Tu trabajo ¿es una fuente constante de insatisfacción?
Por desgracia son muchos los que se sienten quemados en el trabajo, y entre los que no se sienten quemados, seguramente pocos son los que pueden decir claramente que trabajan en lo que les gusta, que se sienten valorados y apreciados en sus empresas, que se sienten realizados profesionalmente.
"Mal de muchos consuelo de tontos", dice el refrán... Pero no, no se trata de eso. Podemos y debemos hacer lo posible para sobrevivir a la insatisfacción laboral. Procurar que no nos impida disfrutar del resto de nuestro tiempo, de nuestra vida personal, y mucho menos que afecte a nuestra autoestima.
¿Cómo afrontar la insatisfacción laboral?
Primero, si te ocurre esto, si sientes que tu autoestima se ve perjudicada por culpa de la insatisfacción el en trabajo, lo primero que debes hacer es valorar tus capacidades y tus limitaciones para honestamente reconocer si lo que esperabas de tu trabajo se ajusta o no a ellas. Así podrás descartar que el origen de tu insatisfacción sea consecuencia de que aspiras a más de lo que realmente puedes lograr.
Segundo, si como por desgracia ocurre en muchos casos, a pesar de que posees un buen potencial, es la empresa la que no es capaz de reconocerlo, lo ideal por supuesto sería plantearte un cambio de trabajo.
Claro está que esto es fácil de decir, pero difícil de hacer y más en los tiempos que corren, de manera que es perfectamente legítimo y comprensible ir a lo seguro. Y en este caso, si optas por permanecer en tu trabajo habitual, entonces deberás buscar la manera de desarrollar, de dar rienda suelta a tu capacidad, en otros ámbitos al margen del laboral. Por ejemplo, practicando algún hobbie pero también ¿por qué no? convirtiéndote en emprendedor. Puedes iniciar una actividad profesional o empresarial por cuenta propia, de forma individual o colaborando con otros emprendedores. Una actividad que puedas realizar en tu tiempo libre y que te permitirá, además, seguir reciclándote para no perder esos conocimientos que están siendo infravalorados y desaprovechados en tu trabajo habitual.
Y si consiguieras tener éxito en esa nueva actividad? ¿Quién sabe? Quizá así dispondrías de un plan Bpara en un futuro decidirte a dejar tu otro trabajo.
Finalmente, si bien lo ideal es sentirnos realizados en nuestro trabajo, y que el trabajo sea una fuente de orgullo y satisfacción, tampoco pasa nada si asumimos que... ¿para nosotros el trabajo no es nada más que un medio de subsistencia?
Pues sí, nada más... y nada menos que el medio de subsistencia que nos permite vivir y acceder a todas esas otras cosas que realmente nos acercan a la felicidad: el mantenimiento y disfrute de nuestro hogar, la crianza de nuestros hijos, el cuidado de nuestra salud, los momentos de ocio con los amigos o la familia?
Cosas cotidianas que quizá precisamente por eso, porque son cotidianas, a menudo no sabemos valorar hasta que nos faltan y en las que debemos trabajar todos los días, para disfrutarlas al máximo...
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