Pasada la euforia inicial del comienzo de año, poco a poco vuelves a la rutina y te das cuenta que nada ha cambiado desde hace 20 días. Solo son fechas en un calendario que no entiende de pandemias. El camino a la ansiada normalidad es largo y la ilusión tras las campanadas se diluye poco a poco. Siguen las distancias, la falta de contacto, la incertidumbre la línea que esperabas cruzar para volver a la “normalidad” ya no está tan clara y los ánimos decaen. Entonces es cuando el post de hoy entra en juego porque esto será lo único que necesites este 2021.
Ojo, a pesar de mi entusiasmo en las redes sociales, yo me encuentro en la misma situación. También tengo mis días malos y mis días peores. Mis lágrimas y mi rabia que aparece cuando menos se la espera. Pero me he dado cuenta de una cosa: esto es la vida. Hoy es una pandemia y mañana será otra cosa. La vida tiene sus luces y sus sombras, cada día, en algún lugar del mundo. Y con todo, sigue su curso, y tú y yo, en ella. Es un viaje maravilloso, con imprevistos, como todo gran viaje. Pero es EL VIAJE. No habrá otro así que, cuando te pese, piensa en esto:
DISFRUTA.
Hoy, ahora. De lo más simple. De lo que tienes, lo que eres. Lo que te rodea. Dedica tiempo a agradecer, saborear los buenos momentos, encontrar razones para sentirte bien. Y lo que no te guste, cámbialo. Ya. Desde hoy. Coge papel y boli y analiza qué te impide disfrutar, qué está en tu mano para mejorar la situación y cuáles serán tus pasos para lograrlo. Lo que esté fuera de tu alcance, acéptalo y pasa página. Porque las enfermedades tienen esto. Que te abren los ojos sobre la fugacidad de la vida y la importancia de vivir el presente. Porque mañana nadie sabe.
No es una tarea fácil. Sacar fuerzas cuando todo parece ir en contra, cuando lo único que te apetece es gritar: ¡BASTA! cuando solo piensas en el final de este infinito túnel... es muy difícil. Y habrá días en los que no quieras salir de la cama hasta que todo haya pasado. Días en los que querrás llorar. Y esos días tendrás que hacerlo. Dejar salir todo lo que llevas dentro es el primer paso así que adelante. Pero cuando termines, cuando te hayas dado permiso para sentirte mal, no te olvides de mirar hacia adelante. De buscar motivos para seguir disfrutando y pasar a la acción. Porque tú eres la única que puede hacerlo y esta es la única forma de vivir y sentir que, a pesar de todo, la vida sigue mereciendo la pena.
Para mí, disfrutar este año va ser mucho más que un propósito que se escribe en los primeros días del año. Quiero que sea una realidad y quiero poder recordarlo cuando las fuerzas me flaqueen. Por eso, he empezado a crear un diario de momentos y te invito a crear el tuyo propio. Dibujar, fotografiar o simplemente describir esos instantes. Crearlos para después recogerlos de algún modo y que queden grabados para siempre.
Por supuesto, los iré compartiendo contigo para que tú también puedas llevarlos a cabo o al menos, encuentres algo de inspiración para encontrar tus propios instantes, esos pequeños placeres que se esconden en las rutinas y apenas tenemos tiempo de saborear.
Sigue cuidándote a ti y a los tuyos, y sigue disfrutando, haciendo planes. Serán diferentes pero serán tuyos. Tus momentos, tus píldoras de felicidad para sobrellevar todo lo demás. Y si no sabes cómo o te falta inspiración, quédate conmigo que este año va a haber mucho de esto en el blog ;)
Cuéntame, ¿qué te parece mi palabra para este 2021? ¿Cuál has elegido tú para marcar este año?
¡Un abrazo!
Sara