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La demanda de productos ecológicos por parte de los consumidores es cada vez mayor, ya no se piensa que sea una moda pasajera, sino una necesidad para cuidarnos y respetar el medio ambiente. Hace años era difícil encontrar productos ecológicos, de la temporada en la que nos encontrábamos y además que fuesen de proximidad. Hoy en día, la mayoría de las grandes superficies cuentan con una zona específica de productos ecológicos.
¿Qué son los alimentos ecológicos?
Existen varios nombres para identificar a los alimentos ecológicos, seguramente hayas escuchado hablar de alimentos orgánicos, bio, naturales… pero ¿sabes lo que significa que un alimento posee esta denominación? Reciben cualquiera de estos nombres los alimentos que han sido obtenidos de manera respetuosa con el medio ambiente, en cuyo crecimiento no se han empleado ni abonos ni pesticidas tóxicos y, en el caso de los vegetales, que no proceden de semillas modificadas genéticamente, también conocidos como alimentos transgénicos.
En el caso de los productos ecológicos de origen animal, este sello nos garantiza que los animales han sido alimentados de manera natural y no han sido hormonados ni tratados con antibióticos. Normalmente esto también implica que han crecido de manera respetuosa, sin estar encerrados en jaulas y que el sufrimiento animal ha sido el menor posible.
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Al comprar este tipo de alimento nos aseguramos de que son alimentos sanos, con todo el aroma y textura propios de su clase. Eso sí, seguramente no cumplan estándares de belleza ni de presentación como los que encontramos disponibles en el mercado, y es que estos han sido tratados con ceras y diversos colorantes para resultar sumamente atractivos, todos con un color y un tamaño ideal y en muchas ocasiones sin apenas sabor. En la agricultura ecológica prima las propiedades del alimento en sí, producido de manera totalmente natural frente a la estética de los alimentos que podemos encontrar sin este sello.
¿Qué son alimentos de temporada y locales?
Si decidimos dar el paso y empezar a cuidarnos consumiendo productos ecológicos, sería bueno que tratásemos de mirar en su etiqueta que sean locales y por supuesto de temporada. Locales significa que son alimentos producidos cerca de la zona donde vivimos. Si vamos más allá en el aspecto nutritivo, numerosos estudios respaldan el concepto de que para sentirnos bien debemos consumir alimentos que crecen en la zona en la que vivimos. Estos alimentos nos aportan los nutrientes que necesitamos según el clima en el que vivamos. Al comprar alimentos de temporada también estamos aprovechando los beneficios que estos alimentos nos aportan según la estación del año en la que nos encontremos.
Consumir productos ecológicos, de temporada y locales no solo nos beneficia a nosotros sino también a nuestro planeta. Los índices de contaminación que resultan a la hora de transportar alimentos de una parte a otra del mundo, solo para que podamos disfrutar de una fruta que no crece en la zona del mundo en la que vivimos, son alarmantes.
¿Por qué es bueno consumir alimentos ecológicos, de temporada y de proximidad?
Porque al ser alimentos procedentes de la agricultura ecológica nos garantiza que no se han empleado productos químicos tóxicos para el organismo del consumidor como del agricultor, y son respetuosos con el medio ambiente.Porque al comprarlos, fomentamos un tipo de agricultura que conserva la biodiversidad y es respetuosa con la fauna. Genera una contaminación más baja de aerosoloes, produciendo menos niveles de dióxido de carbono. Ayudamos a prevenir el efecto invernadero. Tampoco genera residuos contaminantes. En el cultivo de sus productos se utilizan recursos renovables. Al no utilizar tóxicos químicos se evita la muerte de muchas especies, como es el caso de las abejas, y es que su supervivencia se encuentra en grave peligro por el uso indiscriminado de pesticidas, y el resultado de un mundo sin abejas resulta aterrador. Un tercio de toda la producción de alimentos se basa en la función polinizadora de las abejas.
Porque con este tipo de agricultura garantizamos que se preserven las semillas, uno de los grandes problemas de la agricultura masiva es que disminuye la diversidad biológica. A muchos agricultores se les venden semillas que solo sirven para que crezcan los frutos de esa cosecha, los frutos que obtienen no poseen semillas fértiles, de esta manera las grandes corporaciones se aseguran de que los agricultores siempre necesitarán comprar sus semillas.
Porque nos aseguramos de que tanto los vegetales como los animales no han sido manipulados genéticamente. Se utilizan técnicas respetuosas con la naturaleza pero a la vez con una estricta normativa de calidad.
Porque consumiendo este tipo de productos apoyamos el trabajo y la vida en el campo y contribuimos a que se mantenga una gran diversidad de paisajes con la belleza propia de cada estación. También se contribuye a crear empleo ya que en este tipo de agricultura se huye de los procesos de agricultura masiva y se busca la calidad en vez de la cantidad.
Porque las zonas en las que se producen este tipo de cultivos gozan del compromiso del agricultor y el ganadero de cuidar las tierras y conseguir que los animales tengan unas condiciones de vida más dignas que aquellos que tuvieron la mala suerte de nacer en granjas que jamás les permitieron ver la luz del sol. Se respetan sus ciclos y sus necesidades.
Porque al elegir consumir productos ecológicos entramos en un proceso de consumo responsable, apoyando al desarrollo rural, cuidando la naturaleza y contribuyendo a que las personas que han explotado estos cultivos hayan recibido un precio justo por su trabajo.
¿Cómo podemos identificar un alimento ecológico?
Todos los alimentos que tienen esta denominación llevan destacado en su etiqueta “agricultura ecológica”. También llevan un sello que indica que el producto ha seguido unos procesos por los que un organismo oficial ha certificado que el producto cumple con todas las normas que hacen que sea ecológico.
Si el producto no es envasado podemos preguntar si el productor está inscrito en un organismo de control y posee el certificado correspondiente. Es importante saberlo para que no nos den gato por liebre,ya que el precio de los productos ecológicos es un poco superior a los que están cultivados de manera masiva.
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