Ideas, conceptos y creencias no son inmanentes sino más bien cambiantes. Pueden basarse en la realidad, en hechos, en experiencias, en emociones. O bien pueden ser el producto de nuestra imaginación, es decir, no tener un fundamento real sino que únicamente dentro de nuestra mente.
Pueden ser autoinducidas cuando nuestras elaboraciones hacen que se instalen en nuestra mente; o derivar de las influencias que absorbemos de nuestro entorno.
Cuando hablamos de autoestima, nos referimos al concepto que tenemos de nosotros mismos. La forma en que nos vemos – hacia dentro y hacia fuera – depende de la idea que hemos creado en nuestra mente de nosotros mismos.
Autoconcepto y autoestima
El autoconcepto es parte de nuestra evolución.
A partir de los 18 meses somos capaces de reconocer nuestra imagen en un espejo. Este es el primer momento en que nos auto-reconocemos y empezamos a construir nuestra identidad existencial.
Entre los 6 y 11 años se produce un cambio notable en el autoconcepto que, desde una idea simple y global, pasa a ser articulado y diferencial.
Este proceso evolutivo nos permite estructurar esquemas mentales, conocernos, descubrir nuestras destrezas y debilidades, descubrir nuestras preferencias y nuestras maneras de actuar, interpretar y representar la realidad.
La forma en que desarrollamos nuestro autoconcepto depende en primer lugar pues de cómo interpretamos las experiencias que vivimos – negativas o positivas. Y en segundo lugar factores educacionales, psicológicos, sociales, ambientales.
El autoconcepto es un proceso que se mantiene activo a lo largo de nuestra vida y está estrictamente relacionado con nuestra autoestima.
La autoestima es el juicio de valor de nosotros mismos. Es nuestra evaluación global de quienes somos, de nuestras capacidades, de nuestro aspecto físico y de nuestras competencias en todos los ámbitos.
Nuestra autoestima también es cambiante y nos acompaña, con sus variables, a lo largo de toda la vida.
Tipos de autoestima
Alta y estable
La persona con una autoestima alta estable es segura de sí misma, sabe valorar de una forma objetiva sus capacidades, diferenciándolas de aspectos negativos. La estabilidad se da por el hecho de que, pese a vivir circunstancias adversas, la persona mantiene su nivel positivo de autoestima (opiniones de los demás; situaciones incomodas etc.).
Alta e inestable
En este caso estamos en frente a una persona que, aunque tenga claras sus capacidades y sepa potenciar sus competencias, soporta y elabora con dificultad los fallos, el fracaso, las criticas. Es decir que existe cierta inestabilidad causada por factores externos que afectan su autoestima.
Media
En este caso se trata de personas cuya autoestima es muy inestables, ya que depende del contexto en el cual se encuentran. Oscilan constantemente entre seguridad e inseguridad, dejando que la evaluación propia sea mermada por los factores externos.
Baja y estable-inestable
Se trata de personas con autoestima muy baja, siempre atentas a buscar defectos y fallos y a criticarse. La estabilidad se da por la visión negativa (y limitada) de las virtudes propias que genera un estado emocional decaído, desconfiado y retraído.
En estos casos se puede producir conjuntamente inestabilidad. Esto ocurre cuando la persona, en momentos puntuales, por un momento reconoce algunos logros cuando haya una aclamación general de los demás. Pero al poco tiempo vuelve a buscar con lupa los aspectos negativos de su persona y de sus actos.
Exceso y déficit
Hay personas cuyas autoestima les hace ponerse por encima de todos los demás, creyendo que sus capacidades van más allá. Necesitan recalcar constantemente sus virtudes, buscando un reconocimiento público, no suelen aceptar las criticas ni son capaces de ver sus defectos.
O, en el lado contrario, hay personas cuya autoestima está por los suelos y son extremadamente vulnerables. Se derrumban con mucha facilidad y son esclavas de las opiniones de los demás. Les genera pánico exponerse, abrirse, sacar sus capacidades porque temen no ser aceptados y acaban intentando pasar desapercibidas.
Yo y mi mism@
La idea o el concepto de nosotros mismos que creamos en nuestra mente determina cómo nos enfrentamos a la vida y lo que podemos llegar a conseguir. Cultivar una idea amorosa, amable y realista de nosotros mismos debe ser una de las tareas principales de nuestros día día. Pero no siempre lo logramos…
¿Cómo mejorar tu autoestima?
…Lo descubriremos en las próximas publicaciones… ¡¡Queda atent@!!
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Vittoria Veri Doldo ~ Health Coach