Consumida en sus diferentes versiones (lomo, solomillo, chuletas, embutidos...), tradicionalmente se le ha cateforizado como carne roja. Sin embargo, recientemente la Unión Europea la ha considerado carne blanca por varias cuestiones:
- Está compuesta por fibras blancas en gran medida, que contienen menos cantidad de grasa que la carne roja.
- La proporción de ácidos grasos saturados es menor.
- Muchas características de la carne de cerdo son parecidas a la carne de pollo, es decir, a la carne blanca.
De este modo, el consumo de carne de cerdo aporta al cuerpo nutrientes básicos como las vitaminas B1 y B12, el hierro o el zinc en estas proporciones:
¿Qué propiedades nutricionales tiene la carne de cerdo?
Además de su bajo contenido en grasa, la carne de cerdo (al igual que otras carnes) aporta las proteínas necesarias para el desarrollo muscular, así como el crecimiento óseo en el caso de los niños. Además, su consumo aporta nutrientes esenciales cómo:Potasio, que ayuda a mantener la presión arterial.
Fósforo, que afecta al mantenimiento de los huesos y dientes.
Zinc, que contribuye a proteger las células del daño oxidativo.
Hierro, que ayuda al desarrollo cognitivo de los niños.
Vitamina B1, que influye en el funcionamiento normal del corazón.
Vitamina B3, que disminuye la sensación de cansancio y fatiga.
Vitaminas B6 y B12, que fortalecen el sistema inmunitario.
¿Y qué porcentaje de grasa tiene?
La carne de cerdo contiene muy poco porcentaje de grasa. Además, el 70% de la grasa es subcutánea, lo que implica que puede ser fácilmente extraíble. En total, el porcentaje de grasa en una proporción de 100g es del 2,65:
- Ácidos grasos poliinsaturados del 0,65.
- Ácidos grasos monoinsaturados del 1,1.
- ácidos grasos saturados del 0,9.
Así, aquí vemos a comparativa con otros productos cárnicos y de origen animal, la mayoría de los cuales contienen una cifra de grasa total superior a la carne de cerdo:
¿Para qué es adecuada el lomo de cerdo?
Entre las muchas propiedades de la carne blanca de cerdo, destacan fundamentalmente cuatro:
1 El colesterol: Su bajo contenido en grasas saturadas ayuda a controlar el nivel de colesterol.
2 La diabetes. Si la carne de cerdo es cocinada de forma saludable, es decir, a la plancha o al horno, es un producto idóneo para personas que padecen diabetes.
3 El control y la reducción de peso, por su poco contenido en grasa y su elevada proporción de proteínas.
4 Para los deportistas, ya que contiene muchas proteínas, por lo que suministra aminoácidos esenciales. Además, el potasio ayuda a fortalecer los músculos.
Consumo por edades
Las carnes magras (entre las que se encuentra la carne de cerdo blanca) se pueden consumir en una proporción de 3 a 4 veces por semana en cualquier edad. Así, estos son los principales beneficios que aporta el consumo de carne de cerdo:1 Para niños: La carne de cerdo fresca, sobre todo las partes magras, aporta a los niños muchísimas proteínas, esenciales para su desarollo. Además, aporta vitamina B1 para el sistema nervioso, hierro para su desarrollo cognitivo y calcio y vitamina D para el crecimiento.
2 Para adolescentes: El consumo de carne de cerdo aporta proteínas, hierro, zinc y vitaminas del grupo B, esenciales para esta época llena de cambios. Además, con una sola ración queda cubierta sus necesidades de vintamina B.
3 Embarazadas: Este tipo de carne proporciona vitaminas B12 (cuya dosis recomendada es mayor durante el embarazo, en concreto un 10% más) y B1, además de zinc, que contribuye al proceso de división celular, así como al desarrollo de una síntesis normal del ADN.
4 Ancianos: Su consumo supone un alto aporte de nutrientes, vitaminas y minerales y bajo contenido en grasas. Además, la vintamina B ayuda al normal funcionamiento del corazón, y el potasio al mantenimiento de la presión arterial.
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