1. Los estiramientos
Existen estudios actuales que recomiendan estirar tan solo después de hacer ejercicio, no antes (por ejemplo: estirar las piernas antes de comenzar a correr). Estas investigaciones se fundamentan en una pérdida de fuerza derivada del estiramiento durante el ejercicio y otras razones con las que no se ha llegado a un consenso mundial. La recomendación general y si aceptada es realizar movimientos más suaves pero parecidos al ejercicio que se va a realizar; después si que se debe estirar entre 15-30 minutos.
2. La hidratación
Antes y después del ejercicio debemos beber sin esperar a tener sed, ya que aseguraremos de esta manera que el cuerpo tenga las reservas de agua necesarias para el esfuerzo que realizaremos.
3. Entrenar a tu medida
No todas las personas tienen la misma condición física y por lo tanto el ejercicio ha de ser a medida de la condición de cada uno. Nadie mejor que un entrenador profesional para poder ponerte en marcha.
¿Y si tenemos alguna articulación resentida?
El ejercicio es, en líneas generales, muy beneficioso para la salud; sin embargo la práctica del mismo hace que el cartílago que recubre y protege la articulación, vaya sufriendo desgaste ya que se comienza a perder el colágeno que forma la estructura. ¿Qué hacer en estos casos?
El colágeno es una proteína que se encuentra en nuestro cuerpo, especialmente en la piel, huesos, tendones…etc. fundamental para el cartílago articular. Es a partir de los 25 años, cuando comienza la pérdida de colágeno, en concreto un 1,5% al año, esta es la razón por la que se recomienda un aporte de glucosamina (un aminoácido que participa en la síntesis del colágeno), bien sera derivado de la alimentación:
– Incluyendo en la dieta alimentos como pollo, pavo, huevos, pescado…
– O bien con algún suplemento rico en colágeno que sirva como ayuda a nuestras articulaciones, por ejemplo ARKOFLEX, que además de colágeno, lleva magnesio, ácido hialurónico y Vitamina C.
¿Te apuntas a cuidar tus articulaciones?