Se trata, de hecho, de un metal que es responsable de la activación de aproximadamente 300 enzimas y funciones en el cuerpo; característica que hace que sea un elemento esencial para el buen funcionamiento del organismo.
El zinc se acumula especialmente en las células del hígado, músculos, pelo, piel, tejidos carótidas, huesos, tejido cerebral y plasma: este elemento clave es absorbido por el cuerpo a través del intestino delgado y expulsado gracias al intestino.
Debido a sus beneficios y sus muchas propiedades nutricionales y terapéuticas, este mineral es importante que esté incluido dentro de una dieta saludable.
Alimentos y necesidades
El zinc se encuentra en algunos alimentos en buenas cantidades - por ejemplo, cereales, legumbres, semillas, levadura, frutos secos, cacao, champiñones, huevos, pescado y carne - pero también hay alimentos que pueden contrarrestar su absorción, como la leche , queso y cereales. El calcio, de hecho, cuando se toma en dosis altas reduce la capacidad de absorción del zinc del propio cuerpo.
La necesidad diaria de zinc son de 10 mg para niños, 15 mg para las mujeres y las personas mayores, y 18 mg para los hombres y las mujeres que están embarazadas o en periodo de lactancia.
Propiedades beneficiosas
El zinc es capaz de estimular el sistema inmunológico y también es muy importante para el desarrollo, el crecimiento y para el sistema reproductivo.
El zinc es necesario para el correcto funcionamiento de varias hormonas, como la insulina o las hormonas sexuales (previene la infertilidad) y las del crecimiento.
Además, ayuda a la salud de la próstata y estimula la regeneración de los tejidos lo cual es de una importancia fundamental para la regulación de la respiración celular. También es de beneficio para la vista, el tacto, el olfato y la memoria.
Por otro lado, ayuda a curar las heridas y también a controlar la hipoglucemia. Este precioso elemento también puede ser de ayuda a combatir la depresión, resfriados y sinusitis, debido a sus propiedades anti-inflamatorias. Lo cuál se ha demostrado mediante un estudio recientemente en la India.
En cuanto a sus usos en cosmética se debe en gran medida a que el zinc contrarresta la acción de los radicales libres y se ralentiza, por tanto, el envejecimiento celular. Además de esto, el zinc está indicado para la salud de la piel porque, por ejemplo, impide la aparición de acné.
Este elemento también es útil para adelgazar porque ayuda en la pérdida de peso, ya que desempeña una acción importante en el control del metabolismo.
Déficit
La deficiencia de zinc puede dar lugar a algunos síntomas y trastornos importantes tales como fatiga, pérdida de apetito, pérdida de cabello, cicatrización lenta de las heridas, diarrea, trastornos mentales, problemas de visión, depresión, sistema inmunológico débil, infecciones y mal funcionamiento de las gónadas con consecuencias graves desde el punto de vista reproductivo. De hecho su déficit provoca hipogonadismo, y en caso de estar embarazada, si se produce la deficiencia durante el período o el crecimiento fetal, puede provocar un desarrollo lento o, incluso, enanismo.
Algunas de las causas de que falte este mineral en el cuerpo puede ser por una enfermedad hepática, alcoholismo, edad avanzada o la asunción de ciertos tipos de drogas como los antidepresivos o los diuréticos, que podría contrarrestarse a través de suplementos alimenticios.
Contraindicaciones
El zinc no tiene ningún efecto secundario en particular, pero es importante no abusar de su ingesta ya que dosis excesivas pueden conducir a la reducción del colesterol bueno HDL, anemia, vómitos, fiebre, náuseas y diarrea.
En todo caso, el riesgo de una excesiva ingesta de zinc es muy raro ya que los mecanismos de regulación de su absorción, por lo general, no permiten que esto suceda. Además,el zinc no parece interactuar de manera adversa con cualquier medicamento.