Porque algunas ya nos conocemos y bien sabemos que no somos positivas de nacimiento. Pero lo importante es que con el tiempo, hemos ido aprendiendo a verlo, lo reconocemos y sobre todo ahora sabemos, ¡que se puede trabajar en ello! Eso sí, hay que proponérselo y ser consecuente diariamente con ello. Por eso, hoy quiero compartir con vosotr@s estos diez consejos prácticos que en mi caso me están ayudando a mantener el pensamiento positivo con éxito y a la vez a reducir el efecto tan dañino que el estrés emocional, parece tener tanto en mi mente como en mi cuerpo. ¿Qué me dices? ¿Te suena de algo todo esto? Pues sí es así, te animo a que sigas leyendo...
1. Evita a toda costa lo negativo
Algo un tanto evidente, si lo que queremos conseguir es centrarnos en lo positivo. Pero aún así, para nada es algo que deberías pasar por alto. Reflexiona sobre ello tirando de sentido común y sobre todo tomáte tu tiempo porque quizá el ritmo frenético de tu rutina te haya absorvido y ni siquiera te hayas parado a pensar nunca en ello. Localíza lo que te hace sentir mal y no seas compasivo con ello. Quizá se trate personas de tu entorno, situaciones, malos hábitos, lugares o algunos de tus propios pensamientos. ¡Empieza por reconocerlo y luego simplemente acacaba con ello sin remordimientos!2. Rodéate de personas que solo sumen
De esas con las que puedas ser siempre tú mismo y de esas que se alegren siempre por lo bueno. Valora como oro, a esas que se interesen al detalle por todo lo que haces, las que te escuchen y te apoyen, al igual que tú lo haces. Construir un buen círculo de apoyo sano, es el pilar esencial para mantener el pensamiento positivo a muy largo plazo y una de las cosas más motivantes que te ayudará a salir siempre adelante, independientemente de lo que te pase. Y por supuesto, es tremendamente gratificante.3. Priorízate
No tengas reparos en eso de ponerte siempre primero, y menos en eliminar cualquier cosa que notes que se está llevando tu energía positiva de manera gratuita. De verdad crees, ¿que hay algo más importante que tú mism@? Ya te adelanto yo, ¡que no! Enfócate en lo bueno, en lo que te aporte y acaba pero ya, ¡con los saboteos propios y ajenos! Obviamente no todas las situaciones o personas son evitables, pero en ese caso limítalas y dosifícalas. ¡Y sobre todo relativízalas! Hay muy pocas cosas que realmente sean importantes y tú lo sabes. En mi caso, siempre me dejo llevar por mi intuición porque en el fondo nadie mejor que yo sabe, lo que claramente me hace sentir bien y lo que por el contrario me desequilibra un montón.4. Aprende a decir que NO
Y con decir que no, no solo me refiero a decir que no a esos planes que no te apetecen o a tener que ver a personas que no te aportan absolutamente nada. Obviamente no está nada mal tener localizadas esas bombas de negativismo andantes que todos conocemos y que independientemente de los problemas que tengas, solo hablan de ellos (de ellos y de ellos). O esos que no se preocupan de nada y aparecen de repente cuando necesitan algo, así con toda su cara. Apartarse de esta gente es muy importante y para nada hay que subestimar cómo este tipo de desgaste influye en nuestra salud mental. Y aún más si al igual que yo, pasaste por un momento vital tan clave como es una enfermedad grave. Pero si hay algo aún más importante, es quitarnos de lo negativo que nos autoproducimos nosotros mismos. Con esto me refiero a los pensamientos en bucle que todos tenemos, las limitaciones sin sentido que nos ponemos y de las que a veces sin razón alguna nos convencemos. Os puedo asegurar, que puedes conseguir todo lo que te propongas pero para ello debes de empezar por convercerte de ello. Es tan simple como eso, ¡así que no esperes más para hacerlo!5. Quiérete y trátate bien
Cuídate, arréglate, come sano, y muévete. Tu cuerpo es igual de importante que tu mente, y debes encontrar ese equilibrio que te haga sentirte a gusto contigo mismo. Acéptate, y intenta no verbalizar palabras negativas sobre tí mismo. Al contrario, dedícate exclusivamente cosas bonitas. ¡Y punto! En el caso de que no tengas el día, simplemente no te digas nada pero no sabotees gratuitamente tu autoestima porque te aseguro que esto no es ninguna tontería. Nuestro cerebro no diferencia lo que es verdad de lo que es mentira, y mucho menos lo que pensamos de lo que imaginamos. No te intoxiques y dedícate pensamientos de calidad. Disfruta de esas cosas que tanto te gustan y te renuevan de energía. Inspírate diciendote "Sí a tí mism@" porque a la larga vas a agradecertelo hasta el infinito.6. Introduce el orden y la organización en tu rutina
Esto te hará sentirte mejor, vivirás en paz y con más tiempo para tí mism@. En mi caso, tener la casa ordenada y bonita, me motiva a la vez que me hace sentir tremendamente positiva. Organizarme me permite vivir en calma tanto mental como físicamente. Me evita el estrés y de este modo llego a todo sin prisas y con dosis de motivación extra al ver cumplidos mis objetivos (y de muy buenas maneras). Gano en satisfacción porque soy una de esas personas perfeccionistas que les gusta hacer las cosas bien y con tiempo. Y no solo eso, porque me da seguridad en mi misma día a día. Organizarse solo aporta cosas buenas y al menos en mi caso, me ayuda a no perder el objetivo de seguir enfocada en una vida positiva.7. Regálate momentos y rincones bonitos a diario
Súbete el ánimo con lo visualmente inspirador. No podrás alcanzar nunca una estabilidad si lo que te rodea es puro caos y desestablidad, ya sea visual o mental. Así que ponte a limpiar, ordenar y organizar al completo tanto tu mente, tu agenda y cada esquina del hogar. Esto trae consigo efectos positivos, y te ayudará a desconectar. Y si puede ser, reserva un lugar fijo en tu agenda al que dedicarle diariamente unos minutos a esta tarea. Yo suelo hacerlo todos los días veinte minutos después del desayuno. Primero ordeno la casa y luego organizo mi agenda, estableciendo los objetivos claros a cumplir para ese día.8. Atrévete con nuevos retos
Moverse y entretenerse te ayudará a desconectar y mantenerte mentalmente fresco. No esperes más y ponte a hacer lo que te gusta. Anímate ya con ese proyecto, enfoca tu vida en la dirección que de verdad quieres. No tengas mierdo a ponerte retos. Hazlo con cabeza pero no pierdas demasiado tiempo pensando en ello. Simplemente hazlo, ponte en marcha. En mi caso, nunca me había animado a dedicarle tanto tiempo al blog. Tuvo que ser la enfermedad, la que me haya motivado a dar caña a este proyecto y trabajar en él día a día con una enorme sonrisa. Me gusta lo que hago, no tengo miedo de ello y voy a por ello. Si algo tengo claro, es que tener objetivos claros que cumplir y mantenerse mentalmente ocupado en algo con lo que disfrutas, ayuda (pero bien) a mantenerse positivo a largo plazo.9. Vive y concéntrate únicamente en el presente
Evita la ansiedad de lo que pasará, y sobre todo no te tortures por lo que ya pasó. Concentráte en el aquí y ahora, disfruta de los detalles, de los momentos y de las personas. Deja el teléfono un poco al lado y tómate tu tiempo para observar lo que te rodea. No hagas un montón de cosas diferentes a la vez sino de una en una. Concentrándote y disfrutando de ellas, sean lo que sean. Los que a menudo hemos pasado por largas enfermedades, solemos aprender a concentrarnos en las pequeñas cosas para que los días (menos buenos) sean más soportables. Ver un pájaro pasar, un sabor, o simplemente poder caminar. Ver el atardecer desde la ventana, tomar el sol en una hamaca o disfrutar de un baño de espuma interminable con tu música favorita sonando a tope.10. Disfruta de esos detalles que para la mayoría son inapreciables
Yo no he tenido que pasar por una mala racha para valorar los detalles, porque siempre han sido para mí esenciales. Lo que está claro es que probablemente ahora lo haga de una manera más intensa. Como ya os dije anteriormente, la clave está en vivir al día sin más. Simplemente concentrándome en el momento, pasándolo lo más rápido posible si es malo y aprovechándolo al máximo si es bueno. Aprovecha para escribir estos últimos a modo de reflexiones, porque quizá releerlos en un futuro te hará sentir realmente bien y te impulsará de nuevo hacia el positivismo si por una cosa u otra, te desviaste de él.¿Qué me decís? ¿Creéis o no, en los buenos efectos que el positivisto tiene sobre nosotros? ¿Os han gustado mis consejos? ¿Vais a animaros a ponerlos en práctica? ¿Añadiríais algún otro a mi lista?
¡Espero impaciente vuestros comentarios! Y como siempre os espero en Twitter y Instagram, donde comparto mi día a día y un montón de recomendaciones más. Y si te gustan tanto mis looks como mi estilo decorativo, pásate por mi perfil de 21 Buttons desde donde los podrás comprar.