A la rica fruta
Con el calor, apetece tomar cosas más frías. Las frutas son una perfecta solución para hidratarnos, pasar la sed y, de paso, estar más sano. En forma de zumos, en batidos, con gazpacho o a trocitos a cualquier hora del día. La fruta puede tomarse en todas las ocasiones y eventos. Para toda la familia y de primero, en ensaladas, como tentempié y de tradicional postre.
Practicar la dieta mediterránea
Es una de las dietas recomendadas por los médicos y nutricionistas de todo el mundo. Y en verano aporta las calorías que realmente necesitamos. Es una dieta rica en frutas, cereales, pescado, aceite de oliva, vino y alguna carne de vez en cuando.
Más verduras y hortalizas
Como es mejor comer fresquito, hay cantidad de platos y recetas que se pueden hacer con las verduras. Sopas, cremas frías, salmorejos, ensaladas, a la brasa y barbacoa… las hortalizas son totalmente recomendables todo el año, porque debemos comer al menos dos veces al día de estos alimentos.
Pescadito de verano
Durante la época estival, salimos de tapas a los chiringuitos o bien cenamos fuera. Nada mejor que probar recetas que no solemos hacer en casa, algo más elaboradas, como pueden ser los mariscos y los pescados. Precisamente, el pescado es esencial dentro de una dieta sana, sobre todo el azul. Este tipo de pescado presenta nutrientes como los ácidos grasos de Omega 3, que aportan fósforo, yodo y proteínas. Además de en restaurantes, los pescados pueden hacerse en casa, fácilmente, en forma de bocadillos, junto a pastas frescas, ensaladas, a la barbacoa, en paellas…
Helados y más
Durante estos meses los helados suelen ser los reyes del verano. Son recomendables, aunque en cierta medida. Aportan nutrientes esenciales, como el calcio, pero no deben sustituir a los postres, tipo fruta.