La primera vez que comencé a hacer una practica que daba real importancia al tema de la voluntad fue en terapia. En ese minuto estaba trabajando en la linea reichiana con la corriente de orgonoterapia. Dicha corriente trabaja esencialmente con ejercicios de percepción y corporalidad, de manera que la persona desarrolle la capacidad de situarla corporalidad en el campo perceptivo. Uno de los ejercicios incluía la practica de salir a correr. Puedo recordar como si fuera ayer el día en que comprendí el primer pilar de la disciplina: estaba en mi sesión contándole a J. -mi terapeuta-, cómo me había ido y le dije “fue genial, estuve feliz, por fin pude disfrutarlo.” Para mi sorpresa él me respondió, “eso no es tan bueno. Es importante que entiendas que debe ser irrelevante si te gusta o no el ejercicio.” Yo, que había pensado que era un triunfo el disfrutarlo,me costó en un principio entender que el punto estaba más en hacer el ejercicio que en si yo lo disfrutaba o no.
El punto de fondo en esto es que cuando nos gusta hacer algo y lo hacemos solo por esa razón es muy probable que haya momentos en que esa atracción se desvanezca. Esto es simplemente porque los gustos y las ganas, por definición, son fluctuantes: si hoy nos gusta el chocolate y lo comemos aunque sea un poquito todos los días, llega el momento en que nos cansamos y queremos parar.
Todo este funcionamiento esta muy bien cuando se trata de actividades sin un propósito definido, como cuando hacemos cosas que nos complacen, nos entretienen o tienen la finalidad de darnos un disfrute. Sin embargo, cuando se trata de cosas ligadas al desarrollo personal, el trabajo o los procesos de crecimiento la necesidad es la de poder pasar por sobre los antojos y tener la claridad de lo que es necesario para alcanzar una meta más grande o a largo plazo, para lo cual es necesario dominar la necesidad fluctuante del momento.
Es por eso que en general uno de los primeros y más importantes aportes de la disciplina como cualidad, es que te da la experiencia de ir mas allá de lo que te gusta y lo que no. Como las estaciones, te demuestra desde la realidad cíclica de los procesos, a la dimensión de capas de la realidad, otorgando una visión más profunda y certera del funcionamiento de las cosas. Esto es algo que sabe bien la gente que estudia un tema toda la vida o por periodos largos. Todo tiene ciclos y todo tiene niveles de profundidad que solo salen a la luz con la permanencia y el seguir ahondando. Si todo dependiera del antojo del momento, no habría posibilidad de profundización.
Fue esta sencilla lección la que me permitió entender lo importante que era poder incrementar el poder de voluntad, pero la verdad es que no es uno de mis fuertes. Para la mayoría de las personas este es un tema central. Muchos confunden la disciplina con la rigidez y la represión, cuando en realidad es una cualidad de discernimiento e integración, como se entiende claramente en oriente. En mi caso, yo finalmente pude entrar en el territorio de la disciplina por amor o deseo de experimentar un cierto estado espiritual. Es por eso que entiendo bien que el proceso del autodominio es en realidad, el eje central para alcanzar los propios sueños, el desarrollo personal e incluso el amor y la libertad verdaderos.
Una persona que tiene Hara, es una persona en equilibrio y paz
Los japoneses utilizan la palabra Hara para denotar no solo el punto fisiológico del vientre, si no también las cualidades psicológicas y espirituales vinculadas a la persona que ha podido desarrollar su hara o vientre. Las expresiones en japones que hablan de “tener vientre” o “no tener vientre”, se relacionan justamente con esas cualidades propias del equilibrio y de la capacidad de estar centrada/o. Naturalmente en japón se piensa en la persona que ha desarrollado su ecuanimidad, su mente neutral, esa capacidad de actuar no solo desde la razón, si no también desde el estómago, es decir desde la totalidad. Era muy común dentro de la sociedad japonesa incluso hacer la distinción entre las personas que por ejemplo se expresan desde el estómago o desde la garganta o la cabeza, considerando que dependiendo desde el lugar de donde proviene la voz, muchos rasgos de carácter se hacen evidentes. Por otra parte la persona que presenta una falta de desarrollo de su hara, es la persona que funciona sin equilibrio, excesivamente emocional o racional, antojadiza, sin autodominio, sin capacidad de discernimiento.
El mejor ejemplo para denotar esta diferencia se hace evidente por ejemplo en los momentos de peligro, donde una persona con un hara bien desarrollado es capaz de destacarse por su claridad y eficiencia, sabiendo exactamente que hacer manteniendo una calma total.
¿Tengo la energía suficiente para realizar mi tarea? Descompensaciones del Tercer Chakra.
Yogui Bhajan, Maestro de Kundalini Yoga hablaba del tercer chakra como el centro del Guerrero Espiritual. Más allá de las creencias esto tiene que ver con la idea de que en este centro de nuestro cuerpo energético se haya la capacidad o la falta de esta, para saber que somos capaces de realizar nuestra tarea, destino individual o misión. El guerrero es el arquetipo de la disciplina, esa voluntad que se rinde al comando de una orden que lo supera, pero que que al mismo tiempo se enraiza en un proceso de refinamiento y temple interior.
El guerrero espiritual aparece como figura, como idea cuando hemos pasado por esa preparación y aprendizaje de domar nuestras necesidades básicas representadas por los dos centros inferiores del primer chacra, mulhadara (necesidades primarias) y el segundo, swadhistana (creatividad y capacidad de creación a través de la sexualidad).
El tercer chacra nos da la fuerza de poner bajo mando estos instintos y necesidades sin que con ello perdamos la intensidad y fulgor de la pasión y el instinto. Es el puente que nos habla de tener la templanza para entrar a la sabiduría de la compasión, la comunicación, la intuición y la conexión con lo trascendente que son las características de los centros superiores.
Claves del equilibrio del tercer chacra
Cada centro energetico nos da claves para determinar si está en equilibrio o en desequilibrio, de manera que podamos abordar el problema y así extraer el beneficio de ese centro de energía.
De esta manera, cuando el tercer chacra, hara o punto nabhi esta desequilibrado pueden suceder fundamentalmente dos cosas:
1) o creemos que somos el centro del universo (cree que el mundo gira en torno a su ombligo). Un ejemplo de esto son todas las personas que creen que son más que los demás, actúan autoritariamente y tienen muchas dificultades para empatizar con la visión de los otros.
2) o, creemos que no tenemos la fuerza para lograr nada y estamos renunciando constantemente a nuestros proyectos, sueños y ambiciones. Un ejemplo clásico de esto es la muy habitual promesa que se hacen miles de personas de empezar una dieta, una rutina de ejercicio o cualquier proyecto que active la sensación de esfuerzo y que es abandonada antes de empezar.
La descompensación de este centro, también lleva muchas veces a la necesidad de suplir la falta o el exceso de energía con comida, drogas o cualquier sustancia externa que reemplace eso que se haya en desbalance.
Cuando por otra parte, este centro se haya bien equilibrado, sentimos que tenemos todo lo necesario para realizar nuestros proyectos, nuestra tarea, nuestra misión. Tenemos la sensación de autodominio y de autoconfianza que nos permite comprometernos con la tarea de nuestra vida,con nuestra misión, en definitiva con todo aquello que nos permite tener fe en nosotros mismos.
Cómo desarrollar el centro de nuestra fuerza y autodominio
Tanto en danza, como en artes marciales y en las múltiples disciplinas que trabajan con el cuerpo es sabido que el centro de equilibrio y poder se haya en este centro del tercer chakra o hara y son múltiples las vías por las cuales podemos fortalecer este centro de manera que efectivamente podamos aprovechar su fuerza.
Desarrollo físico
En este centro se ubica toda nuestra capacidad de digerir y procesar los alimentos, los nutrientes y los deshechos, por eso el órgano asociado a su funcionamiento es el hígado y su elemento el fuego. Mantener nuestra digestión en perfecto orden es fundamental por lo tanto para ello.
El ejercicio físico por excelencia para este chacra son los abdominales, en cualquiera de sus formas, porque ayudan a ajustar si son hechos correctamente el punto del ombligo.
Desarrollo mental
La determinación es el ejemplo más claro de la actitud mental alineada con un tercer chacra fortalecido. Básicamente implica entrenarse en sostenerse en una idea, proyecto o acción por periodos extensos de tiempo o en áreas que representen un desafío. Por lo tanto, cualquier tarea que te propongas hacer y que ponga a prueba tu determinación irá fortaleciendo tu tercer chacra. Es esencial para esto entender que el centro de tu determinación está en tu porqué. La meta específica puede cambiar, pero el por qué si es el verdadero, tiende a permanecer. Ve a la raíz de tus razones.
Desarollo emocional
La vinculación emocional con este centro tiene que ver con la capacidad de procesar nuestras emociones de manera templada. Piensa en la expresiones asociadas a la zona donde se haya nuestra fuerza. “No tuve el estómago para afrontar la situación”, o “esa mujer sí que tiene agallas”. Todos estos términos se asocian con la capacidad de sostener y digerir situaciones complejas o difíciles sin echarse para atrás. Es la mezcla que da la valentía y la fuerza, es decir el temple. Para desarrollarlo, todas aquellas situaciones que nos ponen en jaque y que nos hacen crecer o que requieren de nuestra fortaleza son un excelente entrenamiento de esa fuerza visceral.
Desarrollo espiritual
El proceso integral de nuestro cuerpo, mente y emociones es lo que está en juego cada vez que entramos al territorio espiritual. No importa cual sea tu creencia, esto tiene que ver con cualquier cosa que sea superior a ti en el sentido en que te trascienda yeso es ditinto para cada persona. Lo relevante es que cada vez que desarrollamos un aspecto de nosostras/os mismas/os en forma integrada y lo ponemos al servicio de algo que vas allá de nuestro propio beneficio estamos en esta vía del desarrollo de nuestra trascendencia. El emprendrr una tarea por ejemplo de beneficio social, del tipo que sea requiere detoda nuestra detrminacion, foco, fuerza y temple, es la integración de todos los elementos al servicio. Para muchas personas la vía más rápida por lo tanto de desarrollar su centro de fuerza y autodominio es esta, pues necesitan un sentido mayor que si mismos para motivarse a hacer todas estas cosas.
Es importante en definitiva saber que como toda cualidad humana, la fuerza es algo que se desarrolla y que en este caso es fundamental para lograr la materialización de nuestros sueños y proyectos. Piensa solo por un instante que pasaría si pudieras sentir con total certeza que no importa lo que te propongas, tiene la capacidad absoluta de lograrlo, que no hay fuerza que te detenga y que tienes toda la que necesitas para llegar hasta donde vas. Es una sensación muy impresionante, pero requiere trabajo. Como algo que lei por ahi en las redes sociales, no hay destino que valga la pena que no requiera un esfuerzo. Quiero recalcar esta idea. El Hara o tercer chakra, es un centro que se activa a través de la acción, no tendrá mucha utilidad que leas este artículo y no realices ninguna prueba o ejercicio. Ponte en marcha y desarrolla tu capacidad para tener esa experiencia única de poder confiar en ti. Recuerda que es un proceso que se construye día a día, así que se gentil contigo misma y paciencia.
Te dejo una guia completa para que puedas desarrollar tu punto de fuerza, en cada uno de sus aspectos desde lo mas simple a lo mas complejo y así puedas construir de manera clara y sencilla el camino paso a paso para desarrollar esa fuerza dormida de tu interior.
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La entrada Activa el Centro de tu Fuerza: Tercer Chakra o Hara aparece primero en Blog Premalilah.