El uso de las redes sociales está muy implantado y difundido en la sociedad, pocos son los que pueden decir que no tienen una cuenta de Facebook, Twitter, Tuenti. Es increíble también como cada usuario puede darle su propia personalidad. Según explica la psicóloga Amaya Terrón, “cada persona tiene unas motivaciones, intereses y necesidades únicas y personales y de ellas depende el uso que hacen de las nuevas tecnologías. Algunas personas solo las utilizan para vender productos o servicios sin mostrar ningún tipo de información personal. Esto le da un toque personal cada cosa que publican. Esto depende del “para qué” las uses y de cuál sea tu personalidad y circunstancias. Lo que sí es cierto es que los perfiles van cambiando”.
¿Por qué son tan populares?
Según la psicóloga, lo que nos mueve a usar estas redes es que cumplen muchas funciones relacionadas con la comunicación. Relacionarse socialmente, mantener amistades, buscar viejos amigos de la infancia, dar a conocer productos o servicios de la empresa, ampliar el círculo social, incluso buscar pareja o trabajo son algunas de ellas. La rapidez, facilidad y eficacia en la comunicación es lo que hace de las redes sociales excelentes recursos, ya que se adaptan a las demandas actuales, como la escasez de tiempo y la búsqueda de satisfacción inmediata.
Además, las redes sociales nos aportan reforzadores naturales que el ser humano necesita para su existencia, por ejemplo, los tan conocidos “Me gusta” tienen un gran poder entre los usuarios de las 2.0, según Terrón “los “Me gusta” son reforzadores naturales en el ser humano. Simbolizan una aprobación, una palmadita, un refuerzo, y esto nos encanta al ser humano”.
Por otra parte, las redes sociales minimizan las consecuencias de nuestros actos y además las consecuencias no son tan inmediatas como en la comunicación personal, podríamos decir que funcionan como escudo protector, lo que hace que sea otro motivo para su gran aceptación por parte de los usuarios.
También a través de estas redes, “nos mojamos más”, nos atrevemos a decir lo que no nos atrevemos a expresar en persona. “Muchas veces decimos y nos mojamos más virtualmente que en persona, ¿por qué? Porque las consecuencias son no inmediatas y sí de menor impacto. Al fin y al cabo tú estás calentito en tu casa”.
Plano psicológico
¿Nuestra identidad virtual define quienes somos realmente o nos muestra una versión idealizada o distorsionada de nuestra personalidad? “Lo que mostramos al exterior, bien virtual o real, nos da información acerca de la persona, sin duda. Si, por ejemplo, colgamos una foto de perfil de una persona que no somos nosotros evidentemente la imagen no corresponde con la realidad, pero lo que sí dice mucho de la persona es el hecho de que haya mostrado una imagen distinta”, apunta Amaya Terrón.
Mucho qué decir de nosotros también tiene nuestra foto de perfil. Desde el plano psicológico existe mucha información detrás de nuestra foto de perfil, “las fotos que tenemos expuestas al público en nuestros perfiles sociales son exquisitamente escogidas. No son fotos aleatorias, todas tienen un significado y un sentido relacionado con la persona y la circunstancia que esté viviendo en ese momento”.
Además, estas fotos se suelen usar para proyectar una mejor imagen de nosotros mismos, lo que nos gustaría ser, en lo que nos gustaría convertirnos… “De manera consciente o no, todos intentamos proyectar una imagen más positiva de nosotros mismos. ¿A quién le gustaría salir mal en una foto de perfil? Por eso no son pocos los psicólogos que afirmamos que detrás de una foto se oculta todo un mundo por descubrir”, explica la psicóloga.
Los riesgos
El uso de las redes sociales también puede traer consigo consecuencias nefastas si no se les da el uso adecuado, incluso pueden crear adicciones importantes.
Además, en algunos casos pueden provocar aislamiento social: “cuando utilizamos redes sociales de manera saludable no tendrían por qué crear aislamiento social si no lo hay previamente, de hecho, bien utilizadas fomentan el acercamiento a tus amigos e incluso creación de nuevos. Cuando el uso de las redes suple la faceta y el contacto social se pone de manifiesto un problema previo. En estos casos las redes sociales funcionan a modo sustitutivo, dejando en evidencia el problema subyacente”, añade.
“Las personas que constantemente comentan estados ajenos o propios, ponen frases o citas suelen tener una alta motivación por aparecer, por ser atendidas por tener un impacto en los demás, buscan la atención principalmente. Suele ser uno de los síntomas de estar enganchado/a a las redes sociales”, explica Amaya Terrón.
Pero… ¿cómo podemos saber si estamos enganchados al 2.0? Según la psicóloga, “en el momento que sentimos ansiedad o cierto grado de nerviosismo cuando no tenemos o prevemos que no vamos a tener acceso a ellas podemos decir que estamos enganchados.
Cinco reglas para un buen uso de las redes sociales
Para Amaya Terrón, estás serían cinco de las premisas fundamentales para utilizar correctamente las redes sociales y hacer un uso responsable y positivo de las mismas:
Mantener el contacto con amigos y recuperar a viejos amigos.
No utilizar los medios como fuente de venganza y de provocación de daños.
No difundir habladurías malintencionadas ni imágenes de otras personas sin consentimiento.
No apoyar sentencias ni jactarse de venganzas por estos medios.
No basar tus opiniones y juicios a través de ellas.
Respeto y diversión serían el resumen de las cinco.
Agradecimientos: Amaya Terrón, psicóloga de Amaya Terrón Psicología.
Imágenes (por orden de aparición): Ray_from_LA/Flickr, scott|fairchild/Flickr, Marlon Hammes/Flickr, Zach Klein/Flickr y Johan Larsson/Flickr.