También quiero recordar a las 5 leyes del Dr. Hamer en la que él demuestra que cada enfermedad es iniciada por un shock emocional, por una preocupación, una pérdida de un ser querido o un insulto inesperado. No todas las enfermedades vienen del exterior. Nuestra psiquis, cerebro y órganos se ven afectados y reciben ese impacto. Cada persona, según sea la forma que se enfrenta a esa situación conflictiva así será la respuesta.
Qué es la bio-neuroemoción
La Bio-Neuroemoción es una propuesta curativa, completamente natural de mucha novedad. Es un método completamente efectivo que ayuda a recobrar la salud independientemente de las molestias que se presenten.
La Bio-Neuroemoción se basa en el hecho de que la mayoría de los síntomas que sentimos en nuestro organismo han sido originadas a partir de pensamientos inconscientes. Un conflicto, sea cual sea, nos desestabiliza emocionalmente produciendo en nosotros una reacción inmediata de cada una de las células de nuestro cuerpo. Hasta el límite de sentir un malestar en nuestro cuerpo y no saber qué nos está pasando.
La Bio-Neuroemoción trata de descodificar las emociones haciendo una lectura del cuerpo, porque un conflicto sea cual sea, nos desestabiliza emocionalmente produciendo en nosotros una reacción inmediata de cada una de las células, hasta el límite de enfermarnos.
Qué pretende esta técnica
Lograr tener un organismo totalmente armónico en la consciencia y en el inconsciente. Cuando nos bloqueamos, lo hacemos de tal manera que, centramos toda nuestra atención en el problema y no podemos ver más allá de él. Se convierte en un bucle del que no podemos escapar. Toda nuestra vivencia diaria está atrapada por la carga emocional, generando similar vibración.
Por eso, su principal objetivo es que las personas tomemos consciencia de que el síntoma de la enfermedad es un proceso interno que empieza en choques emocionales y que en cada enfermedad hay una emoción oculta, que no hemos sido capaz de expresar.
Nos cuesta expresar lo que sentimos. Estamos condicionados por motivos culturales o de religión, generalmente es el inconsciente el que nos bloquea. Este conflicto emocional, si no lo podemos gestionar, está movilizando el cuerpo de tal forma que todas nuestras células se sienten afectadas, generando un cuadro de estrés. El cuerpo se siente aún más afectado cuando el conflicto lo vive en soledad. No sabe cómo comunicarlo.
Cuál es el proceso a seguir
Antes de nada nos tenemos que dar permiso a leer entre líneas lo que le ocurre a nuestro cuerpo. Si continuamos manteniendo nuestro foco de atención en el conflicto, nos resultará muy difícil cambiar el marco de referencia.
Vamos a escuchar qué nos dice nuestro cuerpo:
Quizá tan solo sea un susurro o ya nos está dando voces de auxilio.
¿Qué sensación estamos sintiendo?
¿Qué sentimientos tenemos hacia nosotros mismos?, ¿hacia la situación?
¿Hay personas que aún están presente en estas emociones?
Vamos a fijarnos cómo estamos gestionando esta situación.
¿En qué medida nos está afectando?
¿Cómo responde nuestro cuerpo ante esos síntomas?
¿Qué nos decimos a nosotros mismos de tal situación?
Qué nos decimos de cómo estamos actuando?: Nos juzgamos, nos criticamos diciendo que no estamos haciendo nada, o nos sentimos víctimas de la situación?
Una vez que conocemos este punto importante pasamos a conocer la respuesta biológica del conflicto, que nuestro organismo no ha sabido resolver por sí solo.
Cada conflicto nos afecta porque cada célula del cuerpo está identificada con una función especial, cada uno de nuestros órganos está relacionado con las emociones y con los Elementos de la Naturaleza todo vibra al unísono.
Yo en las consultas que realizo, hago una lectura de la relación que hay entre:
Los Elementos de la Naturaleza,
Los órganos del cuerpo,
Las emociones.
Se trata de conocer y de descodificar el por qué de la enfermedad, de la situación que se está atravesando y también de cada uno de los cambios en los códigos que se han dado hasta el momento.
Ejemplo práctico
Estoy feliz, me siento eufórica. Al final nos hemos tomado unas vacaciones. Hoy es el primer día que estamos disfrutando juntos del contacto con la Naturaleza. "Ni yo me creo lo que estoy viviendo".
Bajamos al restaurante, hemos pedido la cena y mi marido ha ido a comprar tabaco. Suena el teléfono...
Acaban de comunicarme que a mi padre le ha dado un infarto y está en la UVI. He quedado paralizada y no sé qué hacer. Estoy en shock. "¡Cómo se lo digo!... ¡Con lo bien que lo estábamos pasando!"
"Me siento perdida, no sé cómo actuar, no sé cómo decirle que las vacaciones se han terminado y ahora... la culpable soy yo".
"Siento una opresión en el pecho, hasta me falta el aire, la cabeza me va a explotar y ahora no me apetece cenar".
"Será mejor no decir nada. (No creo que llegue a tiempo)".
¿A qué Elementos y órganos están afectando estas emociones y pensamientos?
Elemento Fuego está asociado al:
Corazón, categoría Yin, órgano fundamental que rige nuestro cuerpo, que impulsa la sangre a través de las arterias y venas que recorre todo nuestro cuerpo.
Intestino Delgado, categoría Yang, es el que posibilita la absorción de los hidratos de carbono, proteínas, grasas, agua, los iones y vitaminas.
Las emociones que afectan a estos órganos:
Categoría Yin: Euforia, enfado, soledad, angustia.
Categoría Yang: Falta de confianza y tristeza.
Como el Elemento Fuego, tiene interacción con:
El Elemento Metal (asociado al Pulmón y al Intestino Grueso), podemos observar que esta persona puede desencadenar una obstrucción intestinal o un ataque de asma.
Si esa emoción no la puede gestionar produce un desequilibrio en todo su cuerpo, ya que las células han perdido la comunicación entre ellas y un gran sentimiento de culpabilidad, que podrá desencadenar en molestias intestinales, afecciones pulmonares o taquicardias...
Beneficios que nos ofrece la bio-neuroemoción
Igualmente, esta terapia emocional va optimizando cada uno de los tratamientos que el paciente recibe, enseñando a la persona a mejorar su conexión con sí misma, a escuchar lo más íntimo del organismo, así como también a escuchar la biología de su cuerpo y de su salud psicológica.
El terapeuta acompaña a su cliente a darse cuenta qué le está diciendo su cuerpo y cómo puede responderle para que su cuerpo se lo agradezca.
La persona comienza a reconocerse y aceptarse, elevando su valía personal.
Recupera su poder y su autoestima.
Se dedica más tiempo a los suyos y a sí misma.
Reconoce que ahora la vida es un regalo que hay que disfrutar.
Me permito recibir ayuda de los que me rodean.
En resumen
La persona aprende a tomar distancia del conflicto.
Lo que le sucede comienza a verlo como un aprendizaje para evolucionar. Hasta podríamos inclusive agradecer tal situación y darse permiso para crecer y desarrollarse como persona.
Dejar de lado los miedos, el qué dirán y ser coherente conmigo mismo.