Frutas, verduras, grano. Si comes trozos grandes o granos enteros necesitarás más esfuerzo para masticarlos, su alto contenido en fibra hace que necesites más energía para digerirlos. Esto combinado aumenta un 10% las calorías consumidas. Opta por ellos en crudo, incrementarás el metabolismo.
La proteína magra también necesita más energía para digerirse. Además mantiene la sensación de saciedad y satisfacción. Asegúrate de incluir una porción de proteína en cada ingesta. Desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena.
Flexiones!!!! Sí. Antes de cada comida, haz de 20 a 50 repeticiones. Conseguirás quemar 200 calorías extra a lo largo del día. Tonificarás tu masa muscular, lo que hace que quemes más grasa.
Bebe té verde. Contiene catequinas, antioxidante naturas que aumenta el metabolismo basal un 4%.
Muévete. El estrés puede conllevar a un atracón de comida y a ralentizar tu metabolismo. Así que opta por descansos de cinco minutos. El estar sentado durante una hora seguida reduce las enzimas que se encargan de quemar las grasas. Levántate, da un paseo, baila una canción, realiza una postura de yoga, son tan solo cinco minutos que ayudarán mantenerte activo y a eliminar el estrés acumulado.