Nuestras relaciones afectivas son muchas veces inestables y los sentimientos de aislamiento suelen ser factores agravantes de los sentimientos de inseguridad.
Si se acumulan varias causas estresantes en un corto periodo de tiempo, no permiten la recuperación de la persona, que se siente incapaz de superarlas y si este período se prolonga, este estrés puede convertirse en angustia y desequilibrar los sistemas energéticos de nuestro cuerpo.
Hans Selye (fisiólogo y médico) distingue entre “el estrés positivo” y el “estrés con angustia”:
Estrés positivo: es el que nos empuja, nos gusta y por el cual tomamos decisiones.
Estrés con angustia: el que evitamos, tememos o que nos provoca sufrimiento cuando nos invade. El estrés con angustia se puede distribuir en 3 etapas:
1. La respuesta: lucha/cólera - miedo/huida.
2. La vigilia: el cuerpo se prepara para una larga supervivencia en un entorno que no controla.
3. El agotamiento: depresión.
La acumulación de estrés emocional, está vinculado directamente con el deterioro de la salud.
Imaginemos por un momento que nuestro cuerpo es un vaso y que una emoción de estrés con angustia (que vienen dados a través de las experiencias en nuestra vida) es una gota de agua. Gota a gota el vaso se va llenando y llega un momento en que en el vaso no cabe más agua. Cuando intentamos poner más gotas en el vaso que está lleno, el agua se derrama, y es en ese momento cuando en nuestro cuerpo surgen patologías que deterioran nuestra salud.
Los problemas emocionales (estrés con angustia) si no salen, se convierten en un problema orgánico y nuestro cuerpo las somatiza, provocando cambios fisiológicos y conductuales y es por ello que para poder tener a nuestro cerebro y como consiguiente, a todo nuestro cuerpo sano y con buena salud, tenemos de resolver todos los conflictos que siguen activados.
El equilibrio psico-emocional es un factor importante que se debe tener siempre en cuenta junto al tratamiento de cualquier dolencia o enfermedad, ya que nuestro cuerpo es holístico y todo está conectado, con vinculación entre emociones y órganos, pudiendo afectar a estos en caso de no dominar o controlar nuestro estado emocional.
Cuando sentimos, pensamos y hablamos y relacionamos acciones que van en la misma dirección y sentido, nos comportamos de forma congruente. Esto reducirá pensamientos (emociones) de nosotros mismos que no aceptamos y la escondemos en el subconsciente.
Los conflictos psíquicos impiden el correcto funcionamiento de las corrientes energéticas corporales, corrientes energéticas “transportadas” por los meridianos, provocando una tensión responsable de perturbaciones en el funcionamiento normal de los órganos. Cuando estas perturbaciones perduran en el tiempo, como pueden ser: filosofía de vida contraproducente, prejuicios que nos limitan, responsabilidades que cargamos a nuestras espaldas, estrés, ansiedad, etc., acaban provocando lesiones importantes.
Tratamiento de emociones, conflictos y estrés con la Kinesiología Unificada
Para encontrar una óptima información debemos de partir siempre desde la Visión Holística de la Enfermedad y la Salud.
El Ser Humano es una «gran célula» formada por la parte física, la emocional, la mental y también por la espiritual (cada una de ellas tiene su frecuencia vibratoria) y están «interaccionando» constantemente y cada una de ellas repercute en todas las demás. Ejemplo: Si yo sonrío o me enfado tiene consecuencias inmediatas en todas las células del cuerpo.
Primero tenemos de saber en que nivel se originó el problema: a nivel estructural, bio-químico, emocional, eléctrico, electromagnético o energético (sutil), ya que un problema (conflicto) emocional provoca un cambio fisiológico en nuestro cuerpo y también al revés, un problema (dolor, patología, etc,) en nuestro cuerpo, provoca un cambio mental (emocional).
Si sabemos en que nivel se originó el problema podemos tratar el problema desde la raíz, ya que por ejemplo si el conflicto se origina en el campo emocional y lo tratamos desde el campo bio-químico obtendremos una mejora parcial y temporal pues al no tratar el origen del problema éste seguirá estando sin resolver y con el tiempo volverán a reaparecer los síntomas. Algunos problemas de salud etiquetados como crónicos no lo son si no que lo que está «cronificado» es el conflicto emocional que ocasionó el problema y que aún sigue sin resolver.
La Kinesiologia, utilizando el test muscular, puede descubrir el conflicto emocional raíz, y utiliza diferentes técnicas para disociar esta emoción que produce alteraciones a nuestro cuerpo. Cuando se desasocia esta emoción, nuestro cerebro la almacena como una experiencia libre de estrés y hace que el conflicto desaparezca.
La técnicas que utiliza la Kinesiolgia Unificada para solucionar los diferentes conflictos emocionales son diversas:
PNL (Programación Neurolingüística).
Técnicas de liberación emocional.
Medicina tradicional china (acupuntura, digitopresión, masaje, auriculoterapia).
Par biomagnético.
Medicina Germánica Dr. Hamer.
Reflejos primitivos.
Reiki.
Terapia floral.
Otros.