La lechuga cuenta con diferentes vitaminas
Vitamina E: colabora con la producción de los glóbulos rojos, los músculos y los tejidos.
Vitamina C: perfecta para evitar los resfríos y gripes durante el invierno además de
incrementar la cantidad de antioxidantes que ingresan en el organismo.
Vitamina B1: equilibra el metabolismo y nos permite mantenernos en línea.
Vitamina B2: crea enzimas que liberan las grasas de los alimentos que consumimos y no permiten que se almacenen en el organismo.
Vitamina B3: está relacionada con todos los procesos metabólicos del organismo y con el gasto de energía.
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Fibras: provocan una gran sensación de saciedad y además colaboran con la correcta función del aparato digestivo.
Hierro: esto hace que el aporte nutricional de la lechuga sea muy beneficioso en el caso de padecer de anemia.
Fósforo y calcio: consumiendo lechuga evitarás la aparición de la molesta oseteoporosis que puede ser tan perjudicial durante la edad adulta.
Cómo se consume
Seguramente sabes que esta verdura se consume cruda en ensalada. Esto presenta una gran ventaja debido a que el aporte nutricional de la lechuga se mantiene intacto y al comerla ingieres todas las vitaminas y minerales necesarios para una correcta nutrición.