<< Aquel que no haga durar su propia vida
Ciento veinte años por lo menos, que llore:
¡Bien lo tiene merecido!
El buen sentido nos invita
A cesar de morir como lo hacemos actualmente.
Con un afán insaciable y deplorable,
Contra el cual prescribo la receta,
No hacemos sino absorber venenos
talés como el tabaco, el alcohol y el café;
y todos los días, plácidos y serenos,
e imprudentes, engullimos alimentos
que atacan nuestra fragíl arcilla;
El que quiera durar largo tiempo,
ha de cambiar.>>
<< El azúcar, ¡oh lector!, que con sagaz mano
pones todas las mañanas en tu café con leche,
y que te encanta, en el espléndido mes de mayo,
esparcir sobre las fresas escarlata;
el azúcar que mezclas
con tus zumos de limón;
el azúcar que das a tus hijos,
oh, padre infame,
en forma de pirulíes, o de caramelos y peladillas.
El azúcar que en tu hogar,
está al alcance de todos,
el azúcar, que a ti el primero,
a tu esposa, a tus hijos,
roba años por docenas.>>
<<¿Y la sal? La devoras con el pan,
la carne, el pescado y la tortilla.
Pues no digo nada, si la sopa está algo sosa,
o su nombre traiciona la ensalada.
Hasta el los baños de mar, te impregnas de sal.
Sin embargo, no existe veneno más fatal.>>
<<Si, he aquí otro ¡La carne!
Cuando devoras un bistec o un pollo asado
para saciar tu avidez, preparas tu fosa
en el cementerio;
cavas con tus manos, tu tenedor
y tu cuchillo
una sombría tumba.>>
<<Huye de todo licor, y no bebas vino
rehúsa el azúcar y el tabaco;
detesta el café, evita la sal,
terrestre o marina: rechaza carnes y volátiles,
Vive de hierbas y de leche, y conservarás,
tus ropas sobre tu espalda, y tus zapatos
en los pies
durante ¡un siglo y veinte años!>>
Espero que os haya gustado.
" Que tu medicina sea tu alimento, y que tu alimento sea tu medicina"