La vigorexia. La obsesión por tener músculos más grandes.
La vigorexia, también conocida como dismorfia muscular, anorexia inversa o complejo de Adonis, es un trastorno psicológico que afecta fundamentalmente a hombres. Quienes tienen vigorexia viven constantemente preocupados por parecer demasiado pequeños y débiles, a pesar de que en la mayoría de los casos tienen una gran masa muscular.
El deporte y la dieta se convierten en el centro de la vida de quienes la sufren. Hacen ejercicio físico de manera continuada y exagerada, rechazan alimentos grasos e incorporan a su dieta gran cantidad de proteínas e hidratos de carbono.
Por mucho que entrenen o por muy bien que coman nunca están satisfechos y quieren más. Constantemente intentan superar sus objetivos y buscan la perfección sin importarles las consecuencias que pueda ocasionarles.
La vigorexia es una enfermedad relativamente frecuente en los gimnasios, y en muchos casos se asocia con un abuso del consumo de complejos proteicos y de anabolizantes derivados de la testosterona.
¿Qué problemas puede provocar la vigorexia?
Odio de sí mismo
Músculos, articulaciones y tendones dañados
Malas relaciones, vida social afectada negativamente
Interferencia con el trabajo y/o los estudios
Preocupación constante por la opinión de los demás sobre su cuerpo
Depresión
Efectos peligrosos de los esteroides y otras drogas utilizadas en el mundo del culturismo. Entre los efectos de estas sustancias se encuentran impotencia, acné, aumento de glándulas mamarias, caída del cabello, cambios de humor, problemas cardíacos…
Como ves se trata de un problema más serio de lo que puede parecer. Lo mejor es que te pongas en manos de un buen especialista. En Nutrimadrid encontrarás profesionales cualificados que podrán asesorarte correctamente, incluso ofrecen el servicio online.
Ortorexia. La obsesión por comer sano
Aunque pueda parecer contradictorio la obsesión por comer sano puede llegar a ser peligroso y poco saludable.
Las personas que padecen ortorexia, con su obsesión por comer sano, se ven obligados a seguir una dieta que excluye la carne, las grasas, los alimentos cultivados con pesticidas o herbicidas y las sustancias artificiales que pueden dañar el organismo. Esto puede parecer muy sano, pero no lo es.
La mayor parte de las personas que padecen ortorexia no sustituye los alimentos que evita por otros que puedan aportarle los mismos complementos nutricionales.
¿El resultado? carencias nutricionales como falta de vitaminas, proteínas, cansancio, osteoporosis o anemia.
Los ortoréxivos convierten la alimentación en el centro de su vida. Que todo gire en torno a la alimentación sana les lleva a aislarse a nivel social y olvidan el placer que puede suponer una alimentación saludable, sin obsesiones.
Señales de alarma de la ortorexia.
Para tratar de diagnosticar esta enfermedad hay unas preguntas claves que nos pueden ayudar a detectar si estamos ante un caso de ortorexia.
¿Piensas durante muchas horas en lo que va a comer? (Si la respuesta es positiva es una señal de alerta)
¿Gastas mucho dinero en productos alimenticios sanos? (Si la respuesta es positiva es una señal de alerta)
¿Quedas frecuentemente con tus amigos para comer o “ir de tapas”? (Si la respuesta es negativa es una señal de alerta)
¿Estás obsesionado por lo que comes? (Si la respuesta es positiva es una señal de alerta)
En caso de que haya varias señales de alerta estamos ante un problema. Es importante que te pongas en manos de un profesional que te pueda asesorar. Por ejemplo, si necesitas ayuda Pharmabuy es una reconocida farmacia de confianza que puede ayudarte a llevar una alimentación sin desequilibrios.
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