La gran carga de tareas diarias que tenemos y el tipo de responsabilidades con las que cargamos, hace que el estrés sea un acompañante habitual en casi nuestro día a día. Los cambios, las adversidades, los problemas, las discusiones, relaciones tóxicas, falta de entendimiento, mudanzas, separaciones, etc. Todo se acumula, todo ello forma parte de nuestras vidas, nadie está a salvo. Y es por eso que se vuelve imprescindible aprender recursos que nos ayuden a manejar el estrés.
Si te estás preguntando ¿qué puedo hacer para disminuir mi estrés? y, sobre todo, ¿cómo puedo dejar de estar estresado ante todo el ajetreo que hay en mi vida?, has de ver que lo primero a lo que has de atender es a tu salud, ya que mantenerte bajo condiciones que habitualmente te generan estrés, seguramente, va a perjudicar a tu salud física y mental. Y para atenderte en este sentido hay cosas que tienes que cambiar. Sobre todo actitudes y hábitos de vida que están perjudicándote.
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Como veremos a continuación hay muchas formas de aprender a manejar el estrés, todas ellas tienen que ver con hábitos saludables, actitudes y comportamientos que tienes que ir modificando poco a poco. Ante todo, tienes que saber que requiere de un esfuerzo y una implicación por tu parte. Sólo tú puedes cambiar esto, así que si te importa tu salud y tu bienestar te animamos a que apliques las siguientes indicaciones para su manejo.
Identifica el estrés y deja de alimentarlo
Lo primero que has de tener en cuenta para aprender a manejar el estrés es aprender a indentificarlo. Esto que parece tan obvio es algo que suele resultar difícil, sobre todo si no estás muy conectado con tu cuerpo. Los primeros signos de estrés aparecen mediante señales, como dolor de cabeza, mayor enfado e irritabilidad, dolor estomacal, etc. Seguro que hay algún dolor habitual o cambios en tu carácter que sabes identificar. Para cada persona es distinto y se vive de distinta forma ¿cuáles son las señales que te aparecen a ti? Presta atención y lo descubrirás.
Una vez que hayas descubierto las señales que te aparecen cuando tienes estrés el próximo paso es que prestes atención a qué tipo de cosas, personas o situaciones son las que te lo generan. Puede ser tu pareja, las relaciones personales, tu trabajo, el dinero, los hijos, problemas de salud, etc. Para cada persona esto puede ser totalmente diferente, pero tienes que identificar cuáles son tus fuentes de estrés. Esto te servirá para comprender de dónde viene, así podrás aprender recursos y generar estrategias que te ayuden a lidiar con esos elementos estresantes.
Un error muy común es el de intentar evitar el estrés con hábitos que perjudican nuestra salud, e incluso aumentan nuestra ansiedad generando más estrés. ¿Esto tiene poco sentido no? Sin embargo, por desgracia, es bastante habitual. Son comportamientos que ayudan psicológicamente a relajarse, pero físicamente son destructivos.
Es posible que te veas reflejado en alguno de estos hábitos, si es así, una solución para dejar de alimentar tu estrés es que modifiques estas conductas:
- Beber alcohol y consumir drogas
- Hábitos de sueño poco saludables, como dormir demasiado o descansar muy poco.
- Fumar tabaco.
- Comidas ricas en grasa y en grandes cantidades.
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A este tipo de conductas son a las que recurrimos cuando nos sentimos estresados. Sin embargo no son nada adecuadas, y además sirven para alimentarlo aún más, por lo que son actitudes contraproducentes. Nos producen un alivio al principio, pero es solamente nuestra sensación la que están aliviando, físicamente nos están disparando hacia un bucle imparable de ansiedad que es lo que nos lleva a sufrir las consecuencias del estrés.
Técnicas saludables para manejar el estrés
Las anteriores estrategias que hemos visto para afrontar el estrés son las que debemos de evitar para no alimentarlo aún más. Las conductas que hay que aprender y ejercitar para el manejo del estrés son las que resultan saludables, y las que realmente ayudan a reducir el estrés.
Puedes emplear tus propias estrategias, descubriendo qué es lo que te relaja y te ayuda a sentirte en paz. Explora y conéctate con tus necesidades, de esa forma también obtendrás muchas estrategias para aumentar tu calma y disminuir tu ansiedad. A continuación te aportamos algunas de las técnicas que puedes probar para reducir el estrés, y que no se instale en ti de una forma permanente. Elige e incorpora en tu vida las que mejor se adapten a ti. ¡Aplícalas en tu día a día y aprende así a manejar el estrés! Hacer ejercicio físico: está comprobado que esta es una de las mejores técnicas para afrontar el estrés. La actividad física ayuda a que nuestro cerebro deje de generar cortisol (las hormonas asociadas al estrés) y por el contrario genere endorfinas (hormonas asociadas al bienestar y la relajación). Hacer ejercicio habitualmente nos aporta muchos beneficios, entre ellos liberar nuestra energía negativa que nos genera tanto sufrimiento y malestar.
Meditar: la práctica de la meditación también ha sido estudiada y altamente recomendada por los profesionales de la salud, para afrontar el estrés y disminuirlo. Nuestro flujo habitual de pensamientos nos genera ansiedad, y la meditación nos ayuda a calmar el ruido de nuestra mente, para que nos centremos en nuestras necesidades y lo que realmente importa. El autoconocimiento nos ayuda a comprendernos mejor, a vivir más relajados y en armonía con los demás.
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Aceptar y reconocer lo que no puedes cambiar: son muchas situaciones las que se nos presentan en nuestras vidas que no dependen de nosotros. Tampoco podemos hacer que todo salga como nosotros queremos o como nos gustaría, todo esto son cosas que normalmente escapan de nuestro control, ya que hay muchos factores involucrados. Aprender a aceptar supone dejar de luchar contra lo inevitable, siendo más flexible para ir cambiando conforme a lo que se pueda ir presentando. Aceptando estas situaciones dejamos de generar tensión ante ellas.
Cambiar de actitud y perspectiva: nuestra actitud puede ser tanto una gran aliada como una gran enemiga para abordar el estrés. Por eso hemos de atender qué tipo de actitud se ajusta a una mejor forma de vivir las circunstancias y las adversidades que irremediablemente se presentarán. Las adversidades podemos vivirlas como aprendizajes o como una lucha estresante que no tiene fin. Nosotros decidimos…
Respiración y relajación: aprender técnicas de respiración ayuda a concentrarnos y a permanecer relajados, sobre todo cuando más lo necesitamos, ante situaciones en las que nos enfadamos o vivimos a un ritmo que nos genera fatiga crónica. Mediante la respiración podemos relajarnos y eliminar las tensiones que tanto malestar nos generan. Perder el control es síntoma de no saber relajarse, y cuando perdemos el control nos precipitamos directamente hacia las profundidades del estrés.
En conclusión, la base para gestionar el estrés está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Debemos ser conscientes de que para combatir el estrés no basta solo con aprender a relajarnos, sino que también necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.
Herramientas como la App Siente – que puedes descargarte aquí – pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida libre de estrés. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para aprender a entrenar tu mente, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.