Asumir esta realidad desde si misma, desde la responsabilidad personal es una de las primeras premisas que deberíamos tomar en cuenta, unos años o incluso unos meses pudieran hacer una clara diferencia, y entender que las primeras responsables de cuidarnos de el somos nosotras mismas, el diagnostico temprano es la herramienta que tenemos a disposición.
Prevención temprana
Los auto exámenes así como los chequeo médicos anuales, con mamografias pueden detectar a tiempo el más mínimo cambio y facilitar el tratamiento y la posterior recuperación de una formación cancerigena en las mamas, miles de dolares y recursos materiales y humanos se invierten cada año para la prevención pero hasta que no hagamos nuestra la responsabilidad de su detección y comprendamos que no es algo que le pasa a otras mujeres estaremos dándole ventaja al enemigo
La detección temprana acelera el proceso de curación además de ello es garantía de resultados óptimos y de que el enemigo se mantenga aislado y lejos de otros órganos vitales del cuerpo de la mujer, las historias sobre la lucha contra el cáncer y de esas mujeres heroicas que le han ganado son la esperanza de todas, pero deberían también servirnos como espejos para asumir nuestra responsabilidad frente a este fenómeno social que arrebata de nuestro lado, madres hijas, hermanas y amigas y que es fácilmente controlable.
En otro orden de ideas, las posibles medidas que podemos tomar tanto para evitar su aparición como para manejar su tratamiento las alimentarias son una de las primeras elecciones de los médicos no en balde se dice que somos en realidad aquello que comemos y podemos usar la alimentación como un gran protector contra las enfermedades o como medicina cuando ya la padecemos, después de todo los alimentos conforman la fuente energética de donde tomamos lo que necesitamos para seguir funcionando.
Alimentación adecuada:
Dieta alcalina
Las alimentos pueden clasificarse en ácidos y alcalinos, esta clasificación no deriva de su estado natural si no de el resultado que tienen estos productos después de su digestión y transformación, una dieta ácida fuerza al cuerpo a trabajar mucho más para el restablecimiento de los niveles de ph, si no lo sabias tu cuerpo tiene y debe mantener un ph para no morir, ahora bien los alimentos ácidos hacen que el cuerpo al esforzarse el doble invierta recursos necesarios como los minerales para lograrlo, sin duda esto produce un desgaste que activa otras patologías como son las anemias , mal nutrición, problemas musculo-esqueléticos y el cáncer. ¿Sabias que las lesiones cancerígenas aparecen después que un área de tejido ha sido dañada y recuperada tantas veces que de pronto se da un crecimiento anómalo de las células? pues es por ello que las dietas alcalinas o mejor entendido alcalinizantes funcionan como prevención.
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Para seguir una dieta alcalina deberás incluir alimentos como:
Vegetales de hojas verdes como: espinaca, berro, vegetales frescos: como coliflor, tomate, remolacha, zanahoria, espárragos, apio, cebolla y choclo. El contenido de clorofila de estos mantiene tu Ph medio. Frutas frescas y recien cortadas como: limón, manzana, melón y uvas. Frutos secos: almendras, castañas y avellanas. Así como otros alimentos esenciales como: semillas, quesos vegetales como el tofu, leches de cabra y de soja, té verde, de jengibre y miel. Agua: como es portadora de oxígeno, para aumentar su alcalinidad, se aconseja agregar limón, la ingesta de agua mineral es ideal antes de cada comida.
Dieta cetogénica:
La dieta cetogénica se trata de moderar o controlar los efectos de los alimentos para provocar en el organismo una condición conocida como cetósis que es cuando el hígado produce los conocidos cuerpos cetonicos, esto sirve para muchas cosas en la salud y para perder peso, pero también sirve para el control del cáncer ya que bajo cetósis las células cancerígenas no pueden vivir o reproducirse , sencillo , una dieta cetónica debe comprender un 20% de proteínas (carnes leche o carnes) un 5 % de carbo-hidratos, pan, verduras, papas o frutas y 75 por ciento de grasas, de esa manera el cuerpo te ayudará a luchar contra el cáncer.
Incluye los siguientes alimentos en tu dieta:
Proteínas de origen animal: carnes frescas y curadas (panceta o jamón), huevos, mariscos y pescados.Grasas: aceite de coco, manteca y quesos curados. Semillas y frutos secos: almendras, nueces y semillas de lino, calabaza y de girasol.Verduras: coliflor, berenjena, tomate, espárragos, aceitunas y todas las verduras de hojas verdes.Lácteos: yogures, quesos cremas y frescos.