El tiempo pasa rápido y ya estamos otra vez en verano, ¡qué alegría! los vestidos fresquitos, lo días de playa, las reconfortantes siestas veraniegas y las esperadas vacaciones, esas vacaciones que nos dan la fuerza suficiente para levantarnos cada día de la cama e ir a trabajar.
Lo habitual en la mayoría de mis pacientes es que después de un fin de semana fuera de casa, cuando vuelven a pesarse hayan cogido entre un kilo y tres kilos, cosa para mi casi inexplicable, pero cierta. Hoy quiero demostrar con este post, que es posible, irse de vacaciones, divertirse y adelgazar comiendo bien y sano.
¿Qué pasará con mi dieta en el verano?
Pero ahora bien, os preguntareis: ¿Qué pasará con mi dieta? ¿Se irá por la borda el esfuerzo de todo un año? y yo te digo, tranquil@ no pasa nada, es posible estar de vacaciones comer bien y no subir un solo gramo.
Ahora si, también he de decirte que adelgazar comiendo conlleva una gran conciencia de tu alimentación, ya que al viajar se suele comer mucho fuera, se baja la guardia y se acaba incurriendo en excesos, como consecuencia, se corre el riesgo de ganar peso en un corto espacio de tiempo, sufrir problemas gástricos y echar por tierra los esfuerzos de todo el año por mantener una dieta equilibrada.
Si QUERÉIS adelgazar en vacaciones sigue mi consejo
Para satisfacer correctamente las necesidades alimentarias durante la época veraniega sin privarse de ir a restaurantes o degustar la gastronomía local de los destinos turísticos, l@s dietistas_nutricionistas recomendamos seguir una serie de sencillos consejos para poder adelgazar comiendo.
En este post quiero hacer un pequeño diario gastronómico de una de mis escapadas. En esta ocasión fue a Conil, quisimos aprovechar estas minivacaciones para para conocer las playas de Cádiz, dicho sea de paso son paradisíacas, ¡os las recomiendo! Creedme si os digo que es posible, sin grandes esfuerzos, adelgazar comiendo y volver sin un gramo de más después de un estupendo fin de semana.
PRIMER DÍA:
Después de de desayunar y antes de empezar el viaje me pesé: 57, 5 Kg.
Cuando llegamos a Conil, ya era la hora de comer, aparcamos el coche dejamos las cosas en el hotel y empezamos a pasear por el pueblo buscando algún sitio dónde comer, mirábamos las cartas y nos fijábamos en el tipo de platos que ofrecían, descartábamos aquellos que predominaban fritos y tenía poca variedad para elegir.
Pronto encontramos uno que se adaptaba bien al gusto de todas las personas que íbamos.
Yo me pedí: Gazpacho y atún encebollado con guarnición de verdura. Infusión. ¡Delicioso!
Luego nos fuimos a la playa a tomar el sol y a descansar un rato, pero a la caída de la tarde di un largo paseo por la playa de una hora a paso rápido.
Cena: Elegimos un restaurante árabe y pedimos varios platos para probar todos
Ensalada especial de la casa.
Pinchitos morunos
Tajines de ternera
Cuscus de cordero
De postre té moruno, al que le pedí que no le pusiesen azúcar.
SEGUNDO DÍA
Empecé el día con un largo paseo por la playa, viendo amanecer, os aseguro que valió la pena madrugar un poco aunque estaba de vacaciones, ver amanecer a la orilla del mar es algo que no tengo la suerte de ver cada día.
Desayuno especial : Zumo de naranja, 1/2 viena con aceite, tomate y jamón serrano, ¡¡Uhmmm!!
(Paseo por la playa de una hora, y alternar actividades con ratos de sol)
Comida:
Patatas bravas para compartir
Crema de verdura con virutas de serrano,
Parrillada de verdura y secreto ibérico ¿Alguien da más?
(Descanso, baño y descanso en la piscina)
Visita por la zona, dejamos el coche aparcado y recorrimos el pueblo con un largo paseo que nos abrió el apetito y que nos permitió ir seleccionando un lugar idóneo para cenar
Cena: Para compartir:
Ensalada con salsa de mostaza y miel… ¡Deliciosa!
Caballa a la brasa con pipirrana.
Pizza especial de la casa
Pulpo a la gallega.
TERCER DÍA
Desayuno especial : Zumo de naranja, 1/2 viena con aceite, tomate y jamón serrano, ¡Esperaba ese desayuno con ilusión!
De vuelta a casa.
Llegó la hora de volver, pero no me voy con tristeza, sino con la ilusión de todo lo vivido, mi corazón lleno de recuerdos y mi cámara llena de imágenes que perduraran en el tiempo. Y lo mejor de todo: 56, 100 Kg. no sólo no en cogido un gramo sino que he adelgazado 400 g. ¡¡Os lo dije!! ¡¡Es posible!!
Si habéis leído con atención el post, no os habrá pasado desapercibido que después de tres estupendos días disfrutando de sol, playa y buena gente he adelgazado 400 g., en realidad no es que esa fuera mi propósito, pero tampoco era mi propósito hacer unas vacaciones gastronómicos, el objetivo era disfrutar, desconectar y pasarlo bien junto a las personas con quién compartí mi viaje, os aseguro que se cumplieron con creces todas mis expectativas.
Consejos para adelgazar en vacaciones:
Que el objetivo de tus viaje no sea comer sino disfrutar de todo lo que el mundo tiene para ti.
No rompas totalmente las tus reglas del juego en cuanto a alimentación, intenta seguir unas pautas saludables como tomar un vaso de agua cuando te levantes, hacer un desayuno saludable, hacer cinco comidas al día y beber 2 litros de agua como de costumbre.
Toma como primer plato, siempre, una ensalada, rebajará tu apetito para cuando vengan los platos mas calóricos.
No tomes alcohol ni refrescos azucarados como acompañamiento, con la comida, mejor agua, es mas sana y además mas barata, ¡todo son ventajas!
Pasa de las salsas, mayonesas y demás ¡aderezos calóricos, cámbialos por especias, le darán a tus platos sabor sin añadir calorías.
Procura tomar raciones moderadas, por estar de vacaciones no hay que comer mas.
Evita tomar calóricos postres, no aportan nutrientes y si ponen en peligro tus esfuerzos de todo un año.
Satisface tu necesidad de dulce con fruta, te aportarán vitaminas y no sumarán mas calorías de la cuenta.
Organiza las actividades del día, incluido las horas de comer y no te saltes ninguna comida, así sólo multiplicarás tu ansiedad y conseguirás pegarte un atracón en la siguiente comida. ¡¡¡Prueeeeba suuuuperada, hasta la próxima!!!
Photo by @jesusdehesa
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