Muchas son las personas que disfrutan del café y al parecer no tienen problemas de salud relacionados con su consumo. Sin embargo cuando se hace un consumo adictivo del café, existe una serie de potenciales efectos negativos.
En algunas ocasiones, el consumo de café puede ser positivo. Si es fresco, orgánico y de alta calidad hay estudios que demuestran que el café puede mejorar el estado de alerta y reducir el riesgo de sufrir enfermedades como el Parkinson, cálculos renales o cirrosis hepática. El café molido de buena calidad es una fuente de antioxidantes como el ácido clorogénico, que puede ayudar a perder peso.
Por el otro lado, el café también se asocia con un mayor riesgo de colesterol alto, enfermedades del corazón o osteoporosis.
Mucha gente toma mucho más que una simple taza ocasional de café, o incluso peor, ese líquido oscuro que sale de las típicas máquinas de café de oficina que está muy lejos de ser de buena calidad.
A pesar de tener algunos beneficios a largo plazo, el consumo excesivo de café puede conllevar efectos muy negativos sobre la salud, sobretodo en el sistema digestivo y en los niveles de estrés.
Siete efectos secundarios de tomar café
1. Café y ácido clorhídrico
Beber café con el estómago vacío a primera hora de la mañana, estimula la producción de ácido clorhídrico (HCl). Esto puede convertirse en un problema por que el ácido clorhídrico solo debe producirse para digerir comidas. Si tu organismo debe producir más HCl en respuesta al consumo regular de café, puede tener dificultades para producir el suficiente en el momento de digerir una comida grande.
La digestión de proteínas particularmente se ve afectada por la falta de ácido clorhídrico en el estómago y los alimentos a base de proteínas pueden pasar al intestino delgado antes de ser correctamente digeridos. La proteína no digerida correctamente se asocia a una variedad de problemas de salud tales como hinchazón, gases, o incluso síndrome del intestino irritable o cáncer de colon.
El efecto de no digerir correctamente los alimentos debido a la baja producción de ácido clorhídrico en el estómago, está relacionado con docenas de problemas de salud. Algunos expertos afirman que toda enfermedad empieza en el intestino.
2. Úlceras, síndrome del intestino irritable y acidez
Muchos de los compuestos del café como la cafeína y los diversos ácidos que se encuentran en los granos de café, pueden irritar el estómago y las paredes del intestino delgado. Se sabe que es un problema para aquellas personas que sufren de úlceras, gastritis, síndrome del intestino irritable o enfermedad de Crohn. Generalmente los doctores aconsejan a los pacientes que sufren este tipo de enfermedades, evitar el café por completo.
La pregunta es, ¿puede el consumo excesivo de café contribuir a que se generen estos problemas de salud?
Se cree que las úlceras son causadas por la bacteria Helicobacter pylori. Sin embargo, el efecto ácido que el café crea, puede contribuir a proporcionar el revestimiento debilitado que la bacteria Helicobacter pylori necesita para agarrarse a las paredes del estómago.
Beber café también puede debilitar las paredes del intestino delgado, lo que puede dar lugar a la aparición de espasmos abdominales y calambres originando estreñimiento y diarrea. Esto se conoce como síndrome del intestino irritable y cada vez más personas están siendo diagnosticadas de esta condición.
3. Problemas de acidez estomacal
El ardor de estómago puede ser causado por el café debido a la manera como relaja el esfínter esofágico inferior. Este pequeño músculo debe permanecer firmemente cerrado una vez que hayas terminado de comer, para evitar que el contenido del estómago vuelva al esófago quemando su delicado revestimiento de ácido clorhídrico.
La cafeína relaja el esfínter esofágico, por lo que bebidas como la Coca-Cola y las bebidas energéticas altas en cafeína pueden contribuir a la acidez estomacal, pero el café es particularmente problemático para esto.
Incluso el café descafeinado causa problemas de acidez estomacal en algunas personas y algunas investigaciones señalan que otros compuestos en el café también pueden contribuir a los problemas de reflujo ácido.
4. El café como laxante
Beber café puede estimular el peristaltismo, el proceso en el aparato digestivo que nos hace ir directos al baño. Algunas personas lo usa deliberadamente como un laxante, pero hay un problema en eso.
Al estimular el peristaltismo, el café también promueve un mayor vacío gástrico, por lo que el contenido del estómago pasa directamente al intestino delgado. A menudo esto ocurre antes antes de que los alimentos se hayan digerido correctamente.
En este estado parcialmente digerido, se hace mucho más difícil que los nutrientes sean absorbidos por los alimentos. También aumenta las posibilidades de irritación e inflamación dentro del tracto digestivo. La cafeína no es la responsable por sí sola de que esto suceda, puesto que el café descafeinado crea el mismo efecto.
5. Absorción de minerales, tus riñones y el café
Los adictos al café pueden tener problemas para obtener suficientes minerales en su dieta, incluso si toman suplementos o alimentos ricos en minerales. Esto se debe a la forma en la que el café afecta a la absorción de hierro en el estómago y en particular a la capacidad de los riñones de retener calcio, zinc, magnesio y otros minerales importantes.
Aunque todos estos minerales son vitales para disfrutar de una buena salud, desde el punto de vista digestivo cualquier interferencia con la absorción de magnesio es particularmente preocupante, ya que es necesario para mantener la regularidad intestinal.
Si te preocupa no estar recibiendo el suficiente magnesio (el 70% de la población se encuentra en esta tesitura), el aceite de mangnesio puede ser más eficiente que los suplementos orales que generalmente tiene tasas de absorción deficientes.
6. Acrilamida en el café
La acrilamida es una sustancia potencialmente cancerígena que se forma cuando los granos de café se tuestan a altas temperaturas. Cuanto más tostado, más altos son los niveles de acrilamida. Mira la siguiente página si quieres saber más información sobre los peligros de la acrilamida.
7. Café, estrés y tensión
Beber mucho café promueve la liberación de cortisol (las hormonas que dan respuesta al estrés), epinefrina y noreprinefina. Estos sustancias químicas aumentan la frecuencia cardíaca, la tensión arterial y los niveles de tensión del cuerpo.
A menudo decimos que necesitamos un café para tener energía, pero para muchos de nosotros esa energía se convierte en una tensión nerviosa que siempre está activa y que hace imposible relajarse. Tal vez esa tensión te ayuda en momentos puntuales, pero las consecuencias a largo plazo de este tipo de estrés pueden ser importantes para la salud.
Activar las hormonas del estrés con una taza de café cuando estás comiendo también interfiere en el proceso digestivo. Cuando tu cuerpo está en tensión el resultado es que el proceso de digestión sufre. Tu estado de ánimo y tu sistema digestivo están interrelacionados. Cuando bebes grandes cantidades de café, los altos niveles de cafeína puede afectar negativamente en ambos.
Conclusión
A muchos amantes del café probablemente no les gustaría escuchar todos estos problemas de salud asociados a él. Pero si has leído hasta aquí probablemente puedas entender las ventajas de reducir su consumo o incluso de reemplazarlo por completo.
Si estás experimentando algunos de los problemas digestivos mencionados arriba o simplemente sientes que estás abusando mucho del café pero no sabes cómo dejarlo, busca una bebida que tenga un gusto similar pero que sea más saludable.
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