degustarlo y en invierno, no para esto…
2. Pon el café en la bolsa de enemas
Asegúrate de que has filtrado bien el café (lo último que quieres son granos de café en la retaguardia) e introduce el café en la bolsa de enema si ya está a temperatura ambiente. Si todavía está muy caliente puedes añadir un poquito de agua.
3. Saca el aire de la bolsa de enemas
Esto es importante ya que si no lo haces te va a resultar mucho más difícil retener el líquido el suficiente tiempo.
4. Lubricante
Esto es opcional pero siempre ayuda. Aplica un poco de aceite de oliva o coco a la entrada del enema para facilitar las cosas. Lo bueno, si es fácil, dos veces bueno.
5. Descarga
Lo ideal antes de hacer un enema de café es “hacer de cuerpo” como dice un amigo mío. De esta manera el café tendrá un mejor contacto con la pared intestinal y llegará más fácilmente al hígado. Lo más fácil es hacer un enema rápido de agua para ir desalojando.
6. Que empiece la diversión
Bueno… o el sufrimiento. Una buena idea es hacer el enema dentro de la bañera por si hay fugas.
7. Relájate
Si puedes, relájate, aunque seguramente te entren ganas de ir al baño, aguanta un poquito y lo conseguirás (a menos que no hayas sacado bien el aire como te recomiendé arriba). Intenta estar tumbado durante 15 o 30 minutos para que el café pueda hacer su efecto. Puedes llevarte algo de música, meditar o escuchar tu podcast favorito.
8. Aterrizaje
Después de los 15 o 30 minutos vacía tu enema en el retrete, es fácil. Limpia todo tu equipamiento con jabón y déjalo secar al aire.
Misión cumplida, enhorabuena. En esos momentos deberías sentirte ligero como el aire y fresco como una lechuga…
¿Con qué frecuencia deberías hacer un enema de café?
Si quieres hacer un protocolo intensivo de detoxificación, puedes hacer un enema de café diariamente, incluso hasta tres o cuatro veces al día como hacen en el Instituto Gerson. Pero para esto recomiendo hacerlo bajo supervisión experta.
Personalmente, he hecho un enema cada dos o tres días durante 10 días como parte de un programa de detoxificación. Pienso que puedes hacer un enema de café de vez en cuando sin problemas. No es algo para hacerlo con regularidad sino puntualmente.
Algunas personas y autoridades piensan que los enemas de café pueden crear codependencia pero dado que es algo que se ha usado durante tanto tiempo y con efectividad a la hora de asistir en la detoxificación, yo no veo tal peligro si se siguen las normas básicas de higiene. Tampoco he podido encontrar evidencia en “blanco y negro” sobre sus contraindicaciones.
Conclusión
El enema de café es un método con décadas (posiblemente mucho más tiempo) de historia y experimentación. Para la mayoría de gente es un método seguro y efectivo para limpiar residuos del colon y aumentar la detoxificación del hígado. Si hay algo de lo que mucha gente sufre hoy día en la “granja urbana” es de problemas digestivos y de detoxificación. Ésta es otra arma más en tu arsenal.
Por favor, deja tus comentarios y preguntas sobre enemas, estreñimiento y los rigores de este tipo de detoxificación abajo, y ¡no seas demasiado explícito!
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