Hay un conjunto de trastornos que se agrupan generalmente bajo el término de trastornos específicos de los aprendizajes. Un número considerable de niños (entre 4 y 6 %) sufren tales trastornos. No pueden explicarse ni por una falta de inteligencia, ni por un medio ambiente socioeconómico desfavorecido ni tampoco por un gran problema psicoafectivo.
Estos trastornos tienen un origen neurobiológico y corresponden al hecho que ciertas zonas del cerebro no se han desarrollado correctamente durante el periodo prenatal.
Estos trastornos corresponden a:
*la dislexia cuando se trata de la lectura,
*la disortografía para las correspondencias entre letras y sonidos,
* la dispraxia cuando están relacionados con la planificación y la coordinación de los gestos aprendidos
*la disfasia para el lenguaje oral
*la discalculia para las capacidades matemáticas.
El Método Tomatis, como juega con la plasticidad de los circuitos nerviosos implicados en el desciframiento y el análisis de los sonidos, pero también con los de la motricidad, el equilibrio y la coordinación, puede ayudar los niños a desarrollar estrategias de compensación frente a los trastornos del aprendizaje y el lenguaje. Así, si no permite erradicarlas, el Método induce sin embargo al individuo a gestionarlos y superarlos eficazmente.