Pues sigo con la emoción a flor de piel, gracias a este fin de semana.
Les cuento: fui a Monterrey por mi certificado como coach en cambio de hábitos y, aunque fue un viaje algo pesado por aquéllo de estar en el aeropuerto a las 5 de la mañana y de regresar al día siguiente, también resultó estar lleno de sorpresas y regalos.
Valeria Lozano y Mauricio Sánchez, fundadores de Hábitos
Y es que no sólo me traje mi certificado. ¡Noooo! Hasta anduve con "suerte" (raro en mí, que no creo en ella). Resulta que el día de la graduación, regalaron una cortesía entre todos los estudiantes (que la verdad no éramos ni 10, ni 100) de algo que desde el año pasado anhelaba: una prueba de VeriTest; una prueba con sangre que te sacan pinchándote un dedo y que te ayuda a determinar si tienes sensibilidad o alergia a ciertos alimentos (la lista incluye a más de 100). Puede no resultarles nada atractivo, pero si les dijera que tiene un costo que oscila entre los 5 y 7 mil pesos, entenderán por qué me dio harta emoción encontrarme la tarjetita de "ganador" pegada debajo de mi asiento.
Además, para quienes siguen mi blog, sabrán que hace unos meses les compartí un Post: "De tripas, corazón y cerebro. Parte 1" donde les conté sobre una etapa de "roña" que me dio lata un tiempo y cómo, sin saber exactamente la causa, la pude controlar. Con esta prueba, sin duda resolveré más a fondo el problema. Pero si quieren saber más de VeriTest, les dejo la liga y, cuando me entreguen los resultados (en 15-20 días, les cuento qué me dijeron) Centro VeriTest
Foto familiar para el recuerdo <3
Pero las sorpresas siguieron... pude saludar y conocer en persona a Gaby, mamá bloguera de Letras de Gabriela y coincidir con mi súper amiga de toda la vida, MARTHA, uno de mis angelotes más chidos del mundo, a quien tenía años sin ver. Quizás ahora entiendan mejor mi alegría y las ganas que tengo de seguir compartiendo lo bueno que encuentro en el camino.
Martha, yo y Raquel jugando
Gaby y yo, del grupo de Mamás Blogueras Mexicanas
¿Cuál es el hábito que quieres cambiar?
Una vez desahogada la emoción -sino reviento- vamos al tema de los hábitos; buenos y malos, porque todos tenemos -por lo menos uno- que nos gustaría cambiar. Yo he podido cambiar el de tomar café, el de beber más agua o alimentos que la contengan y hasta incluir la meditación en mi vida. La lista de lo que me falta, sigue siendo muuuuy larga.
Pero como dicen: esto es de uno a la vez. Por eso no funcionan las dietas de tajo que queremos hacer al iniciar cada año, en serio... queremos hacerlo todo de un jalón y ¡pos no!. Así que escojan uno, el que consideren más "fácil" o que puedan en verdad sostener y les prometo que veo cómo puedo ayudarles, haciendo una lista para hablar de cada uno de ellos en los próximos post. Aprovechemos la motivación que nos genera este fin de año en que hacemos balance y tenemos mucho deseo.
Para no perder el foco, sólo recuerden lo que decía Aristóteles (o por lo menos, dicen que lo dijo):
"La excelencia no es un acto, sino un hábito". y lo digo más por cuestión de salud que de moral, aunque luego una no va tan peleada con la otra. Como sea, espero tus respuestas.
La receta
En cuanto uno deja de comer pan de muerto, nos viene toda la vorágine navideña ¿verdad? Lo siento por quienes tienen el grinch muy adentro (yo estuve así muchos años), y a los que ya lo domamos, pues más nos vale fluir y prepararnos para esas fechas inevitables. Aunque no sean de los que les gusta celebrar, por lo menos, déjense querer o abrazar por su gente. Esos momentos que a veces nos molestan, son sin duda los que recordaremos y serán más preciados...
Por eso, en estas semanas, les haré llegar recetas que pueden preparar para compartir, regalar o celebrar; ya saben: dulces y en versión sana (siempre con menos azúcar y con ingredientes que nutren), por si se animan.
Comenzamos con esta versión de PAY DE NUEZ vegano y sin gluten.
Pay de nuez, vegano y sin glueten AleTorresBlog
A mí se me antoja mucho para regalar en lugar de las típicas galletas azucaradas que compramos para salir del apuro (y que es muy válido, claro. A mí me funcionó muchas veces). Es dulce, y por sus ingredientes, tiene un agradable sabor a coco y vainilla. Creo que en una buena envoltura, se vería muy bien.
Pero no sólo eso: también es rico en fibra (por la linaza y la harina de coco), bajo en azúcar (si usas azúcar de coco o piloncillo) y con grasas buenas (por el aceite de coco y las neces). Si no te gustan las nueces pecanas, puedes ponerle macadamias o de la india... o ¡una mezcla de todas!.
De un molde de 20x20, pueden salirte desde 8, 9 o hasta 16 rebanadas. Depende del tamaño de tus porciones.
Y dice así:
Si te gusta lo dulce, esto es para ti
Ingredientes:
Para la base o galleta
1 taza de harina de coco
pizca de sal
2 cucharadas de miel de maple
1/3 de taza de aceite de coco (no derretido, de consistencia parecida a la mantequilla suave)
Para el relleno
1/3 de taza de azúcar de coco
1/4 de taza de miel de maple
1/3 de taza de aceite de coco derretido
1/3 de taza de leche vegetal
2 cucharadas de linaza molida
2 cucharadas de arrowroot o harina de tapioca (o en el peor de los casos, usa maizena)
1 cucharadita de extracto de vanilla
Pizca de sal
1 taza de nueces picadas
Cómo hacer:
La base o galleta:
Precalienta horno a 175°C y forra con papel para hornear un molde cuadrado de 20x20 (también puedes usar moldes para muffins o individuales, sólo asegúrate de poner papel o capacillos para que te sea fácil desmoldarlos.
-Combina todos los ingredientes hasta formar una pasta moldeable para cubrir la base del molde. No debe de quedar muy gruesa. Empieza por las orillas y después el centro, presionando para que quede lo más pareja posible.
-Hornéala por 9-11 minutos, o hasta que dore un poco la superficie. Saca y deja enfriar en el molde.
El relleno:
- En una olla coloca el azúcar, la miel de maple y el aceite de coco. Caliéntalos a fuego bajo hasta que se mezclen muy bien, removiendo constantemente. Agrega la leche y el arrowroot/maicea/tapioca cernidas, sin dejar de remover y rápidamente, para evitar grumos. Retira del fuego.
- Añade la linaza y mezcla para integrar. Por último, agrega las nueces y revuelve.
- Vierte la mezcla con todo a la base de la galleta horneada que está en el molde y hornea por 25-30 minutos. (si son individuales puede ser menos tiempo. El olfato te lo dirá).
- Saca del horno y deja enfriar completamente, por lo menos un par de horas, antes de desmoldar.
- Una vez frío, puedes sacar del molde y partir o porcionar.
- Consérvalo en un recipiente hermético, preferentemente de acrílico y en refrigeración para que no se resequen.
En barritas o cuadritos. ¿Cómo prefieres?
Espero te gusten, tanto como a mí.