Identificación y tratamiento de los pensamientos suicidas
Los pensamientos suicidas o ideaciones suicidas son instancias donde una persona se imagina o planifica su suicidio. Las ideas pueden ser planes concretos de acción o, incluso, la idea de dejar de existir, pero no suelen incluir el acto final de quitarse la vida.En este artículo analizaremos el momento en el cual aparecen los pensamientos suicidas para luego adentrarnos en sus causas, el diagnóstico y los posibles tratamientos que existen.
Cómo aparecen los pensamientos suicidas
La ideación sobre el suicidio puede aparecer en distintos momentos de la vida de una persona.Son más frecuentes en periodos de gran estrés emocional como puede ser la muerte de un ser querido, un abandono, un abuso sexual, una enfermedad crónica y otros casos similares en los que se cae en una profunda depresión.
Es importante aclarar que, en psicología, el concepto de pensamientos suicidas se refiere a un patrón de pensamiento recurrente que involucra la idea de quitarse la vida, morir por otras causas o no despertarse nunca más.
Causas y orígenes
La ideación suicida puede tener distintas causas que, por lo general, tienen un origen similar. Cuando se atraviesa una situación que sobrepasa las capacidades de respuesta emocional, la persona siente que perdió el control sobre su vida y que nada puede hacer para sentirse mejor.Existen algunos factores de riesgo que aumentan las posibilidades de tener pensamientos suicidas como:
Historial familiar de violencia y suicidios.
Abusos en la niñez o traumas.
Falta de esperanza.
Falta de contención de amistades o seres queridos.
Adicciones a distintas sustancias.
Condiciones mentales no tratadas.
Diagnóstico psicológico del suicidio
Los pensamientos suicidas son un patrón que debe ser tratado inmediatamente. El profesional de la salud mental debe actuar con rapidez para identificar si existen factores de riesgo que podrían llevar a la persona a quitarse la vida.Por el otro lado, para minimizar el riesgo es necesario descubrir las situaciones pasadas que han llevado al paciente a tener estas ideas. Una vez que se ha explorado los orígenes de este problema, es posible avanzar hacia el tratamiento para eliminarlos y prevenirlos en el futuro.
Tratamiento del suicidio
Para el tratamiento existen distintas alternativas dependiendo de la situación de cada individuo.El trastorno más común en el que se desarrollan es la depresión que puede ser tratado por medio de psicofármacos. De todas maneras, no actúan rápidamente y sus efectos pueden demorar semanas.
Para aumentar la efectividad de los psicofármacos, es necesario realizar, en paralelo, un tratamiento psicológico. De esta manera, se puede plantear un plan de acción compuesto por objetivos alcanzables que podrían contribuir a que los pensamientos suicidas desaparezcan.
Existen distintas terapias con efectos positivos y comprobados en la eliminación de pensamientos negativos automáticos. Son, sin duda, herramientas importantes que permiten que los pacientes puedan salir, poco a poco, de la situación en la que se encuentran.