Recordar listas ordenadas o desordenadas de palabras. Hay quien recomienda imaginar juntos y vívidamente 2 primeros objetos, y unir el resto a medida que confecciona una historia gráfica donde las imágenes de cada elemento se conecta con la siguiente.
Utilizar la regla mnemotécnica de unir palabras, que consiste en una lista de palabras fijas en orden, asociada cada una a un número determinado. Es decir, se puede usar la siguiente secuencia, basada en el parecido físico entre números y objetos: 1-tea, 2-noé, 3-amo, 4-oca, 5-ley, 6-oso, 7-fea, 8-hacha, 9-ave, 10-toro. Con este método, para memorizar la fecha 1746 usaríamos la imagen de una tea (1) donde trepa una fea (7), que la ataca una oca (4) y defiende un oso (6). Entre más absurdo, mejor lo recordarás.
Formar rimas o versos que incluyan las palabras a recordar facilita su memorización.
A veces, es muy útil formar palabras (acrónimos) o frases (acrósticos) que contienen las primeras letras o sonidos de la lista o palabras a recordar. Por ejemplo, para recordar la lista Boro, Oxígeno y Sodio puede construirse la palabra BOS.
Para aprender una palabra en un idioma extranjero, seleccione antes una palabra clave en español que suene como la palabra extranjera. Luego, imagine una imagen en la cual esté involucrada la palabra clave con el significado español de la palabra extranjera. Por ejemplo, para la palabra inglesa "accomplish" -que significa "lograr, cumplir"- podríamos escoger como las palabras claves en español "Accom-pañar" y "Plish" de variación de Please en inglés. Y, a continuación, inventamos la imagen de uno mismo pidiendo a alguien que nos "acompañe por favor a lograr algo". Así, la próxima vez que vea la palabra "accomplish" debería poder recordar la imagen de "lograr o cumplir".
Para recordar el nombre de una persona a la que acabamos de conocer, hay varios trucos: repetir el nombre varias veces durante la conversación, buscar una asociación del nombre con el de otra persona conocida, atender a algún rasgo físico característico de la persona -como su rostro- y asociarlo al nombre, o buscarle un significado al nombre o apellido.
Y algo importante, alimentarte para tener una buena memoria. Los malos hábitos dietéticos, el tabaquismo y un estilo de vida sedentario, también son factores responsables. Es normal olvidarse de algunas cosas, existen lapsus, distracciones o despistes pequeños que forman parte de la condición humana y no deben preocuparnos.
Los arándanos poseen antocianinas, un pigmento vegetal que les proporciona su color particular y que tiene la facultad de reducir el daño progresivo del cerebro. Además de ayudar a conservar la memoria, previene la demencia senil y el Alzheimer. Los estudios demuestran que las dietas ricas en arándanos mantienen la mente más joven.
Las manzanas son ricas en quercetina, un antioxidante que protege al cerebro de las enfermedades neurodegenerativas, entre otras ventajas. Los beneficios de comer una manzana al día son increíbles: protege al corazón, previene resfriados y mejora la memoria y la capacidad pulmonar.
Las moras, gracias a su alto contenido en antioxidantes, estabilizan el azúcar en sangre y tonifican la memoria. También la zarzamora que contiene antacianidina. Las fresas tienen vitamina C y antioxidantes, poderosos reconstituyentes. Recuerda agregar estas frutas a los postres, ensaladas frutales y al preparar un desayuno nutritivo.
La espinaca es rica en luteína, una sustancia que actúa como protectora de las células cerebrales contra el efecto degenerativo. También contiene ácido fólico, vitamina que ayuda a aumentar la velocidad con que procesamos la información y además mejora notablemente el rendimiento mental y la concentración.
El apio tiene un alto contenido de luteolina, un componente que disminuye los efectos del envejecimiento y a la vez reduce la liberación de moléculas que inflaman el cerebro y podrían provocar la pérdida de memoria. El aceite esencial del Apio es usado por sus propiedades antioxidantes y para reducir el colesterol en las arterias.
Algunos pescados como el salmón, el atún, la trucha o las sardinas, aportan ácidos grasos Omega-3, las grasas saludables que tienen un increíble poder cerebral: disminuyen los riesgos de accidentes cerebro vasculares y la demencia, retrasan el deterioro mental y juegan un papel vital en la conservación de la memoria.
El chocolate negro o amargo tiene poderosas propiedades antioxidantes y sustancias naturales estimulantes como la cafeína, que pueden mejorar la atención, concentración y memoria. Incluye en tu dieta hasta 30 gramos por día de chocolate amargo y podrás obtener todos sus beneficios sin aportar calorías extra.
Las nueces y las semillas son buenas fuentes de ácidos omega-3, omega-6, vitaminas B6 y E, son un antioxidante que está asociado con un menor deterioro cognitivo, sobre todo el que se produce con el paso de los años, por eso se sabe que potencian y mejoran la memoria. Además, combaten el cáncer, reducen el colesterol y protegen contra las enfermedades cardiovasculares. También consideremos anacardos o nueces de la india: con magnesio, almendras que tienen fenilalanina, nuez del pecánj, que tienen colina para potenciar la memoria, pipas de girasol que cuentan con tiamina o pipas de calabaza con zinc, vitamina A, vitamina E y ácidos Omega-3 y Omega-6.
Hay evidencia de que la raíz del gingseng puede fortalecer el cuerpo y aumentar la resistencia al estrés cotidiano. También se utiliza para disminuir los efectos del Alzheimer, el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el síndrome de fatiga crónica y mejorar la memoria y el estado de ánimo de las personas mayores.
Una dieta alta en fibra, granos y frutas como los aguacates y las fresas, pueden disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular y el colesterol malo. Y como esto reduce el riesgo de acumulación de placa, se potencia el flujo sanguíneo hacia el corazón y cerebro. Puedes sumar palomitas de maíz y trigo entero, ricas en fibra y vitamina E. Y por último, los alimentos integrales tienen ácido fólico y vitamina B6, que estimulan el cerebro.
Casi todos nos sorprendemos en algun olvido casual o la pérdida de un dato importante en nuestra memoria. Si te preguntas si puedes hacer algo para mejorar tu memoria. Por suerte sí. Hay una alimentación que te ayuda a conservarla, e inclusive previene enfermedades del cerebro como el Alzheimer.