100 g. de garbanzos
100 g. de fideos gruesos
1 ajo
1/2 cebolla
500 ml caldo de verduras
Aceite de oliva, pimentón dulce y sal.
Preparación:
Pon la noche anterior los garbanzos en remojo con agua. Al día siguiente escúrrelos y ponlos a hervir en medio litro de agua con todo tipo de verduras que tengas a mano. Tapa la olla, y déjalo a fuego medio hasta que estén blandos. Retira las verduras, que puedes reservar para luego, y guarda el caldo por un lado y los garbanzos escurridos por otro. En una olla, pon a sofreír en una cucharada de aceite el ajo y la cebolla, pelados y picados finos. Cuando estén pochaditos, pero antes de que empiecen a tomar color, añade una cucharada de pimentón dulce y el caldo vegetal. Cuando empiece a hervir, añade los fideos y los garbanzos de antes. Déjalo a fuego medio, hasta que los fideos estén al dente, esto es, blandos por fuera y un poco más duros por dentro. La idea es que quede algo de caldo, así que si queda muy seco puedes añadir un poco más durante la cocción. Apaga el fuego, tapa la olla para que terminen de hacerse con su propio calor, y sirve inmediatamente.
Idea: Si quieres aprovechar la verdura, puedes picarla y añadirla a la olla en el último momento. O bien, reservarla para hacerte otro plato, como por ejemplo un rico puré. Si no tienes caldo vegetal, ni tiempo para hacerlo, puedes usar los garbanzos ya cocidos de bote, y como caldo utilizar una pastilla de caldo vegetal concentrado disuelta en agua caliente.
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