Existen momentos en los que nos damos cuenta de que tenemos un malestar agudizado porque, posiblemente, hemos descuidado cuestiones básicas de nuestro bienestar personal. Por eso, en este artículo de Psicología y Autoayuda nos gustaría recordarte pasos sencillos y útiles para incrementar este bienestar necesario, positivo y gratificante.
Salir a caminar
Intenta elegir un espacio alejado del tráfico, prioriza una zona verde, algún parque con vegetación, un camino situado a la orilla de río o un espacio con un lago. Camina sin mayor meta que la de disfrutar de ese momento, intenta distraerte, te lo mereces. En ese espacio, vas a respirar aire puro, vas a observar estímulos naturales que activan tu mente y tu corazón.
En cierto modo, en este espacio de conexión natural y desconexión tecnológica vuelves a conectar con el día de hoy. Tal vez no logres tirar a la basura todas las preocupaciones, pero seguro que puedes distraerte.
Tu mejor amigo
Ojalá tengas una persona que produzca en ti un efecto medicina. Alguien que con sus palabras, sus silencios, su compañía, su esencia y su mirada te aporta alivio, apoyo y consuelo. Estas sensaciones que muchas veces no se pueden describir con palabras porque trascienden a la lógica matemática, sí las vivencias con el corazón. Por tanto, no dudes en expresarle a este amigo tu necesidad de verle. Puedes decirle que estás pasando días difíciles y necesitas hablar. No esperes que adivine cómo te sientes.
Piensa en el próximo viernes
El fin de semana suele producir un efecto motivador en el estado de ánimo. Recuerda cuando eras un niño y este día generaba en ti un sabor dulce en tu estado de ánimo. Intenta conectar con ese niño infantil que disfruta del viernes como una ventana hacia la desconexión.
Si el viernes no es tu día preferido de la semana, elige esa jornada que lo sea para ti, o esa fecha que te motive por algún motivo. Juega con el calendario.
Utiliza tu salvavidas emocional
¿Cuál es tu kit de supervivencia en un mal momento? ¿Qué es aquello que te ayuda a sobreponerte a la dificultad? No dudes en volver a utilizar estos recursos ahora mismo. Por ejemplo, tal vez te motive practicar un rato de meditación.
Baño relajante
El agua tiene un efecto terapéutico. Cuando tienes un mal día, un baño relajante puede ser perfecto para desconectar del estrés y, también, para incrementar el descanso adecuado. Si te das este baño poco antes de dormir, el relax nocturno será total. Disfruta de este baño con tranquilidad, utiliza geles con algún aroma relajante.
Respira
Es cierto que lo haces durante todo el tiempo, de forma instintiva. Sin embargo, este es un buen momento para hacerlo de forma profunda, consciente y meditada. Las tensiones acumuladas alteran el propio fluir de la respiración. Intenta concentrarte en este punto a través de la práctica slow life.
Aprende a cuidarte a partir de estos consejos básicos.