En efecto, vamos a dormir 60 minutos menos que son los que se recuperan a finales de octubre, cuando volvemos al horario de invierno. Estos cambios de horario que pueden parecer que no afectan en gran medida en realidad hacen que cada año muchas personas tengan un trastorno en su estado de ánimo e incluso hay quienes llegan al borde de un ataque de nervios. Otros lo reciben con una sensación de cansancio generalizado durante todo el día, la fatiga y la falta de energía se apodera de ellos. Por eso no debemos dejarlo pasar por alto. Un cambio de hora es mucho más que ajustar los relojes de la casa.
Lo bueno de esto año para los que puedan disfrutar de las vacaciones es que cae justo durante las fiestas de Semana Santa así que tendrán tiempo de poder recuperarse y descansar… no es mi caso :´( .
Según los expertos, este cambio de hora puede dar lugar a la misma sintomatología que en los casos de jet-lag porque se perturba el ciclo biológico. En la mayoría de los casos suele aparecer distimia (es decir, sentirse deprimido). También se suele tener más sueño de lo habitual, astenia, nos enfadamos con facilidad (irritabilidad), podemos sentirnos nerviosos o padecer dolor de cabeza e incluso tener dificultades para mantener la atención y la concentración. Hay quienes padecen molestias digestivas y, en casos severos, puede dar incluso un ataque al corazón. Según un estudio publicado en The New England Journal of Medicine , desde le día que se produce el cambio de hora de verano y los tres días siguientes a este cambio aumenta el número de casos de infartos de miocardio.
El cambio de una hora es demasiado brusco y afecta su ritmo biológico, especialmente a comidas y sueño, afirma Nieves Beauchemin, directora de la carrera Educación de Párvulos de ENAC.
Lo que dicen que es bueno de este cambio en los relojes es que ya entramos en lo que se considera horario de verano, y eso significa también más luz durante el día. Según los expertos, este cambio es necesario para poder “ahorra mucha energía y dinero” durante el verano. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) nos ahorramos unos 6 euros al año con este cambio de hora, que si se suman con todos los habitantes de España da un resultado de unos 144 millones de euros al año en el caso de las casas y unos 350 millones si además se suman las empresas.
Una cantidad que puede parecer grande para los que no estamos acostumbrados a manejar mucho dinero pero que en realidad es insuficiente si se tiene en cuenta que se consumen más de 20.000 millones de euros en electricidad cada año. El ahorro no es significativo y encima puede resultar perjudicial para la salud para muchas personas. Además deberíamos incluir en el estudio el gasto en medicamentos para regular el estado de vigila-sueño y para combatir la fatiga y estados de ansiedad…
Es más, según el doctor Santiago Casares Pérez, especialista en medicina interna y experto en Cronobiología, el cambio de horario produce un incremento de casos de patología psiquiátrica, ansiedad, depresión, trastornos del sueño y la alimentación, falta de concentración, irritabilidad, fatiga crónica, problemas cardiovasculares y mayor incidencia de accidentes laborales y de tráfico. Es una pérdida fantástica de la calidad de vida y también se acusa un incremento importante en el gasto farmacéutico (somníferos, ansiolíticos…). También los animales lo sufren indirectamente al serles cambiadas sus horas de alimentación, etc. existiendo numerosos estudios al respecto.
En la actualidad hay 75 países que adelantan y retrasan los relojes pero hay otros países en los que no se hace. Por ejemplo en Estados Unidos, en Japón o en la India no lo hacen. De los 75 países que hacen este cambio 27 se encuentran en la Unión Europea y entre ellos, España. Curioso…ya que el mismo presidente de la Red Eléctrica Española (REE), Luis Atienza, en 2008 dijo que el cambio era insignificante…