El trabajo de especialistas Madrileños, indica que entre el 15 y 20 por ciento de las personas con dolores de espalda recurrentes, sufren de alguna dolencia grave. En cuanto al resto de las personas, estas pueden mejorar su estado físico fácilmente, mediante prácticas y hábitos adecuados.
Mantener una postura correcta
Normalmente, debido al trabajo o estudio, adoptamos posturas que no son las más adecuadas y nos hacen mucho daño con el tiempo. De manera que podemos tomar nuestros días libres para comenzar a crear hábitos de postura más adecuados y continuarlos durante nuestras labores, cueste lo que cueste.
Ya sea que al principio te llames la atención a ti mismo con un recordatorio mental o coloques una alarma en tu teléfono móvil que te alerte cada cierto tiempo: “cuidar tu postura”, cualquier método que elijas será positivo para ti.
Aunque al principio parezca difícil, con los días te vas a ir acostumbrando y aprenderás a enderezarte automáticamente. Recuerda que una mala postura puede tensionar el sistema muscular y óseo de la espalda.
Evitar la ropa ajustada y los tacones altos
Estos dos elementos usados en conjunto favorecen una mala postura, así que debes intentar en la medida de lo posible bajar los centímetros de tacón que usas actualmente y evitar la ropa demasiado ajustada.
No levantar pesos excesivos
Hay ciertas malas costumbres que son mucho más fáciles de evitar, como por ejemplo bajar toda la compra del mercado al mismo tiempo, por la prisa de entrar a casa rápido. Recuerda que no tenemos un reloj cuenta atrás que nos esté presionando constantemente, tómate la vida con calma y no te exijas más de la cuenta. Lo mejor es sacar las bolsas poco a poco y no todas al mismo tiempo.
Si por tu trabajo necesitas levantar peso constantemente, recuerda usar una faja protectora para que tu columna no lo sienta tanto. Acude a un especialista para que te diga cuál es la más correcta para ti.
Corregir el sobrepeso
El sobrepeso durante mucho tiempo provoca que los huesos y músculos de la espalda se tensionen más y que el dolor se haga constante, además afecta a tus rodillas y a tu corazón. De manera que el sobrepeso nunca es positivo para nadie.
Comienza a tener hábitos alimenticios más sanos, a dejar la vida sedentaria y a preocuparte por tu salud; el bajar esos kilos demás pueden hacer una gran diferencia para tu espalda.
Ejercitarse
Para los problemas de la espalda se recomiendan ejercicios de estiramiento y caminatas, por supuesto, manteniendo una postura adecuada. Aprovecha los fines de semana para ir al parque o darle varias vueltas al centro comercial.
Igualmente la práctica de un deporte o ejercicios de forma moderada pero constante, puede ayudarte muchísimo a prevenir y minimizar los dolores. La rigidez del cuerpo se evita con la práctica de algún ejercicio físico, aunque sea por 10 minutos al día, siempre es mejor hacer poco que no hacer nada. Sin embargo, te precaución de hacerlo durante una crisis de lumbalgia, esto puede resultar contraproducente para ti.
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