Los alimentos biológicos están producidos por agricultores que enfatizan el uso de recursos renovables y la conservación del agua y de la tierra para mejorar la calidad medioambiental y que pueda perdurar para que lo reciban las generaciones futuras. En la producción de este tipo de alimentos no se utilizan los pesticidas más comunes como los derivados del petróleo, herbicidas sintéticos, pesticidas o fertilizantes que dejan residuos y terminan en nuestras células y las carnes orgánicas provienen de animales cuyos cuerpos y alimentación no han sido tratados con pesticidas, herbicidas, antibióticos u hormonas. Además, estos animales deben tener acceso a la luz del sol y tiempo para pastar en campos que a su vez deben estar certificados como orgánicos.
Un estudio realizado por el Profesor Schuphan, director del Centro Federal para la Investigación de la Calidad de los Productos Vegetales en Alemania demuestra que en hortalizas de cultivo ecológico hay una mayor cantidad de nutrientes; por ejemplo:18% más de proteínas, 28% más de Vit C, 18% más de potasio, 77% más de hierro, 10% más de Calcio.
Por lo tanto podemos comprobar que quizás los alimentos ecológicos puedan ser más caros pero valen la pena ya que con menos cantidad ingerimos mas cantidad de nutrientes. Otros alimentos nos roban nutrientes y nos enferman, porque al metabolizarlos intoxicamos nuestro cuerpo, en cambio estos nos curan. Una alimentación limpia, nos mantiene sanos el sentido que las enfermedades son una acumulación de toxinas en partes del cuerpo, que dan lugar a la enfermedad. Las toxinas en su mayoría provienen de la alimentación.
Al estar cultivados en suelos puros poseen una mayor expresividad aromática y frutal, siendo sus cualidades organolépticas mucho más pronunciadas.
El respeto al medioambiente es una de las metas de los alimentos ecológicos. La agricultura ecológica es respetuosa con la fauna, genera una contaminación baja de aerosoles, produce menos dióxido de carbono, previene el efecto invernadero, no genera residuos contaminantes y ayuda al ahorro energético y de los gobiernos, ya que en el cultivo y en la elaboración de los productos se aprovecha el máximo de recursos renovables.
La agricultura orgánica no utiliza OGM (organismos genéticamente modificados, por ejemplo, el maíz transgénico que se cultiva en España lleva genes de bacteria que le permiten producir una sustancia insecticida). Estos cultivos son resistentes a los herbicidas y utilizan mucha más cantidad de químicos contaminantes para eliminar las malas hierbas. Así contaminan el medioambiente genéticamente y químicamente