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La relación entre esta disciplina y el mindfulness es estrecha y natural. De hecho, es una consecuencia lógica, porque resulta extremadamente difícil hacer un progreso real en Taichí sin la integración de la mente, el cuerpo y el espíritu. Eso se logra mediante técnicas que te hagan ser más consciente de ti mismo y tu entorno.
En qué consiste
Consiste en la realización de movimientos lentos, coordinados con la respiración y con pensamientos dirigidos a la eliminación de las energías negativas, a la adquisición de equilibrio orgánico y mental, y a fomentar la motivación y la resistencia física y psicológica.
Hay mucho más en esta práctica de lo que se ve a simple vista. Se compone de múltiples movimientos y significados. Es estéticamente agradable, además de fácil y placentera de ejecutar. Aporta tranquilidad y te ayuda a pensar con más claridad.
Beneficios rápidos para la salud y el bienestar
Después de poco tiempo practicando este ejercicio, las recompensas son notables. Entre ellas, se incluyen las siguientes:
– Reducción del estrés y la ansiedad.
– Aumento de la flexibilidad y el equilibrio.
– Alivio del dolor y la tensión muscular.
– Fortalecimiento del sistema inmunológico.
– Aumento de la capacidad de concentración.
– Mejora del estado de ánimo y autocontrol.
– Mejora de la calidad y profundidad del sueño.
– Incremento de la sensación general de conciencia, calma y bienestar.
– Mejora la autoestima y sentimiento de pertenencia a un grupo o equipo.
Además, los ejercicios de flexibilidad te permiten moverte más fácilmente y mejorar la circulación de la sangre. Los innumerables beneficios se traducen en un mejor funcionamiento general del corazón, los pulmones y los músculos. Además, los movimientos mejoran el equilibrio y ayudan a evitar caídas.
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Variedades de Taichí
Hay muchos estilos y formas. Los principales son: Chen, Yang, Wu, Sun, Wú (Hao).
Cada uno tiene sus propias características, pero todos comparten los mismos principios esenciales. Estos fundamentos son:
Mente integrada con el cuerpo. Concentración.
Control de los movimientos.
Respiración consciente. De esta forma se genera energía interna, atención plena y serenidad. El propósito final es cultivar la energía vital para que fluya de manera suave y poderosa por todo el cuerpo. La armonía total del yo interno y externo proviene de la integración de la mente y el cuerpo.
Movimientos
Los movimientos fluidos del taichí contienen mucha fuerza interior. Aunque se realicen de manera lenta y suave, concentran un poder inmenso: el poder para la curación y el bienestar.Con una práctica constante, comienzas a sentir la energía interna (qi), a convertirla en fuerza interna (jing) y a utilizarla para generar más energía interna. Este proceso conduce a un estado mental más equilibrado, y mejora tu forma física, agilidad y equilibrio.
La característica única de este ejercicio oriental es que es interno. Eso significa desarrollar la fuerza de adentro hacia afuera, por lo que puedes continuar desarrollándolo a cualquier edad.
Fácil de aprender
Aparte de los beneficios para la salud, este arte marcial es fácil de aprender y se convierte en una forma de vida para muchos practicantes. Debido a su profundidad, muchos de los aficionados sienten fascinación ante el desafío interminable de avanzar en su conocimiento.Quienes lo conocen, describen cómo los movimientos te facilitan sumergirte en etapas mentales de tranquilidad y paz mental. Sin embargo, la persona todavía se siente una gran parte del mundo. En un sentido no religioso, es una experiencia espiritual. Consiste en estar en armonía con el mundo y la naturaleza.
Consejos para una práctica adecuada
Si estás empezando en esta práctica, aquí tienes algunos consejos que pueden serte útiles.
– Una sesión media dura unos 45 minutos.
– Puedes practicar en la naturaleza y en exteriores, pero también en una sala bajo techo.
– Se recomienda hacerlo por la mañana, aunque hacerlo a otras horas no tiene contraindicaciones.
– Hay una variedad de estilos, pero el estilo de Sun se caracteriza por movimientos suaves y controlados que fluyen libremente. Los movimientos fluyen suavemente como el agua en un río y son adecuados para todos, incluso si tienes dolores o te estás recuperando de una operación.
– Usa ropa holgada y cómoda con zapatos planos.
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Relación entre mindfulness y Taichí
Practicar Taichí de manera correcta requiere una mente abierta y receptiva, que permita el aprendizaje, la concentración y el cambio. Las sesiones exigen una atención plena y consciente y en eso, precisamente, consiste el mindfulness.
Los principales pilares del mindfulness pueden abordarse de forma simultánea con el Taichí para alcanzar un estado mental más centrado y equilibrado. De hecho, se ha comprobado cómo el movimiento físico puede producir estados emocionales deseados.
Ambas disciplinas convergen en la necesidad de prestar atención deliberadamente a lo que está sucediendo en el momento presente. Es un estado de consciencia que se puede mejorar con la práctica.
Mejora tu calidad de vida
Practicar Taichí, al igual que la meditación (mindfulness) y la psicología positiva, ayuda a mejorar la calidad de vida. Si sientes ansiedad, nerviosismo, eres víctima de una falta de autocontrol de tus emociones y comportamientos o deseas mejorar tu actitud y motivación en algún aspecto, estas prácticas también pueden ayudarte mucho.
Hay personas estresadas, cansadas, en un constante estado de enojo y molestos con su situación, ya sea económica, laboral, sentimental o de cualquier otro tipo, que consiguen un cambio instantáneo a mejor después de comenzar a practicar este arte marcial. Así que, sea cual sea tu situación, si pruebas un par de sesiones, verás cómo notas rápidos avances en tu estado físico y emocional.
RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.
Además, para cuidar nuestra mente, existen herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí – que pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida saludable. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.