Dosis de alegría
1. En primer lugar, el modo en el que una persona la jornada puede condicionar el desarrollo de la misma. Comenzar con pensamiento positivo es una forma de hacerlo con buen pie. Por ello, para elevar tus dosis de alegría en tu día a día, comienza la jornada con un buen desayuno y disfruta con tranquilidad del mismo. Establece un orden de horarios en tu vida, pero también, busca el momento de saltarte esos horarios. Durante el fin de semana, produce un inmenso placer hacer excepciones a la norma.
2. Existe un pequeño gesto de comunicación que potencia los niveles de alegría. Por ejemplo, si has compartido un plan divertido con un amigo, valora la posibilidad de redactar una nota de comunicación que puedes enviarle al día siguiente para expresar personalmente tu sentimiento de agradecimiento.
3. Acudir al trabajo caminando produce más alegría que hacerlo en coche. Con frecuencia, los trabajadores que acuden en coche al trabajo hacen frente a largos atascos que producen mal humor.
4. Practica tus aficiones. Puedes apuntarte a un curso sobre un tema que te guste. Es esencial hacer tiempo para lo que de verdad es importante. De lo contrario, es posible terminar enganchado a los temas de trabajo y no hacer hueco para nada más. El trabajo es importante pero no tanto como tú mismo y tu propio bienestar.
5. Para sumar más felicidad en tu día a día, entonces, no esperes a que sea una fecha especial para celebrar la vida porque hoy es un día fantástico y llena de razones para decir gracias a la vida. La terapia de la risa es maravillosa.
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