1. Evita los descalificativos y el no
No me gusta tu… , Qué horterada de…, No soporto cuando…, No puedes actuar así..
De esta manera, es más que probable que esa persona tome como una crítica ofensiva aquello que le intentas comunicar. Te interesa que esa crítica le predisponga para un cambio, así que prepara el terreno para que en vez de cerrarse en banda o atacarte, se incline hacia la apertura y el cambio.
No te queda bien este color de uñas es muy distinto a Con este tono de piel tan dorado que tienes, te quedaría genial un violeta.
2. Usa reforzadores positivos
Sólo empezar a hablar, piensa en algo positivo de aquella persona y házselo saber. Te aseguro que el pero que le seguirá, será mucho más digerible.
Últimamente veo que estás súper volcada en el trabajo y dándolo todo. Pero te noto algo tensa, quizás sea por toda la carga que llevas encima… o Eres súper detallista y cariñoso y eso me encanta de ti, pero me da la sensación de que a veces eres demasiado intenso y esperas recibir todo lo que das.
3. Ve despacio
Procura no soltar a bocajarro Estás insoportable. Las personas necesitamos aproximaciones previas a la crítica en cuestión. Prepara el terreno y ve aumentando la intensidad del mensaje.
4. Busca puntos de acuerdo
Para predisponer a alguien al cambio, es fundamental que consensues con esa persona su dificultad. A mi me da esa sensación, ¿qué opinas?, ¿no te has notado distinto estos días?.
Conforme esa persona vaya reflexionando y asumiendo su parte de responsabilidad, será el momento adecuado para ir introduciendo alternativas de solución. Sí, ¿verdad? Quizás podrías…, seguro que así conseguirás….
5. Se empático
Es fundamental que, conforme la persona se vaya abriendo, le hagas saber que le comprendes: Te entiendo perfectamente, con el estrés que llevas, ¡es normal que estés irascible!. Te aseguro que ésta es la base para que pueda recibir tu crítica y se prepare para el cambio.
5. Acompaña la crítica de posibles soluciones
Si quieres construir en vez de destruir es fundamental que ofrezcas alternativas de mejora a esa persona. Numerar todo lo que hace mal es desalentador. Ayúdale no sólo a detectar su punto débil sino a mejorarlo. Conozco una nutricionista fabulosa que podría ayudarte o Quizás necesites dedicarte más tiempo a ti, puede que te sirva ir al gimnasio o delegar a otras personas tu trabajo.
6. Evita las amenazas
Evidentemente, si deseas que esa persona cambie ese aspecto por su bien o por el tuyo, es mejor que refuerces las ventajas en vez de las consecuencias negativas si ese cambio nunca llega : Si sigues así, te quedarás solo o Si no haces algo acabarás teniendo crisis de ansiedad. Esa persona necesita motivarse para la mejora, no temer la derrota.
7. Menciona las ventajas que comportará el cambio que le estás sugiriendo
Es fundamental que vendas a esa persona tu consejo, te interesa que lo compre. Por lo tanto, hazle saber las consecuencias positivas que le seguirán para que las visualice y se ponga manos a la obra. Piensa que si esa tarea que te quita tantas horas la delegas, tendrás mucho más tiempo para hacer mejor tu trabajo o Si haces ejercicio, te notarás mucho más relajado y te verás mejor físicamente, ¡ya verás!.
9. No generalices, habla desde el Yo
Cuando algo no nos gusta o molesta, a menudo, la manera que tenemos de expresarlo es en forma de verdad absoluta: La playa es un agobio o Tu forma de hablar es irritante. ¿Te das cuenta? Estás enunciando de forma rotunda que aquello que tú percibes es universal. Mejor que digas A mi la playa me agobia, prefiero la montaña o Cuando hablas de ese modo, me pongo nerviosa.
Te vendrá bien usar expresiones como Yo creo, te veo, te noto, últimamente siento que estás, a mi me parece que, desde mi punto de vista….
Recuerda, que tú consideres que aquello está mal, no significa que así sea. Comunicándote con este tipo de palabras, la persona percibirá tu prudencia y será poco probable que se sienta amenazado.
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